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Buscando un once para la Copa Centenario

Aunque ante la divertida Galicia solo se vieron destellos, Dudamel podría irse de palos y seguir apostando por los chamos. ¿Qué tal una alineación sin Rosales, Vizcarrondo, Seijas o Salomón Rondón? ¿Estamos preparados para el gran revolcón?

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Van a ser las 6:00 de la tarde del viernes en Caracas, me quedé “hueveando” una hora después del amistoso Galidia-Venezuela (1-1) y me toca un ejercicio kamikaze que con toda probabilidad me va a llevar al ridículo: anticipar una posible lista de 23 convocados (y un once inicial) para la Copa América Centenario, casi al mismo tiempo que Rafael Dudamel anuncie su plantel oficial.

Como de costumbre, el nuevo seleccionador afirmó horas antes que ya no tenía absolutamente ningún tipo de duda, ni con la lista ni con su vida.

Comentario rápido: lo mejor de la Vinotinto fue el gol en el tiempo de alargue, la resolución de Josef Martínez arriesgando el físico, la canillera al aire. De resto, Venezuela siguen siendo once imancitos en la pizarrita de un técnico: cuatro defienden, se supone que hay dos mediocampistas más defensivos y otros dos más ofensivos, y dos atacantes. Pero sigue sin existir la química, la dinámica y la mística que convierte a esas once piecitas aisladas y unidimensionales en un colectivo (de paz).

Es una lástima que esta divertida selección de Galicia no pueda jugar las eliminatorias europeas en lugar de Liechtenstein o San Marino, por ejemplo, sin que se le quitara a sus jugadores el derecho a reforzar a España. Pero lamentablemente no venimos a hablar de Galicia sino de Venezuela. Se supone que la Vinotinto va a mejorar con días de trabajo.

Asumámoslo: no padecíamos el agradable problema de que  sobraban toneladas de talento que dejaremos por fuera.

Este fue mi un recorte veloz de la lista previa de 31 preseleccionados. Dos eran las grandes elecciones macro, pensé, que debía tomar Dudamel: juventud o experiencia, por un lado. Equilibro defensa-ataque o privilegiar la amplitud de opciones ofensivas, por el otro.

Si yo fuera Dudamel (y me vistiera bonito, y usara paltós de cuadritos), me hubiera ido por la juventud y por el plantel ultraofensivo. Viendo desde afuera, siempre es fácil arriesgar.

Porteros (3): lo lógico. Entraron Dani Hernández, Contreras y Faríñez, quedó como la guayabera Eduardo Herrera. Aquí coincidí con los tres de Dudamel.

Defensas (7): Dudamel se fue con la opción atrevida, igual que yo: quedarse con tres suplentes, en vez de un reemplazo para cada puesto (8 defensas). El seleccionador nacional le metió tijera a Víctor García, Chancellor y Benítez. Yo hubiera dejado a García y le aplicaba el revocatorio a Alexander González o Feltscher (arriesgándome a dejar sin sustituto a Mikel Villanueva).

Mediocampistas defensivos (5): la tumusa de Carlos Suárez es divertida en el círculo central, pero ante Galicia no me pareció precisamente un Carlos Sánchez. En mi lista hubieran quedado fuera Suárez y Flores. Dudamel sacó a Flores, pero se quedó con Suárez. Otra opción era fumarse una lumpia y recortar a Luis Manuel Seijas, que en la fase terminal de Chita Sanvicente estuvo muy deficiente, pero eso era bastante improbable que ocurriera. Lo del chamo Yangel Herrera es relativamente sorpresivo, pero lógico: si Dudamel lo aguantó hasta esta altura del partido, era predecible que se fuera de palos y lo eligiera también para la Copa Centenario.

Mediocampistas ofensivos (4): quedaron fuera Jeffren Suárez y Jacobo Kouffati, para mí una sorpresa, porque pensé que era uno de esos caprichos intocables 100% personal de confianza que todo seleccionador tiene el derecho de tener. Yo los hubiera montado en el avión a ambos para la Copa Centenario. Jeffrén Suárez tuvo altibajos ante Galicia, pero me ha parecido una de las pocas revelaciones de todo este ciclo, protege el balón, aporta soluciones y ha tapado las bocas de los que nos metimos con él, inclúyome. Evidentemente, Dudamel vio otra cosa diferente ante Galicia.

Delanteros (4): me gustaría ser tirapiedras y recortar a Salomón Rondón, pero jamás iba a ocurrir. Christian Santos también sigue sin demostrarme nada con la Vinotinto. Pensé que Dudamel recortaría a Del Valle y dejaría a Ponce, que imaginé que era un consentido. Ocurrió exactamente lo contrario.

Mis 8 recortes: Eduardo Herrera, Feltscher, Chancellor, Benítez, Arles Flores, Carlos Suárez, Santos y del Valle.

Los 8 que recortó Dudamel: Eduardo Herrera, Víctor García, Chancellor, Benítez, Arles Flores, Jeffren Suárez, Kouffati y Ponce.

Un posible once titular para la Copa América:

En el arco, Dani Hernández (mi otro yo atrevido levanta la voz y dice: vamos a seguir confiando en el chamo Faríñez).

Rosales, Ángel, Vizcarrondo y Villanueva en la defensa (¿Y porqué no confiar en Sema Velásquez en lugar de Vizcarrondo? ¿Y en Alexander González de una buena vez por Rosales?)

En la primera línea de mediocampo, Rincón tiene que ser titular, a juro. ¿Con Seijas? ¿Con Figuera? ¿Con el batacazo Herrera? Para mí, Luisma tendrá la cuerda bien corta. Figuera es como un Volkswagen siempre confiable.

Guerra y Otero como volantes ofensivos, en el supuesto de que vayamos con un 4-4-2, aunque “Lobito” deberá comprometerse a jugar al menos a 60% de lo que rinde en el Nacional de Medellín. Si vamos con tres mediocampistas creativos, que Dudamel se la juegue con Peñaranda o Añor.

Josef Martínez fijo. Se supone que junto con Salomón Rondón, según lo que se vea en lo que resta de la etapa de preparación. Salomón no va a ser banca. ¿O sí? La revolución, en ese caso, sí sería televisada.

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