¡Por Dios, es el 10 del Santos!

Creo que el país entero esperaba con mucha expectativa la presentación de Santos ante Boca Juniors en la ida de la semifinal de Copa Libertadores. Son días aún libres, de esos post resaca navideña, cuando todos estamos en casa porque ya no hay plata para gastar y ahora se suma la cuarentena radical; hipócrita medida higiénica después del libertinaje decembrino permitido.

Muchos tienen que luchar ahora para ver la Copa Libertadores. Desde la desaparición de DIRECTV en Venezuela y el reenganche con SimpleTV, el servicio de ESPN, la nueva casa televisiva del torneo, no está disponible como antes y cuesta Dios y su ayuda poder disfrutar de este evento que, en lo particular, me apasiona de manera desmedida.

Y la expectación era mayor porque el nuestro, Yeferson Soteldo, era la vedette del equipo que visitaba La Bombonera. En Suramérica, desde que se globalizó la televisión deportiva, aprendimos (quizá de manera alienada) que en el continente ya no es el Maracaná de Río de Janeiro el estadio más simbólico: ahora es el coso del popular barrio bonaerense de La Boca el que todos tienen como La Meca futbolística de América.

Entonces la serie Boca Juniors-Santos tiene mucho morbo, por ese singular atractivo para los venezolanos, porque está Soteldo y porque desde hace 20 años ha surgido una legión importante de seguidores xeneizes en nuestro país. Y todos queríamos ver su desempeño en un estadio que ya él visitó en la misma competencia en los tiempos de imberbe, cuando vestía la camiseta del Zamora y del cual era ya figura contrastada. Además, el muchacho estaba recuperándose tras haber contraído el tan maldito virus, lo que le había dejado fuera en la serie de cuartos de final ante Gremio.

Fueron solo 55 minutos de Soteldo en el campo. Hizo buenas jugadas individuales, aunque se notaba claramente que no estaba en su mejor forma física. Lo cierto es que su actuación fue suficiente para que los contrastados locutores Mariano Closs y Diego Latorre, la dupla top de Fox Sports primero y ESPN ahora, destacaran su presencia, algo normal porque el portugueseño hizo algo diferente al resto en un partido realmente soso.

“Me está sorprendiendo este chico”, dijo Latorre, a quien considero el mejor analista de fútbol en el continente, junto con Juan Pablo Varsky y Daniel Chapela. Entonces, ante su alabanza, uno como venezolano puede sentir dos cosas: orgullo, porque un comentarista de la talla de Latorre se quede prendado con lo que ofrece un futbolista venezolano, o preocupación, porque Soteldo tiene rato brillando en Suramérica y él no le había prestado atención.

¡Es que Soteldo es el 10 de Santos! ¿Cuántos en el mundo se han puesto esa camiseta tan representativa en la historia y la han defendido a tan buen nivel, tanto como para recibir el reconocimiento del mismísimo Pelé, quien apadrina a quien hoy se pone el que fue el dorsal más emblemático de sus tiempos? Subcampeón del mundo Sub 20 en 2017, llegó a Santos en 2019 como uno de los principales fichajes del campeonato más poderoso de América. ¿Es que Latorre no lo sabía?

No voy a condenar a tan excelente comentarista por no conocer a un futbolista relevante, pero sí creo que hay algo que debe hacer uno en esta hermosa profesión y es estudiar cada partido, prepararlo, descubrirlo, para que nada te tome por sorpresa, porque le hablas al continente y más allá (ahora con esto de la piratería televisiva). Cuando Soteldo tomaba la pelota en cada partido con público que jugaba en Vila Belmiro, un murmullo se escuchaba en la grada y eso se hizo viral. Porque es diferente, porque es capaz de hacer cosas distintas, algo que nadie en el fútbol argentino hoy en día hace. ¿Qué jugadores de sus características tiene Boca, River, San Lorenzo, Independiente?

Esta profesión nos expone y más si laboras en una cadena internacional. En mi carrera aprendí que nunca, nunca, debes dejar escapar un detalle. En los mundiales he tenido que conocer la carrera de futbolistas surcoreanos y saber pronunciar los apellidos de los iraníes, porque es mi compromiso y responsabilidad transmitir mensajes sin fallos, con el más mínimo margen de error. No solo debo conocer “mi” fútbol. Debo tener siempre como premisa, que hay alguien viendo o escuchando la transmisión que tiene más conocimiento que yo. A todos se les debe respeto.

Ni Latorre ni Closs por desconocer quién es Soteldo deben ser condenados por ello, es solo una liebre que se les escapó de la madriguera. Además, ¿usted cree que la indignación criolla en redes les afectará?

¡Es que es el 10 de Santos!