Keith Law, analista de ESPN aseguró en ese entonces que en los zapatos de la gerencia de los Cascabeles de Arizona jamás hubiese accedido ni siquiera a cambiar “uno por uno” a Inciarte por Miller. Mucho menos ceder a Atlanta a Dansby Swanson (primer prospecto de la organización en ese entonces).
Semejante afirmación chocaba de manera frontal con la manera de pensar de los Cascabeles: Miller va a ser muy bueno e Inciarte pues, ni cerca.
Ahora en septiembre de 2016 los resultados de ese cambio parecen un tanto obvios: Arizona tiene en Shelby Miller a un pitcher con efectividad de 6.81 en 15 salidas con 35 boletos en 75.1 tramos y Atlanta mientras tanto posee solo en Ender Inciarte a, quizás, el segundo mejor jardinero de la Liga Nacional en la segunda mitad de temporada actual.
Y no es que Ender haya de pronto explotado con el bate conectando 20HR desde julio. El marabino solo ha perfeccionado lo que ya lo hacía grande en el pasado reciente convirtiéndose en estos momentos en un arma que aporta todo (defensa, velocidad y capacidad de embasarse) excepto poder.
Primero vayamos a esa afirmación que acabo de hacer que quizás resulte un poco exagerada; Inciarte, desde el Juego de Estrellas, exhibe el mejor AVG entre jardineros con .370. Esto aunque resaltante, no cuenta toda la historia (después de todo no estamos en 1990). Su porcentaje de embasado de .424 es un dato aún más llamativo en mi humilde opinión.
Ese promedio, el tercero mejor entre jardineros de MLB en la segunda mitad, muestra una habilidad que Inciarte no poseía antes: la de agarrar boletos. De hecho hoy tiene un porcentaje de boletos de 8.1%, poco menos del doble que mostró en 2015 (4.6%), gracias a una disminución clara de swings a pitcheos fuera de la zona de strike (pasó de 32.2% a 29.9%)
Aunado a ello Inciarte ha mantenido un contacto élite ubicándose entre los diez bateadores más difíciles de ponchar de MLB con 10.9%. El contacto descrito sumado a su velocidad y su condición de zurdo (llega más rápido a primera que los derechos) hace más que sostenible el alto AVG de pelotas en juego que tiene actualmente en 2016 (BABIP de.323).
Pero todo eso no es la razón principal por la cual, según Fangraphs, el zuliano ha sido casi tan valioso como Mike Trout desde el Juego de Estrellas:
La razón principal para este fenómeno es la defensa del criollo. Primero veamos lo que dice Fangraphs.com:
– Ender Inciarte es el cuarto jardinero con mayor cantidad de carreras ahorradas ajustadas a su posición (DEF) con 13.7, solo superado por Kevin Pillar (22.4), Adam Eaton (16.9) y Billy Hamilton (15.7). Si contamos solo lo que ha ocurrido desde el Juego de Estrellas Inciarte se ubica en el tercer lugar con 6.1.
– Desde 2015 Inciarte es el jardinero con la tercera mayor cantidad de asistencias con 24 detrás de las 26 de Adam Eaton y las 33 de Starling Marté. Solo ha cometido 5 errores en tiro en ese periodo.
Luego vayamos a lo que dice Baseball Reference:
– Inciarte ha tenido un total de 16 carreras ahorradas en comparación a su posición (DRS) para ubicarse en el top 10 entre jardineros de MLB. Mejor aún, desde 2015 solo Kevin Kiermaier lo supera:
Imagen
(La diferencia entre los cálculos de Fangraphs y los de Baseball Reference es que Fangraphs ajusta el monto de carreras ahorradas de acuerdo a la posición habitual de los defensores)
Estas cifras, a pesar de su complejidad, hablan de un hecho bastante claro: Ender Inciarte es uno de los mejores defensores de MLB en la actualidad y por ello su valor general es mucho más alto de lo que estamos acostumbrados a ver de un bateador con un OPS de .734. Si quieren verlo de cerca observen el listado de líderes en Victorias Sobre Reemplazo (WAR) según Baseball Reference este año:
Personalmente consigo un poco impactante estos cálculos cuando evalúan a jugadores como Carlos González. Entiendo que el hecho de jugar en Coors Field hace de ese “Reemplazo Teórico” uno mucho más productivo que el promedio (en Colorado todos batean más) pero de ahí a decir que Luis Valbuena ha sido más valioso en 2016 que CarGo es algo que aún no supero.
No obstante, estas pequeñas desavenencias en cuanto al ajuste por parques no impiden disfrutar el esfuerzo que se realiza para cuantificar el aporte total de jugadores como Inciarte que antes trabajaban de manera extraordinaria pero en las sombras.
Ender Inciarte es una joya a atesorar, es solo que descifrar su verdadera valía requiere o un estudio numérico un poco más profundo que el tradicional o verlo correr a diario en los jardines de los Bravos de Atlanta.