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5 consejos de Fernando Aristeguieta para "el francés" Wuilker Fariñez

Wuilker Fariñez llega a una liga desconocida y a un país con una cultura muy diferente a la del venezolano. Fernando Aristeguieta, que ya pasó por esta experiencia, aconseja a su compatriota.

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Wuilker Farinez

Llegar a un nuevo equipo como suplente, parece ser el menor de los problemas para Wuilker Fariñez.

El portero venezolano, que nació en Caracas el 15 de febrero de 1998, en su posible desembarque en Francia, deberá aprender el idioma, asimilar otra cultura y nuevos métodos de entrenamiento y vida social debido al COVID-19.

Imponerse a estas condiciones no es tarea fácil. Fernando Aristeguieta (Caracas, 9 de abril de 1992), delantero de la selección nacional que pasó por el fútbol francés entre 2013 y 2015, puede contarlo mejor. De hecho, siete años después de esa experiencia, hoy le dice a El Estímulo, que le hubiera gustado que alguien le diera varios consejos antes de llegar al Nantes, tal vez así no habría tomado «malas actitudes».

Pero empecemos por Wuilker. Por ahora solo sabemos de manera «oficial», lo que Luis Henrique Faríñez, el padre del jugador, ha publicado en las redes sociales. Aunque el progenitor mostró una foto con la firma, ninguno de los dos clubes involucrados – Millonarios y Lens-, han hablado del canje. Se supone, según diferentes fuentes, que es un préstamo con opción a compra.

https://www.instagram.com/p/CBI0uahlinh/

Si todo sucede tal cual lo describe el padre del portero, y «el sueño sí se cumple», Aristeguieta, que también conoce la liga Colombia, de donde saldrá Fariñez rumbo a Europa, tiene cinco consejos para darle al nuevo fichaje del Lens. A continuación puedes leerlos.

1-: Repasa la edad que tienes y lo que has logrado

El primer consejo que le daría a Wuilker, es que se dé cuenta de la edad que tiene y dónde está. A mí nadie me dijo eso y me hubiera gustado que me lo dijeran en ese momento. Porque al principio me fue bien, apenas llegué. Pero luego no y, todo el mundo me repetía que yo debía jugar todo el tiempo y al ver que no era regular, tomé malas actitudes, porque creí que se me iba la carrera.

Wuilker va a estar en un club parecido al que yo estuve (Nantes), porque viene de segunda división, con unas instalaciones brutales y una de las mejores aficiones de Francia. El ambiente en ese  estadio es espectacular. Entonces es eso, darse cuenta donde está. Yo no sé si va a jugar o no, pero debe entender que aprenderá muchísimas cosas, que va a estar en una liga que es top en todos los sentidos. En organización, cobertura, calidad de los jugadores, de los estadios… todo lo que uno quiere lo tiene en esa liga, de primer nivel.

2-: Respeta a Francia

Mi segundo consejo es que respeta la cultura. Francia es un país con una cultura muy importante y los ciudadanos se sienten muy orgullosos de ella. Entonces hay que saludar cuando hay que saludar, respetar la comida francesa, respetar los lugares, porque ellos le dan mucha importancia y uno es el extranjero. Entonces es uno el que se tiene que adaptarse a ellos y no ellos a uno.

3-: Aprende el idioma

El tercer consejo es el idioma. Yo me demoré un poco en aprender francés. Cuando llegué, llegué con mucha ilusión, de aprender. Pero después de haber visto 20 clases, no había avanzado nada. Me dije, «no voy a aprender esta vaina, me lo voy a tomar con calma». Yo en ese momento fui a préstamo, con opción de compra. Entonces me decía: si me compran ya veré si me puedo meter en esto. Y paré las clases y ese fue un error. Demoré mucho más en aprender francés. Yo hablaba inglés y español. Con eso te parapeteas en Francia, pero lo ideal es hablar francés. Ellos valoran mucho el esfuerzo que uno hace y te ayudan en lo que pueden, pero a ellos no les gusta hablar inglés o español por lo que decía en el segundo consejo, están muy orgullosos de su cultura.

4: Haz amigos

Algo que me sirvió mucho fue que cuando llegué, estaba (en el equipo) Gabriel Cichero (defensa, jugador de la selección Venezuela) y me puse a vivir junto a su casa. Entonces eso fue una ventaja con la adaptación. Sin embargo, también sucedió algo importante: en el cuarto o quinto entrenamiento, vino un muchacho con la camisa del Caracas y la bandera de Venezuela. Yo le pedí el teléfono y fui a comer con él. Luego, en mi primer partido, vinieron dos venezolanos con la camiseta de la Vinotinto, y también les pedí el teléfono. Hicimos un grupo, y terminamos siendo como 30 personas, allá en Nantes. Y eso fue chévere porque nos juntábamos dos veces a la semana, a comer  o tomar café.

Uno de los venezolanos, tenía un puesto en el mercado de Nantes. Vendía arepas y empanadas y eso a mi me ayudó mucho. Obviamente cada ciudad es distinta. O cada equipo es distinto. A lo mejor Wuilker se encuentra con cuatro o cinco jugadores con los que pueda hablar en su idioma y se siente cómodo desde el principio. Yo no tuve eso. Me recibieron muy, muy bien en Francia, probablemente el equipo donde mejor me han recibido, hasta hoy, pero no es lo mismo que hablar con gente que tiene la misma cultura de uno, sobre todo cuando el cambio es tan radical.

5: El fútbol francés no es el colombiano

Con respecto al fútbol, es verdad que cada vez es más importante que el portero sepa jugar. Pero sigue siendo una posición bastante individual, al menos en el esquema táctico, o en la idea de juego. Más allá de que un entrenador le pueda pedir más o menos, que participe en el juego y eso es muy importante, la regla que hace que el saque de meta pueda ser recibido dentro del área, invita a  que casi todos los equipos salgan jugando, por lo tanto, en Francia es prácticamente difícil que veas que te presionen una salida. ¿Qué quiero decir? Que siempre, como portero, vas a tener una superioridad numérica en la salida.

La introducción anterior es porque el fútbol francés es muy diferente al colombiano. El fútbol colombiano tiene predisposición para atacar; es desordenado por naturaleza porque quiere atacar, quiere proponer, no le importa quedar mal parado atrás. Eso no va a pasar en Francia. Es muy difícil que un equipo quede mal parado atrás; es muy difícil que quede entregado. Pocas veces vas a ver a un equipo que trate de generar superioridades arriba (en el área), descuidando la parte defensiva.

Hay al menos 16-17 equipos que no lo van a hacer, incluyendo, seguramente el Lens. Más allá de que el fútbol ha cambiado muchísimo y cada vez hay más entrenadores a los que les gusta el fútbol atrevido, más propositivo, lo que yo me encontré fue que en la mayoría de equipos hay preocupación por mantener un equilibrio defensivo. Evitan a toda costa quedar en desventaja posicional o numérica en defensa. En ese sentido, a Wuilker le va a ayudar porque es el último hombre que defiende en el equipo.

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