Sin dejar jugar a Zverev desde el principio del encuentro, cortando cualquier inicio o propuesta de largos intercambios, mostrando una dejada exquisita y certera, Federer se alzó con su cuarto torneo esta temporada (Abierto de Australia, y Masters 1.000 de Miami e Indian Wells) para sumar el título 92 de su carrera.
Atrás quedó la derrota del año pasado en estas mismas pistas en la ronda de semifinales, donde Federer se inclinó ante este mismo rival, por 7-6, 5-7 y 6-3. El suizo había tomado buena nota de aquel encuentro que marcó el 1-1 en sus enfrentamientos, y este domingo salió dispuesto a acabar por la vía rápida y sin contemplaciones, ante un adversario que necesita más ritmo y golpear tranquilo.
En la primera manga, el alemán se mostró atenazado por los nervios, sin poder golpear a sus anchas, y Federer jugó con él a su antojo, con certeras dejadas y restos imposibles.
La prueba del nerviosismo de Alexander fue el punto de set del primer parcial, una derecha larga cuando tenía toda la pista a su favor, después de un segundo servicio. Zverev entregó ese set en solo 23 minutos, sin haber dispuesto de una sola ocasión para amenazar el saque del suizo.
En el segundo, hubo una tímida reacción de Zverev, pero solo fue un atisbo. El alemán, además, sufrió una caída en un intento para llegar a una endiablada dejada de Roger, y se lastimó el tobillo izquierdo por lo que tuvo que ser atendido en pista.
Roto por las dejadas de Federer, casi humillado en algunos puntos, Zverev entregó el encuentro después de recibir una gran lección sobre hierba.
El suizo se va del Gerry Weber Stadium, sin haber cedido un solo set en la semana, venciendo a los dos hermanos Zverev en su camino, y desplegando todo su arsenal de forma convincente.
Federer encara Wimbledon (3 al 16 de julio), torneo que ha ganado en siete ocasiones, en la forma que planeaba. No le salieron bien las cosas en el anterior en Stuttgart, también sobre hierba, en su vuelta después de algo más de dos meses al circuito ante el alemán Tommy Haas, contra el que incluso tuvo bola de partido, pero ha sido pisar Halle, engrasar su maquinaria y disputar su undécima final allí, para recuperar sus buenas sensaciones.]]>