Deportes

10 detallazos que dejó la Serie del Caribe 2017

Uno de estos años se va a dejar de jugar la Serie del Caribe y nadie se va a dar cuenta. Por ahora, ese momento no ha llegado. Pese a las restricciones de los equipos de Grandes Ligas, sigue siendo nuestra caimanera de softbol latinoamericana y todavía se arma cierto show en las ciudades en las que se organiza (imitadores del Chavo o del Papa Francisco, etcétera).

Publicidad
FOTOGRAFÍA: RONALDO SCHEMIDT / AFP

El anfitrión México, que desde que existe formato con final ha tenido presencia en cinco desenlaces seguidos, se quedó con las ganas este martes ante Puerto Rico (1-0), cuyo anterior título se remontaba al siglo XX (año 2000) y ahora deja a Venezuela como el país con más tiempo sin ganar.

Aquí no vamos a sumarnos al pasatiempo nacional del hundimiento de la autoestima del venezolano. Águilas del Zulia jugó una serie muy profesional, incluido el primer puesto en la primera ronda y los mejores números ofensivos colectivos (.294 de bateo, .342 de promedio de embase y .411 de slugging), y merecería algo así como un recibimiento cálido en Maiquetía si todavía la Serie fuera medianamente importante.

La gran paradoja criolla: desde que Cuba se incorporó como invitado a la Serie en 2014, Venezuela tiene el mejor registro en la primera ronda (13-3), por encima de México (11-5), Cuba (6-10), Puerto Rico (6-10) e increíblemente República Dominicana (4-12), la teórica superpotencia regional, que atraviesa un verdadero deslave.

Pero ahora suma ocho años sin títulos desde que los Tigres de Aragua de Buddy Bailey quedaron campeones en Mexicali en 2009 y se confirma como la cenicienta del Caribe (siete coronas).

Los 10 detallazos en Culiacán:

1. El rayo misterioso. Ocurrió en el séptimo inning de la final Puerto Rico-México. Alexander Tyler, relevista de los Águilas de Mexicali, se disponía a efectuar su primer lanzamiento, sobrevino la siguiente singularidad interestelar y el umpire tuvo que detener el juego momentáneamente:

Béisbol

Sí, el prácticamente recién inaugurado estadio BBVA Bancomer de Culiacán (qué envidia, en México construyen estadios nuevos) destaca por sus alucinantes shows de luces láser o cómo se les denomine, pero cometer este tipo de equivocaciones, en una época de películas estilo Arrival, en las que naves espaciales misteriosas se posan sobre ciudades tercermundistas como Maracay, puede mandar a alguien a terapia intensiva.

2. Otro juegazo de desenlace. Desde que el nuevo formato debutó en 2013 con una desenlace que se fue a 18 episodios y duró más de siete horas entre México (campeón) y Dominicana, la verdad es que nadie se puede quejar de la final. Esta vez mexicanos y puertorriqueños se blanquearon mutuamente durante nueve episodios y al abridor boricua Adalberto Flores estaba lanzando un no hit hasta el sexto. Todo se resolvió en el décimo inning con un fly de sacrificio del cátcher y noveno bate visitante Jonathan Morales.

3. La resurrección de Francisco Buttó. El ex cerrador de los Tigres fue declarado culpable en un caso de homicidio culposo en 2006, lo que entre otras cosas le costaría un chalequeo eterno en todas sus apariciones en estadios rivales. A los 36 años, es básicamente un encargado de innings basura y apenas lanzó tres episodios en la postemporada con Zulia, básicamente cuando las Águilas se quedaron sin más brazos. En Culiacán tomó el lugar de Hassan Pena el domingo ante Dominicana y se convirtió en el pitcher con más salvados de la historia de la Serie:

8046

4. La comiquita de Pedro Rodríguez. El anzoatiguense ha sido una de los relevistas más importantes de nuestra pelota en años recientes y llegó a salvar 30 juegos para Caribes entre 2014 y 2015 (además de otros 18 rescates en México en 2016), pero a los 29 años sus números subyacentes han decaído, sobre todo en el departamento de ponches. Su error en lanzamiento a segunda el viernes ante México (derrota 5-1) y el grand slam que le pegó poco después Sebastián Valle fueron quizás los momentos más deplorables de Zulia en Culiacán.

5. De nuevo el formato. La primera ronda terminó con triple empate en la punta Venezuela-México-Cuba (registro 3-1) y la organización se volvió un ocho para aplicar los criterios de desempate. Muchos se acostaron el domingo sin tener claro contra quién jugaría Zulia en la semifinal del lunes. Al comentarista John Carrillo de Directv Sports no le gustó nada que Puerto Rico eliminara a Venezuela y objetó que una novena con registro de 1-3 en la fase inicial clasificara a la fase decisiva. Cosas del juego. La verdad es que ningún formato nunca deja demasiado contento a nadie.

6. El derrumbe de Mitch Lively. Ganarse el pan como pitcher es un asunto que tiene que ver mucho con llevar el ritmo de una rutina. El monticulista estadounidense había lanzado por última vez el miércoles 25 de enero en el juego de la final venezolana en el que se coronaron las Águilas del Zulia (apenas una carrera tolerada y cinco ponches en siete episodios). No volvió a la loma hasta el lunes 6 de febrero y no trajo nada en la bola (ni siquiera completó un inning en la semifinal ante Puerto Rico). Quizás al mánager Lipso Nava le faltó decisión para sacarlo más rápido, pues mandó a calentar tarde al relevista Wilfredo Ledezma.

7. La reacción de Águilas. A pesar de que estuvo perdiendo 9-2 antes de que empezara el octavo inning y dejó a tres corredores esperando en las bases en el noveno, la reacción de Zulia en la semifinal fue realmente memorable (marcador definitivo 9-6), más allá de que la humanidad contemporánea no valore las derrotas honrosas, especialmente en contiendas electorales.

8. El momento Kodak. Si hubiera que ponerle la canción One Moment in Time de Whitney Houston a algún instante de las Águilas del Zulia, podría ser el descomunal jonrón del veterano refuerzo René Reyes que volteó la pizarra para Venezuela en el octavo inning ante la humillada República Dominicana

Paradójicamente el rendidor jardinero ambidestro de 38 años fue despreciado por las Águilas en 2015, cuando lo enviaron a Caribes en el cambio que trajo precisamente a Buttó y al sumamente decepcionante ex prospecto Johermyn Chávez a los rapaces.

9. El lujo de Freddy Galvis. La Serie del Caribe ya no es lugar para promesas. Sólo para sobrevivientes. El lineup ofensivo regular de Águilas tuvo un promedio de edad superior a 31 años. El único verdadero joven en el roster era el jardinero Herlis Rodríguez, básicamente un reemplazo defensivo. En este contexto, fue un verdadero lujo contar hasta el final con el campocorto titular de los Filis de Filadelfia, que ahora suena como candidato firme para la Vinotinto en el Clásico Mundial (Venezuela debuta el 10 de marzo en Guadalajara precisamente ante Puerto Rico). Galvis, que ahora luce nuevo look a lo Depredador, hasta quedó en el equipo de Todos Estrellas.

10. Nos vemos en Barquisimeto. Por primera vez en la historia, el estadio Antonio Herrera Gutiérrez alojará la Serie del Caribe en febrero de 2018. ¿Será el fin de la pava para Venezuela? Cardenales de Lara tendrá motivación extra para buscar su primer título en la LVBP desde 2001.

Publicidad
Publicidad