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Una nueva fecha 7: ¿Quién decide en el FutVE?

2:46 am del lunes 11 de marzo. Después de constantes vaivenes del servicio eléctrico, es la hora de aprovechar el servicio de energía eléctrica para comenzar a escribir la columna que habitualmente y con cierta regularidad, entrego cada lunes para El Estímulo. Hay que aprovechar la corriente.

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FOTOGRAFÍA: ARCHIVO EL ESTÍMULO

Es difícil ahora mismo pensar en fútbol. He pasado desde el viernes entre la incomunicación y el prestar colaboración para el circuito Unión Radio en reportar al país la situación del apagón nacional. Aprendí cómo hacer periodismo reporteril y me ha gustado enormemente saber que la gente encuentra en uno algo de información justo cuando la desinformación es la principal crisis que se vive, como consecuencia de la ausencia del suministro eléctrico.

Pero toca y si algo he aprendido es opinar con cabeza fría. Esperar, indagar primero e investigar. Antes que apuntar con el dedo acusador, el mismo que te apunta a ti con otros tres dedos, es necesario saber realmente y a ciencia cierta, qué fue lo que ocurrió. En este caso, he decidido averiguar todo lo necesario para saber por qué, en un país en emergencia, donde el propio Gobierno ha suspendido la actividad laboral, escolar y académica en una reacción evidente de la gravedad de lo relacionado a la crisis eléctrica, se jugó fútbol aunque los mismos futbolistas no lo hayan querido.

Sin extender el tema al caos político, la realidad es que la situación es realmente crítica, para rojos y para opositores. Es un tema de humanidad y supervivencia y en fútbol no debe dar respuesta a quién es el culpable de la crisis ni involucrar al verdadero protagonista, el futbolista, en temas que tengan que ver con la defensa de una postura ideológica.

El resultado final de la disputa de la fecha 7 ha sido que no se debió jugar. Así han coincidido los futbolistas agremiados y los dueños de los equipos en un razonamiento lógico, pero no sin antes haber pasado por muchos riesgos físicos de jugadores y cuerpos técnicos que se desplazaron por un país a oscuras un fin de semana en el que todos los que habitamos el territorio venezolano teníamos la cabeza puesta en solucionar nuestros problemas individuales ocasionados por la falta de energía eléctrica. Saber de nuestros familiares, cuidar la casa, proteger a los nuestros. Es la prioridad de todos durante una situación que ha afectado gravemente a muchos venezolanos: en Maracaibo estuvieron más de 100 horas sin luz y su equipo, el Zulia, tuvo que presentarse en la cancha.

Que el fútbol es de los futbolistas no fue tal en esta fecha 7. Opiniones encontradas: la Asociación de Futbolistas argumenta no poder habido coordinar una acción conjunta durante la fecha (el viernes, casi 24 horas después del apagón, la jornada se inició en Barinas con el Zamora – Atlético Venezuela) a pesar de las solicitudes de suspensión solicitada por sus agremiados, motivado a los problemas de comunicación derivados del apagón.

Los directivos de clubes han argumentado la misma razón: incomunicación con la FVF (un directivo informó que el viernes la sede de la entidad en Sabana Grande permaneció cerrada). Quienes pudieron comunicarse con federativos arguyen que la instrucción fue disputar los partidos, porque ya había antecedentes de haber jugado en situaciones similares. Una instrucción muy temeraria y a todas luces ilógica cuando las condiciones generales no estaban dadas.

Aquí surge nuevamente el debate sobre las decisiones que se toman en el campeonato venezolano. La Liga creada por los directivos de clubes continúa sin poder hacerse con la organización plena del campeonato, a pesar de ser una de las metas a mediano plazo establecidas con su creación. Sigue dependiendo de la autorización de la FVF para poder tomar este tipo de decisiones, lo que impide la autonomía necesaria para, como en el caso sucedido el fin de semana pasado, suspender la disputa de los partidos. El pasado fin de semana se requería una acción inmediata y no se pudo lograr porque FVF decidió, en un razonamiento que ni siquiera explicación política puede tener cuando el Gobierno Nacional suspendió clases y actividad laboral, que hubiera fútbol en el país.

A esta hora, cuando cierro esta columna, de buena fuente me puedo enterar que la FVF, a solicitud de los futbolistas agremiados en la AUFP y de la LigaFutVE habría decidido suspender toda actividad futbolística indefinidamente hasta tanto se restituya la normalidad del suministro eléctrico en el país. ¿Tardía? Lo es, pero hay que celebrar que la cordura y la sensatez haya llegado por fin a coincidir entre todas las partes.
Soluciones y sensatez.

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