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Vinotinto: El nuevo arranque es esperanzador

Venezuela comenzó el camino a Qatar en Pueblo Nuevo. El primero de los cuatro partidos de alta competencia en la eliminatoria a Rusia, que se plantean como el tubo de ensayo de cara a un proceso de cinco años, arrancó con muchos aspectos positivos y otros tantos por mejorar.

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Fotografía: Miguel Gutiérrez | EFE

El equipo de Dudamel creció en juego durante el transcurso del choque ante una Colombia que pelea por clasificar al mundial y no dio reales muestras de superioridad sobre la Vinotinto. El molde comienza a fabricarse y los nombres propios a identificarse. Un 0-0 que termina siendo intrascendente para los objetivos nacionales y poco para la suma de los colombianos.
Sin Rosales ni Guerra, el peso la experiencia en el plantel quedó en menos manos. Los “caballos” Rincón y Rondón son los que asumen el rol de ascendencia sobre un grupo muy joven, elemento clave para que aún Venezuela muestre algunas facetas endebles de juego, pero que podría curtirse con más minutos.
De entrada, Dudamel lanzó algunos dardos de sorpresa: Villanueva y Chancellor como pareja de centrales y Machís – Córdova (éste último, debutante con la absoluta), la dupla de volantes ofensivos, ganándole la partida a los más habituales Otero, Murillo y Soteldo. En un estadio con amplia presencia de colombianos, pero estructuralmente bien acorde a un partido de tan alto rango, el equipo nacional apuntó a tratar de tener la pelota, pero con líneas separadas que hacían dificultoso el manejo cómodo. Colombia no era agresiva y dejaba crear al contrario. Tanto, que en la primera mitad solo generó peligro cuando se lanzó a las espaldas de los laterales criollos. Y eso fue obligado por el buen trabajo del dúo Herrera – Rincón, impenetrables por su zona. Punto aparte aquí: alto rendimiento del subcampeón del mundo en su rol de escudero del capitán. Lo libera y le permite generar más juego ofensivo, algo que pedía una Venezuela que sufría la intermitencia de Machís y Córdova.
Faltaba conducción y por eso el propio Rincón abusaba en el traslado. Trataba de conectarse con los generadores y era dificultoso lograrlo. Josef Martínez asumía también el rol de generar y consiguió mandar un sablazo al travesaño en una jugada peligrosa generada por él mismo. Poco de Víctor García como lateral derecho, quien intentó temprano cruzar la frontera pero fue poco apoyado, lo que le obligó a evitar arriesgar. ¿Feltscher? Correlón y bien en el corte, pero no le pidamos que la entregue redonda. En líneas generales, la defensa necesita mucho trabajo para consolidarse.
En el primer tiempo la escasez de experiencia en el once criollo parecía ser la razón de que el funcionamiento no terminara de progresar, cosa que cambió totalmente con la entrada en el segundo tiempo de Otero y Murillo. Los correlones y encaradores volantes ofensivos cambiaron todo el panorama y como respaldos de Salomón Rondón generaron estragos en una dubitativa defensa cafetera encabezada por un miedoso Cristian Zapata, superado por el 23 de Venezuela en varias oportunidades. La temprana salida de Josef Martínez solo puede entenderse si se le quiere conservar fresco para Buenos Aires, tomando en cuenta que recién acaba de salir de una larga lesión.
El segundo tiempo fue mucho mejor para Venezuela. Más atrevida, coordinada, arriesgada. Defensores centrales parados en la mitad de la cancha y con retroceso oportuno ante las cabalgadas del rival. Alejaron del peligro que podía generar un encendido Falcao que dio pocas muestras de alarma: apenas un cabezazo que resolvió con solvencia Fariñez, impecable en el choque. Partido perfecto para el meta del Caracas, uno de los mejores recursos que tendrá la selección de cara a Qatar. Hay arquero de sobra.
¿El saldo de San Cristóbal?

1. Hay muestras de una idea: un equipo que busca ganar la posesión, con pocos riesgos y que aproveche la velocidad por las bandas, sin desaprovechar el desequilibrio de sus volantes ofensivos para ir por el medio. A mejorar: los pelotazos fueron inefectivos, aprovechar más el tamaño de los centrales para la pelota parada y la conformación de la defensa sigue dejando algunas lagunas en la marca.
2. Es reiterativo y redundante destacar la labor de Wuilker Fariñez. Es el mejor arquero del país, pero lejos;
3. Yangel Herrera y Tomás Rincón jugaron sus primeros noventa minutos juntos y dieron muestras de mucha solidez y de saber intercambiar roles. La dupla más esperada no defraudó.
4. Córdova será una alternativa seria de cara a lo que viene, pero los generadores más efectivos siguen siendo Otero y Murillo. Piden pista Savarino y Soteldo. Añor también tiene que estar en el abanico de opciones.
5. Josef Martínez es imprescindible.
6. Wilker Ángel y Roberto Rosales deben tener cabida en esta selección. Ante tantas dudas en la conformación de la defensa, Venezuela no se puede dar el lujo de no contar con ellos. Pese a que Chancellor y Villanueva no desentonaron, falta darle más experiencia y solidez a esa zona. La sensación de seguridad todavía no es completa.
7. Tres subcampeones del mundo Sub 20 fueron titulares. Herrera y Fariñez con alta calificación. Córdova con un debut aceptable. Una generación que va abriéndose espacios.
Viene una Argentina necesitada en Buenos Aires y Rincón no estará. La prueba será muchísimo más exigente. La evaluación será la misma: más allá del resultado, será fundamental crecer en lo bueno que se exhibió ante Colombia y en ajustar inmediatamente los puntos débiles.]]>

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