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EEUU 0-3 Venezuela: Con optimismo, que ni Brasil es perfecta

A Rafael Dudamel le ha costado mucho trabajo construir una selección que demuestre solidez. La inconstancia en los resultados es el reflejo de que hay aspectos que todavía necesitan ser corregidos, evidenciado no solo en el marcador, sino también en el juego. Sin embargo, hay otros puntos en los que Venezuela está configurada ya, como resalta el buen juego ofensivo y la asimilación de la idea que quiere sembrar el cuerpo técnico por todos los intérpretes. Se viaja a Brasil con algunas dudas, sí, pero con optimismo.

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FOTOGRAFÍA: Cortesía - Prensa FVF

Ante Estados Unidos, Venezuela demostró que el juego asociado ya forma parte de una de sus virtudes. El tercer gol, el de Salomón Rondón, fue prueba fiel que la velocidad de ideas, el toque rápido y el aprovechamiento de espacios es ya una carta de presentación de la Vinotinto.

Se reclamaba a Dudamel que el equipo generara mayor peso ofensivo y lo ha logrado. Con los interiores recibiendo en tres cuarto de cancha y acercándolos a Salomón y a los extremos, Venezuela ataca con gran número de efectivos (el primer gol fue muestra de que el ataque con varios jugadores y la presión alta es una opción relevante) y no se limita a explotar la velocidad de sus extremos y la pelota larga a Rondón para que resuelva. Ha mutado la idea que se ha venido trabajando desde hace ya considerable tiempo.

Pocas son las dudas sobre quiénes formarán parte del once inicial en el estreno ante Perú el sábado y esto habla bien del trabajo hecho. Rosales jugó ante Estados Unidos como lateral derecho, pero queda claro que tantos partidos disputados en la otra banda lo harán titular pero en la zona izquierda. Luis Mago no deslució en Cincinnati pero su presencia en el once se estima como una oportunidad brindada por Dudamel para ver su estado, conociendo que será el sustituto de Rosales en el lateral zurdo.

La pareja de centrales sigue siendo el quebradero de cabeza. A mi modo de ver, se tenían que aprovechar los tres partidos para juntar una dupla. 270 minutos compartiendo son valiosísimos para engranar y Dudamel más bien quiso rotarlos a los tres (Chancellor, Osorio y Villanueva), siendo el último quien menos deslució en una defensa que paradójicamente sin tener problemas de estatura, la pasa muy mal por arriba. El Osorio de México no es el que nos acostumbra, por lo que habrá que trabajar a contratiempo esta semana para que las imprecisiones sean erradicadas. Es el lunar que deja más dudas en el funcionamiento y hoy día no hay garantías de tener un eje central que dé fiabilidad.

Rincón – Moreno – Yangel. La labor de los tres es la que más luce en Venezuela cuando se gesta la ofensiva, comandando los avances más cerca del área rival que de la propia. Sin embargo, en el retroceso defensivo siguen dejando lagunas para que el equipo se quiebre en dos y quede expuesto. Si antes se veía muy partida la selección cuando atacaba (aislados los de arriba), ahora es al contrario: cuando toca regresar, se separa en demasía el equipo entre defensas y volantes, dejando un boquete que cualquier combinado de mayor nivel no te va a desaprovechar.

En ataque del 4-3-3 (o 4-1-4-1 como prefiere llamarle Dudamel), Rondón y Murillo son fijos. Antes lo era Machís pero en esta carrera llamada estado de forma parece estar un paso por encima el zuliano Jefferson Savarino, la nota más agradable de los amistosos en suelo gringo. El ex Zulia brinda vértigo y desparpajo, busca el medio siempre tratando de apiñar rivales para despejar el espacio de sus compañeros de ataque. Puede actuar de enganche en un necesario Plan B (4-2-3-1) y en el Plan C (4-2-2-2) se ajusta fácilmente como un medio de banda. No debería sorprender que sea titular el sábado en la Arena do Gremio.

Punto aparte el gran momento en el que llega a la Copa Salomón Rondón. La bestia de ataque ya es el goleador histórico de la selección y el equipo debe aprovechar ese divino estado de forma. El punta de lanza debe ser uno de los mejores 9 del continente en la actualidad y Venezuela gana enteros con la autoconfianza del hombre del Newcastle. Más alimentado y apoyado, Rondón será el arma letal Vinotinto, que siempre sostuvo en la pelota parada su punto más fuerte y hoy presume de su olfato goleador para aniquilar a los rivales.

Otro apéndice merece la situación que derivó en la sustitución del lesionado Peñaranda por Soteldo en la lista de Brasil. Era innecesario arriesgar a un jugador que no estaba del todo recuperado solo por brindarle un espaldarazo. Se terminó rompiendo un jugador que podía tempranamente haberle dejado su cupo al 10 del Santos, lo que demuestra que hubo un error en el cuerpo técnico en haberle convocado. Tan necesario hubiera sido hoy Wilker Ángel, más que el mismo Peñaranda, un defensor que ya había disputado minutos con su club luego de su lesión y que hoy es echado de menos. De los centrales convocables, es el de mayor experiencia con el combinado nacional y no se podrá contar con él por decisión técnica.

Hay puntos débiles, sí que los hay. Situaciones de juego que deben mejorarse con urgencia, funcionamientos individuales por acomodar, pero en líneas generales la mejoría en el juego es evidente. Se debe ser más regular para aspirar a competir y Venezuela tiene material para lograrlo. Un sabio como Francisco Maturana en el banquillo mucho debe saber algo para conseguir soluciones inmediatas y será de valioso aporte en las ideas del cuerpo técnico. Ni Brasil con todo su poderío, es perfecta.

Si bien el mensaje de Dudamel es que el objetivo está puesto en la clasificación mundialista, en el conteo de los factores favorables hay suficientes elementos para coincidir que la en la Copa América se puede lograr algo más que ensayar para la eliminatoria mundialista. La mejor generación de futbolistas está en su momento y no puede desaprovecharse.

Sea optimista. Hay razones para serlo.

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