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Deyna Castellanos y su Juego de Tronos

“Entre gustos y colores no han escrito los autores”, reza un viejo proverbio que da pie a la posibilidad de tener diferentes opiniones, ese derecho a discernir que cada vez se asemeja a un lujo en Venezuela. Sin embargo, sea de tú agrado o no, es una necedad negar que Deyna Castellanos como la serie de HBO, Juego de Tronos, son dos fenómenos comunicacionales que levantan pasiones en el mundo.

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Texto: Luis Enrique Vilchez (@lvilchez8) / Fotos: IG de @Deynacastellanos

Con el inicio de la séptima temporada, los almuerzos de los lunes son bombardeados por nombres como Lannisters, Jon Snow, Cersei o Starks; al igual que de dragones o de guerras, desplazando el tema habitual de los venezolanos: la escasez y la inflación. En el ámbito del fútbol femenino no es distinto, Castellanos es una consentida de la FIFA y su calidad, corroborada en Mundiales sub-17, le dan fuerza en las apuestas por ver quién será la sucesora del legado que han dejado ilustres como las norteamericanas Mariel “Mia” Hamm y Carli Lloyd o la brasileña Marta.
Y si se tiene que encasillar a Deyna en uno de los personajes de la obra de Geroge R.R. Martin sería Daenerys Targaryen (interpretada por  Emilia Clarke). La rubia en la serie es en teoría la gran favorita en sentarse en el Trono de Hierro, pero desde el inicio tuvo que bregar bastante para cumplir lo que parece ser su destino. En el caso de la aragüeña, si bien tenía un talento innato, los tuvo que trabajar bastante y gambetear una sociedad que no concebía a las mujeres pateando un balón.

“Le decían barbaridades (…) de chiquita Deyna tuvo que escuchar insultos como marimacho, pateen a esa niña, pero el que repetían todo el tiempo era ‘maldita carajita’, por parte de padres y madres”, relató Yrene Naujenis, madre de la jugadora, a quien tildaron de “no tener sangre en la venas” al no caer en discusiones con los otros representantes.
Castellanos lidió con esto sin ayuda de un matrimonio forzado para contar con un ejército, ni un linaje real o tres dragones. La clave estuvo en la determinación que desde los cinco años tenía, más lo consejo de su familia. La mejor recomendación que le pudo hacer su madre, cuando Deyna llegaba aturdida en los entretiempos por los insultos fue de “callarles la boca” a punta de goles.
Un refrán futbolero dice que “los goles son amores”,  e inflando redes fue que la aragüeña se ganó el cariño de la gente, en especial con sus actuaciones en la selección nacional. “Nació en estratos humildes, no en cuna de oro, todo se lo ganó en base a esfuerzo”, aseveró Kenneth Zseremeta, su padre futbolístico y entrenador de la Vinotinto femenina.
Las conquistas con la selección fueron la caja de resonancia de una jugadora que suma 133 mil seguidores en Twitter y otros 784 mil en Instagram, redes que maneja ella y no se lo delega a nadie. Y es que la fama no tocó a su puerta, sino la derribó cuando apenas tenía 14 años y en su escuela los niños hacían filas por sus autógrafos en los recreos.
“El precio de la fama”, como su madre denominó estos sucesos, le han dejado anécdotas ver gente que se quiebra en llanto ante su presencia, una mujer embaraza que pidió que la autografiaran en su barriga o  a la chicas de protocolo en el Mundial de Jordania (2016) arriesgarse a un castigo, al quedarse en el camerino esperando que todos salieran, por una foto con la criolla. La Reina del Carnaval  
Si la vida de Castellanos tuviese un tema de fondo sería “La vida es un carnaval” de la celebérrima cubana Celia Cruz. Todo en la vida de la “Reina del gol” transcurre con una sonrisa en su rostro. Desde los cinco años le decía en las fiestas de navidad a su madre que quería ser futbolista, cuando escuchabas a sus primos hablar de estudiar Medicina o Ingeniería, su norte estaba claro. Con la tranquilidad del apoyo familiar fue labrando su camino.

  Aprovechando el Spring break para descansar y recargar baterías en las mejores playas del mundo, las de Venezuela   Una publicación compartida de Deyna Castellanos (@deynacastellanos) el


“Nunca la cohibimos en nada”, comentó la señora Yrene sobre una Deyna que se caracteriza por ser extrovertida y dinámica. “No sufro de los males de la pena, soy muy directa (…) Nunca estoy aburrida, siempre estoy haciendo algo. Tengo una imaginación muy grande”, afirmó vía whatsapp la delantera. Esa forma de ser la llevo a escoger la carrera de Comunicación Social, aunque desde el Kinder le había hecho un guiño a la profesión al dar el discurso para pasar a primer grado, luego de ser la primera que aprendió a leer y a escribir.
Su talento conjugado a ser buena estudiante, nunca “le dio dolores de cabeza” a su madre en lo académico, le permiten tener un beca del 100 por ciento en la Universidad Estatal de Florida. Lo cual la provee de educación, comida y ropa deportiva (todo Nike, porque es el patrocinante de la casa de estudios). Aunque esto representó dejar su hogar y mudarse a un nuevo país con solo 17 años. “Nunca me costó estar fuera de casa, desde muy chiquita siempre estuve. Me adapto bien a vivir sola y me gusta aprender de nuevas culturas”, relató Castellanos. Mientras que su madre, la define como una “ciudadana del mundo”.

Gracias @stevenpm3 por mi nueva manchita , me encanto «Family where life begins & love never ends» «Familia donde la vida inicia & el amor nunca termina»

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Pero, a pesar de la distancia siempre tiene al país presente. “Me interesa que la gente sepa que soy venezolana porque es donde nací y crecí. Siempre que me pregunten por la situación digo que es algo muy triste, somos un país demasiado hermoso para todo lo que está pasando”, expuso la aragüeña que en la prontitud de su mudanza olvidó la bandera tricolor y el primer mensaje que le mandó a su familia es que se la mandaran lo más rápido posible.
Actualmente la tiene colgada en su dormitorio. Su talento no ha pasado desapercibido por las aulas de clases, donde comentó que los estudiantes ven a los atletas como “súper estrellas”, lo cual le parece genial. Esta embajadora de Venezuela instauró la arepa como el desayuno predilecto en Florida y Santa Clarita, de donde viene de salir subcampeona de la liga de verano United Women’s Soccer y quedar en el once ideal. Fuera de la cancha se suele entretenerse con “las maquinitas, el cine y en los centros comerciales”, ya que en   “Tallhassee no hay mucho que hacer”.

My new sister
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Esta amante del sushi, las playas y la saga de Harry Potter se plantea algún día trabajar en ESPN o ser entrenadora. “Es una persona que tiene una lectura muy importante de los partidos, que manifestaba situaciones muy importante, que a veces el entrenador no ve y ella las clarifica”, dijo Zseremeta.
Por lo momentos, se entrena pensando en el inicio de la liga universitaria con Seminoles (nombre del equipo de FSU), el próximo viernes 18 de agosto. Esta aficionada a las películas románticas (su largometraje preferido es “Diario de una pasión”), de bailar salsa y dormir hasta tarde, cada día está más cerca de sentarse en el trono del balompié femenino.]]>

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