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Las opciones de Muguruza y Murray para coronarse en París

Si bien la lógica señala que ambos número uno parten como favoritos en su respectivo duelo, sus rivales de este fin de semana aparecen en la previa con altas opciones de coronarse.

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Solo una victoria separa a Garbiñe Muguruza y Andy Murray del título del Roland Garros 2016.

Mientras la hispano-venezolana medirá fuerzas en la final femenina contra la estadounidense Serena Williams, número uno de la WTA, el escocés definirá ante el serbio Novak Djokovic, mandamás de la ATP.

Si bien la lógica señala que ambos número uno parten como favoritos en su respectivo duelo, sus rivales de este fin de semana aparecen en la previa con altas opciones de coronarse.

La historia entre Muguruza y Williams nos hace recordar ese choque en París celebrado en la temporada 2014, donde apenas en la segunda ronda, Garbiñe daba el golpe en la mesa superando por 6-2 y 6-2 a la gran candidata al título. A partir de ese día su nombre hizo ruido hasta la fecha, pasando por buenas y malas actuaciones en eventos posteriores hasta alcanzar el cuarto puesto en la clasificación femenina.

La estadística favorece 3-1 a la estadounidense, quien no se ha visto cómoda ante Muguruza. Más allá de su desarrollo y evolución en las escuelas de tenis de España, también presume de absorber un tanto de la filosofía rusa, lo que le permite desplazarse con comodidad desde el fondo de la pista, pero tomando la batuta a la hora de atacar desde la línea de base.

En una versión mucho más madura, la hispano-venezolana luce como una tenista coherente; apartando el encuentro debut, donde ganó en tres sets, el resto ha sido sencillo. No ha llegado al tiebreak y ha jugado con más del 60% de sus primeros servicios, amén de presentar una relación positiva entre tiros ganadores y errores no forzados (+13).

Frente a Williams estos ítems son tan valiosos como la movilidad, pues Serena presenta un juego donde la potencia de sus impactos llevan a sus contrarias de un costado a otro, generando enorme desgaste físico. Si de esto se apoya Muguruza y da el paso para tomar la iniciativa en los peloteos, hará más daño en su rival dada su estructura física.

La devolución también luce con un aspecto notorio para superar a la reina del tenis femenino; alcanzar su saque y devolver al medio ha puesto en aprietos a Williams, cuyo patrón muestra que su respuesta, lejos de ser aprovechada para concretar la apertura, la obliga a jugar al centro y con poca profundidad.

En el caso de quien escribe esta nota, Muguruza debería celebrar el título este sábado; sin embargo, no se trata de sumar certezas para presumir o hacer ver que la máquina del tiempo existe, sino presentar un análisis basándose en el pasado reciente.

Lo mismo aplica para Andy Murray, favorito de este servidor para coronarse el domingo.

Sí, en ocasiones anteriores se ha presentado como la raqueta más talentosa, pero frágil del circuito. No olvidemos sus molestias desatadas en pleno compromiso y cómo ese fuego solo pudo aplacarlo Ivan Lendl. Hoy, su otrora entrenador no aparece en su box, pero después de lo que suceda el domingo, puede que ya no haga falta sumar a un ex tenista que le espante sus demonios.

Tras dos rondas de encuentros a cinco sets, el cielo se despejó para el británico, ganando con facilidad a rivales de alta talla.

Haberse quitado de encima la mayor carga al inicio del torneo obliga al escocés a apreciar con mayor detalle lo que viene a continuación, agotándose en menor cantidad y reservando su mejor tenis para la final.

El último match que jugó contra Djokovic fue en la final del Masters 1000 de Roma, con un triunfo en dos sets ante un contrincante exhausto.

Este Nole no cedió sets en cuartos de final ni semis, así que el tema físico no debería ser una excusa, pero sí el mental; recordemos que el serbio busca aún su primer título en París, único Grand Slam que no ha alcanzado.

Para evitarlo, Murray debe presumir de su paciencia, tesoro escondido en lo más profundo de su humanidad. Alargar los peloteos, controlar los tiempos y darle protagonismo a los tiros con sensibilidad se perfilan como el menú del domingo para él.

Si a esto le sumamos que es uno de los mejores devolvedores del circuito, pues sus herramientas están para quedarse con el trofeo de campeón.

La parte mental nunca ha sido más valiosa para Murray como en este torneo, y es él quien podría llevar la ventaja en una final donde el rival hará todo lo posible por llevarse a casa la ansiada copa de los mosqueteros.

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