Lo que cambió en un año en el Real Madrid

En la “Orejona” número 12, Ronaldo pasó a ser más “cazagüire”. Participa y se desgasta menos (también juega un inferior número de partidos) y puede dedicarse casi exclusivamente a definir.
En un año, Isco (25 años) desplazó formal y espiritualmente del once inicial a Gareth Bale, lo que hizo mutar de un esquema 4-3-3 a algo más parecido a un 4-4-2 con mediocampo en forma de rombo. No sé qué se ha dicho en el mercado de rumores (aparte de que la salida de James Rodríguez es un hecho, y quizás la de Keylor Navas), pero Bale da la impresión de estar ido. ¿Podrá reinvertarse? ¿Haciendo qué?
En un año, Zinedine Zidane ya no es un entrenador de remiendo, sino uno que pudo trabajar toda una temporada. El peso de un entrenador es difícil de medirse de manera estadística. Zidane, obviamente, comete errores. Pero parece haber cierta unanimidad en que el ambiente en el vestuario es otro desde su llegada.
En un año, Marcelo (29 años) creo que es más o menos el mismo jugador (muy probablemente mejor). Pero el crecimiento de la confianza en sí mismo de Dani Carvajal (25 años) ha sido exponencial. Juntos son lo que llaman una Doble Nelson. El abrazo de la anaconda.
Hace un año, Pepe (34 años) era titular. Ahora también está de salida. Raphael Varane (apenas 24 años) no será elegido el MVP de la Champions League 2016-2017, pero su afianzamiento también ha sido importante, con un estilo más pulcro pero menos levantapasiones. El eterno río de las generaciones: uno es arrastrado por la corriente como hoja seca, otro sale a flote como líder porque casi no le queda otra.
En un año, Casemiro (25 años) también ha cambiado. Principalmente era un jugador de equilibrio en el mediocampo: ustedes váyanse que yo me quedo. Algo así como Claude Makelele en el Real Madrid campeón de 2002 en Glasgow, cuando Zidane se vestía con shorts. Ahora participa más en el juego ofensivo y se atreve. A veces le sale y muchas veces no. ¿Cómo colocó el Madrid la ventaja definitiva? Con un gol suyo de muy lejana distancia. Tuvo una ayuda juventina, pero mostró convicción, personalidad; no soy menos que tú, cuidado si más.
Kroos (27 años) y Modric (31 años) son más o menos los mismos que ayer. No aparecerán mañana en las portadas de los periódicos. Si jugaran en otros equipos, probablemente serían más protagonistas y tendrían menos responsabilidades defensivas. El alemán es más regular y mecánico. El croata tiene más altibajos, pero también más corazón. La historia les hará justicia.
De Benzema (29) se sigue hablando poco. Ya suma tres Champions. Esta temporada, con la entrada de Isco por Bale, pareció tener más libertad para ayudar en las bandas. Un delantero que juega para el equipo aunque mal pague. Como siempre.
Con las edades de Carvajal, Varane, Isco, Kroos, el súper suplente Asensio (21 años), Morata (24), Kovacic (23 años) y Lucas Vázquez (25 años y algo opacado al final del curso, pero quizás más útil que Bale), se podria soñar con la prolongación de una dinastía que a los aficionados de los otros equipos del mundo ya les debe parecer una dictadura intolerable. Pero repito: ¿cómo será el Madrid sin Cristiano? ¿Y si llega a los 40 a punta de gimnasio y de ocuparse sólo de embocarla?
Cuando el Barcelona ganó su cuarta Champions en 10 años en 2015, recuerdo que llegué a especular que podría alcanzar al Real Madrid en títulos europeos con Messi todavía como jugador activo. El giro que dio la historia con la segunda venida de Zidane ha vuelto a ahondar un océano de envidia.
Dentro de un año quizás cambiará todo o no cambiará nada, y nuestros pronósticos de hoy casi con toda seguridad lucirán ridículos.
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