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Puerto Rico invicto jugará la final del Clásico 2017

El jardinero derecho Eddie Rosario impulsó la carrera que anotó Carlos Correa en la parte baja de la undécima entrada y le dio el triunfo a la selección

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Foto: AP/Chris Carlson

Puerto Rico venció a Holanda con una pizarra 4-3 en la primera semifinal del Clásico Mundial de Béisbol, que se disputó la noche del pasado lunes en el Dodger Stadium de Los Angeles.

La victoria permite a Puerto Rico seguir invicto en el torneo (7-0) y llegar por segunda vez consecutiva a la gran final que disputará el miércoles con el ganador de la segunda semifinal que disputarán las selecciones Estados Unidos (4-2) y Japón (6-0).

La carrera de oro de Puerto Rico no llegó hasta después de cuatro horas y 19 minutos de acción, que se rompió a favor de la novena de la Isla del Encanto porque volvió a jugar un béisbol de libro.

Todos los peloteros de Puerto Rico que estuvieron en el diamante lucieron a lo grande, pero fue Rosario, que se había ido de 4-0, el que pegó el elevado de sacrificio por el jardín central que permitió a Correa, golpeado por el relevista Loek Van Mil, el que corriese enloquecido de felicidad desde la tercera base para pisar la goma y comenzar una celebración apoteósica de los peloteros boricuas.

Después de haber trabajo en el montículo el abridor Jorge López y cinco relevistas, el joven lanzallamas Edwin Díaz, que fue el último en llegar al montículo, sacó los seis últimos «outs» del partido y fue el que se llevó la victoria.

El bateo oportuno y ganador lo encabezó Correa que se fue de 4-2 con par de carreras anotadas e impulsadas y el torpedero Francisco Lindor también brilló con tres imparables en cinco turnos al bate para pisar una vez la registradora.

Holanda, por otro lado, mantenía un gran pitcheo desde el montículo con Jair Jurrjens mientras que esperaron a la parte alta de la quinta entrada para fabricar la carrera del empate a 3-3.

Puerto Rico hizo una doble salvadora, que sería la decisiva, porque luego llegó la fabricación de la cuarta y definitiva carrera, que los puso por segunda vez consecutiva en la gran final del Clásico y en la historia mundial del béisbol.

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