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¡Otra vez Pep en el Camp Nou!

En pleno proceso de darse a conocer ante el público y la crítica inglesa, el sorteo de la Liga de Campeones determinó que el Manchester City de Pep Guardiola deba enfrentarse en dos ocasiones al FC Barcelona, ese monstruo que el entrenador catalán ayudó a construir. Es la segunda ocasión en la que Pep se enfrente a su ex equipo, luego de la semifinal del torneo continental en su edición 2015-2015.

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(AP)

El matrimonio entre el City y Guardiola era cuestión de tiempo. Desde que el catalán renunció a su puesto de entrenador del FC Barcelona, el club por el que la gran mayoría apostaba como siguiente destino del heredero de Johan Cruyff era justamente el conjunto azul. Razones no faltaban, ya que la conducción de la institución está en manos de dos viejos conocidos suyos: Ferrán Soriano y Txiki Begiristain.

El primero, actual director ejecutivo de los citizens, era el vicepresidente económico y director general del Barça de Joan Laporta, presidente que contrató a Pep como entrenador del Barça B, y que posteriormente lo eligió para sustituir a Frank Rijkaard en el primer equipo. Txiki fue compañero de Guardiola en el Dream Team de Cruyff, y fue el director deportivo del club catalán que escuchó la sugerencia del directivo Evarist Murtra, que a la postre motivó la elección de Guardiola por sobre José Mourinho, para dirigir al Barcelona FC.

Lo demás es historia, pero el Guardiola que desembarca en la ciudad portuaria no es el mismo que se hizo cargo de lo que luego ha sido considerado como el mejor equipo de todos los tiempos. Su paso por el Bayern Múnich lo nutrió con nuevas lecciones, siendo el aumento de su adaptabilidad táctica el mayor de ellos. Pep no dejará de lado el juego de posición porque es lo que siente, pero, condicionado por las características de sus jugadores, ha agregado variantes que lo enriquecen. Además, ya se demostró a sí mismo que sus equipos pueden competir y ser exitosos sin ese monstruo llamado Lionel Messi, lo que no es poca cosa.

Aún así, Guardiola sabe que su City apenas está en etapas embrionarias. Más allá de los resultados iniciales y algunas actuaciones que llaman al optimismo, cualquier entrenador sabe que la meta de Pep no es que su equipo supere esos duelos ante el Barça en la etapa de grupos del torneo continental, sino llegar a marzo vivo en todas las competiciones; él mismo, sobre esos enfrentamientos ha dicho, «dirán si estamos preparados«. Esto entendido por el catalán como las posibilidades de los suyos de competir en el más alto nivel.

El City es un equipo que aún está lejos de sentir como propias las ideas del nuevo cuerpo técnico; el fútbol es como la vida, de nada vale memorizar conceptos si no se han asimilado. Es por ello que, en el mejor de los escenarios, ese primer duelo entre catalanes y citizens, pautado para el 19 de octubre, no ofrecerá con seguridad la versión ideal que desea su entrenador. A casi dos meses para esa cita es imposible que Claudio Bravo desarrolle una complicidad total con sus defensores; que éstos se animen a continuar la generación de juego y unir al equipo antes que distanciarlo; que Fernandinho interprete el juego de posición, o que Sergio Agüero se contagie de la concentración que muestran Nolito y un voluntarioso Sterling.

«En nuestra construcción teníamos demasiada gente detrás de la línea de la pelota. Esa no es la posición correcta. John Stones, Kolarov y Fernando estaban marcando a un solo jugador, ese tres contra uno no tiene sentido; debe ser dos contra uno o uno contra uno para la construcción de juego, y ese fue nuestro problema. Ajustamos en el descanso, y en la segunda etapa creamos, antes del gol, otra oportunidad. Nuestra construcción de juego fue mucho mejor… Durante la primera parte tuvimos mucha posesión pero con la sola posesión no se genera casi nada. No me gusta eso; creo en la posesión para crear oportunidades y para eso es muy importante, lo más importante de todo, es la construcción de juego. Si lo consigues todo lo demás será sencillo, de lo contrario estás en problemas: das pases y pases sin lograr opciones de peligro«.

La explicación, expresada tras batir al Steaua Bucarest y conseguir el pase a la etapa de grupos de la Liga de Campeones, deja clara cual es la idea del entrenador y la complejidad de la misma, sobre todo si se tiene en cuenta que la gran mayoría de estos futbolistas apenas están conociendo los principios fundamentales del juego de posición.

Partiendo de la base de que quienes juegan son los futbolistas, Pep exige que se juegue con un principio heredado de Cruyff: «si tu tienes el balón, el rival no lo tiene«. Pero, ¿para qué quiere Guardiola que sus equipos tengan el balón? Para ser protagonistas.

La construcción del juego, siempre según la visión del catalán, debe hacerse desde el portero. A partir de ese principio, los equipos de Guardiola, teniendo a la pelota como vaso comunicante, se trasladan en bloque hasta llegar a tres cuartos de campo, algo que Thierry Henry explicaba hace unos meses en la cadena televisiva Sky Sports:

«Para las primeras dos terceras partes del campo, Pep te entrega un plan de acción y debes ejecutarlo. Pero en el último tercio es pura libertad. Nos permitía hacer lo que queríamos y sentíamos. Mantén tu posición, Confía en tu compañero y espera por la pelota… Había que jugar, tener posesión y mantener la posición. La más importante es mantener la posición y confiar en tus compañeros para que la pelota llegara».

El juego de posición que transmite Pep requiere de un tiempo para su comprensión . El City tiene futbolistas inteligentes – Cruyff puso siempre a Guardiola como ejemplo de que “al fútbol se juega con el cerebro– que desean aprender, y una directiva que le ha cumplido sus peticiones, pero octubre se antoja como una cita para apenas disfrutar de un equipo en construcción y no de una versión definitiva. No olvidemos lo que fueron los primeros meses de su Barça, ni los del proceso Luis Enrique.

Guardiola está al tanto de todos los retos y las expectativas que ha generado su llegada a la Premier League, por ello declara que esos duelos serán una medida importante pero que para construir se necesita tiempo y paciencia, mismos requisitos que los creyentes piden para la obtención de algún milagro, como al que muchos pretenden endosar al de Sampedir.

Tiempo y paciencia. Mientras tanto, a disfrutar de este nuevo episodio entre Pep Guardiola y el Barcelona, su Barcelona.

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