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Alejandra Benítez: No existe comparación entre Adrián Solano y yo

La atleta especialista en esgrima y ex ministra de Deporte, Alejandra Benítez, aprovechó su cuenta en Twitter para aclarar que no existe comparación alguna entre ella y el esquiador Adrián Solano, quien viajó a Finlandia para participar en una competencia mundial y en recientes entrevistas reveló que "jamás había visto la nieve".

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Alejandra Benítez
Foto: AP/Archivo

Desde el pasado 25 de febrero, Benítez respondió a los usuarios de esta red social que la acusan de «enchufada» por tener vínculos con el Gobierno y le recordó a los venezolanos que fue campeona mundial de esgrima y clasificado para participar en cuatro Juegos Olímpicos. Ahí estableció la primera diferencia entre ella y Solano, de quien dijo que «fue invitado».

Hizo hincapié en que el deporte «está sumergido» en la política y dijo que el que la califiquen de «enchufada» en torno al deporte la «ofende», ya que resaltó que sus logros son resultados de su esfuerzo.

Dijo que Adrián Solano estuvo cinco días en París y que no fue deportado, como se asegura en varios medios de comunicación. Invitó a la ciudadanía a ver su Instagram y dijo además que la madre de Solano habría comentado en anterioridad que su hijo no era atleta. «¿A qué jugamos? Se preguntó Benítez.

Intentamos entrar al Instagram de Solano, pero no podemos accesar a él, ya que tiene su perfil privado .

Capture Solano

Sin embargo, el esquiador Adrián Solano le dijo a la periodista Eumar Esaa de El Estímulo que, efectivamente, estuvo cinco días en un centro de retención llamado Zapi. «Ellos decían que era un hotel y todos los días me llevaban al aeropuerto para que yo me fuera, pero me negué a regresar a Venezuela».

Relató que durante esos días comió «pan y agua» y estuvo con la misma ropa «porque mis maletas se habían ido en el avión a Suecia, que era mi destino original».

Tras pasar esa cantidad de tiempo, aseguró que fue llevado a una audiencia en donde le dieron la libertad, pero ya le era imposible viajar al país nórdico para entrenar porque «el boleto fue comprado con una tarifa promocional, de manera que no podía reprogramarlo y no tenía dinero para comprar uno nuevo».

Indicó que llamó a una representante en la embajada de Venezuela, llamada Glena Cabello, quien al parecer estaba pendiente de su caso «y que me había advertido que podría terminar así».

«Sólo me quedaba el boleto de regreso a Venezuela, que tenía fecha 12 de marzo, porque se supone que yo me quedaría corrido hasta el Mundial. La embajada me ayudó para cambiar la fecha del boleto, por eso pasé tres días más en Francia», alertó.

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