Deportes

La increíble historia del nadador más lento de Río 2016

Se ha convertido en un meme y en youtube ya existen varios videos en los que parodian su participación en los Juegos de Río 2016. Pero la historia de Robel Kiros Habte trasciende los cronómetros y tiene su base en el espíritu más literal de los Juegos Olímpicos: competir sin importar las medallas.

Publicidad
Fotografía: Caracoltv y EFE

Se llama Robel Kiros Habte y tiene 24 años. Participó el fin de semana en los 100 metros libres y llamó la atención por sus diferencias físicas con respecto al resto de competidores, Jhony Pérez Ureña, de República Dominicana y Thibaut Danho, de Costa de Marfil. Con un sobrepeso evidente, finalizó último, 17 segundos (casi media piscina) por detrás del ganador. De hecho, su tiempo (1:04,95) fue el peor de los 59 participantes en Río 2016.

Habte representó a Etiopía, uno de los 44 países del mundo que no tiene salida al mar tras la independencia de Eritrea, conseguida en 1993 tras casi 30 años de lucha armada con el gobierno etíope. Esa independencia, certificada prácticamente de manera unánime por un referéndum, no sólo diezmó los recursos de Etiopía sino que condicionó la actividad deportiva de este país.

Al no contar con una salida natural al mar -aunque sí existen diferentes lagos de buena extensión, Tana es el más grande-,  y una débil economía e infraestructura deportiva, los niños etíopes buscan un mejor futuro siguiendo el camino de sus ancestros. Etiopía tiene una larga y productiva tradición en atletismo, sobre todo en las pruebas de fondo, que se traduce en 45 medallas en los Juegos Olímpicos (21 de oro, 7 de plata y 17 de bronce) y 64 en los mundiales de la especialidad (22 de oro, 19 de plata, 23 de bronce).

Para comprender tal éxito en este país debemos trasladarnos a la influencia de los colonos italianos (años 30) y los británicos (en los 40s). Las fuerzas extranjeras de ocupación promovieron el atletismo, el fútbol y el ciclismo. Posteriormente, el militar Mengistu Haile Mariam, que derrocó a Haile Selassie en 1974 y que se convirtió en presidente en 1987, utilizó el deporte para su plan de «transformación revolucionaria».

Mengitsu, para defender su régimen de inspiración marxista, responsable según occidente de una hambruna que aniquilaría a un millón de personas, impulsó el Festival Nacional del Deporte. Se usó siempre como ejemplo el logro de Abebe Bikila, quien ganó la maratón en Roma 1960, descalzo. Repetiría la hazaña, superando en tiempo récord una operación  de apendicitis, cuatro años después, en Tokio. Esta vez sí con zapatillas.

Bikila era guardia imperial del derrocado Selassie y murió en 1973, a los 49 años, luego de padecer una paraplejia producto de un accidente de autos. Su leyenda, sin embargo, inspiraría a las generaciones posteriores. Su secreto, según contaba a su entorno, era perseguir aves y mamíferos hasta por 42 kilómetros. Hoy en día, científicos de todo el mundo continúan estudiando por qué los atletas de Etiopía y Kenia son tan buenos en las carreras de largo aliento.

GOLDO

«Cada día, todo el mundo cuando se levantaba en Etiopía, lo que hace es correr, no nadar», dijo Habte a la agencia de noticias Reuters tras finalizar su presentación. «Pero yo no quería correr. Yo quería ser un nadador. No importaba donde acabara». En efecto, antes de él, solo aparece en esta disciplina, compitiendo a nivel internacional, Malualem Girma Tashale (28 años), quien participó en el campeonato mundial de 2011, finalizando en la posición 99, en los 50 metros libres. En los Juegos Olímpicos de 2012, realizados en Londres, lo intentó en la misma categoría y terminó séptimo en su serie y en el puesto 57 entre todos los aspirantes.

Entonces, ¿cómo clasificó Habte? La Federación Internacional de Natación (FINA), para promover la disciplina en los países que tienen menos tradición y, por ende, menos representantes, extiende invitaciones a los Juegos Olímpicos. Este fue el caso. Así, mientras el mundo se burla por Twitter y se editan imágenes de su participación  en Río, él simplemente agradece la oportunidad: «Soy muy feliz porque es mi primera competición en los Juegos, así que doy gracias a Dios».

Publicidad
Publicidad