Para lograrlo, Portugal debe vencer a Turquía este jueves y la semana próxima al que resulte ganador en el partido entre Italia y Macedonia del Norte. No la tienen fácil: los italianos no están dispuestos a vivir la pesadilla de quedar por fuera. En caso de que su equipo lo logre, Ronaldo, de 37 años, llegaría a su quinto -y último- Mundial
A sus 37 años ya cumplidos, Catar-2022 debería ser el último Mundial para Cristiano Ronaldo, a condición de que Portugal se clasifique en la repesca, que comenzará para los lusos este jueves en Oporto ante Turquía (19h45 GMT).
En caso de victoria, los campeones de Europa en 2016 se jugarían el boleto a la cita mundialista el martes de la próxima semana contra Italia, la vigente campeona continental, o Macedonia del Norte, también en Oporto.
En caso de clasificación, Cristiano Ronaldo entraría en el restringido club de los futbolistas que han disputado cinco Mundiales. El de Catar sería además su duodécimo torneo internacional consecutivo, todos desde la Eurocopa-2000.
En cambio, en caso de eliminación de la cita mundialista (del 21 de noviembre al 18 de diciembre), podría suponer el fin de la era dorada del fútbol portugués, liderado por el quíntuple ganador del Balón de Oro, con el título europeo en 2016 como punto culminante.
No es la primera vez que Cristiano Ronaldo se ve en esta situación, ya que pasó por ello antes de la Eurocopa-2012 y del Mundial-2014, y hasta ahora siempre lo solventó con éxito.
En 2011, el entonces delantero del Real Madrid marcó un doblete contra Bosnia-Herzegovina y dos años más tarde le hizo cuatro tantos a la Suecia de Zlatan Ibrahimovic.
Presente en todos los grandes torneos desde el inicio de su carrera internacional en 2003, Cristiano Ronaldo siempre ha encontrado la manera de perforar el arco rival.
En la campaña clasificatoria europea que acabó en noviembre, al actual delantero del Manchester United anotó seis goles en siete partidos… pero no marcó en los dos últimos, un empate en Irlanda (0-0) y la derrota en casa contra Serbia (2-1), que envió a los portugueses a la repesca.
Aunque no alcanza los 50 goles por temporada desde 2018, Cristiano Ronaldo sigue siendo capaz de ofrecer destellos de clase, como hace dos semanas, cuando anotó un triplete en un partido de la Premier League, el 59º de su carrera, estableciendo un nuevo récord mundial de 807 goles como profesional.
Sin la potencia física de antaño y alineado con frecuencia como único punta de su selección, Cristiano Ronaldo depende cada vez más de sus compañeros, cuando hasta hace poco estaba acostumbrado a llevar él solo el peso del equipo nacional.
Tras la derrota contra Serbia, la prensa portuguesa criticó al seleccionador Fernando Santos por su incapacidad de lograr un equipo que juegue bien al fútbol pese a contar con un plantel lleno de calidad.
«Sabemos que tenemos talento. Si logramos tener un buen espíritu de equipo, estaremos en condiciones de superar estas eliminatorias», comentó el delantero del Liverpool Diogo Jota, el martes en conferencia de prensa.
Si Fernando Santos tiene muchas opciones en el sector ofensivo, donde también están Bruno Fernandes, Bernardo Silva y Joao Félix, la selección portuguesa llega a la repesca con una defensa diezmada.
El central del Manchester City Ruben Dias, el lateral del Wolverhampton Nelson Semedo, su compañero de club Ruben Neves y el también mediocentro Renato Sanches, del Lille, se perderán la cita por lesión, al igual que el arquero del Lyon Anthony Lopes.
Por su parte, el veterano Pepe (39 años) dio positivo al covid-19 el lunes y será baja al menos contra los turcos, y el lateral del Manchester City Joao Cancelo está suspendido para el primer partido.
«No debemos dar demasiada importancia a los que no están (…) Tenemos confianza en todos los que han sido convocados para reemplazarles», declaró Diogo Jota.
En una reciente entrevista a la AFP, el exentrenador del Mónaco Leonardo Jardim también se mostró confiado: «Tenemos un gran plantel. También tengo plena confianza en nuestro seleccionador. Fernando Santos es el único que ha ganado un título con Portugal y creo que clasificará al equipo».
Nunca Italia faltó a dos Mundiales consecutivos: los campeones de Europa de Roberto Mancini tienen dos partidos para evitar un fracaso histórico y superar el trauma que supuso en su día la eliminación en la repesca para Rusia-2018.
«Nuestro objetivo es ganar el Mundial, pero para ganarlo, hay que vencer en estos dos partidos», lanzó esta semana el siempre optimista seleccionador italiano, que por primera vez en sus cuatro años de mandato se encuentra entre la espada y la pared.
Para aspirar a jugarse la clasificación la próxima semana en Portugal, en casa de Cristiano Ronaldo, o en Turquía, la tetracampeona del mundo (1934, 1938, 1982 y 2006) debe superar primero el escollo de Macedonia del Norte, este jueves (19h45 GMT) en un estadio de Palermo que presentará un lleno absoluto (30.000 espectadores).
El peligro para la Azzurra en esta primera eliminatoria es un exceso de confianza ante la 67ª selección mundial, que nunca antes ha participado en una fase final de un Mundial, algo que no parece probable ya que después de conquistar la pasada Eurocopa, Italia suma decepciones: fin a la racha de imbatibilidad en la era Mancini (37 partidos) en la Liga de Naciones contra España y, sobre todo, ceder el billete mundialista automático a Suiza, que acabó primera en el grupo de clasificación.
Italia pagó caro los dos empates contra la ‘Nati’ (0-0, 1-1) en dos partidos en los que Jorginho falló dos penales que podrían haber cambiado el destino, y otro contra Bulgaria (1-1).
Así fue como la reina del empate (fue campeona de Europa en los penales) revive la pesadilla de la repesca mundialista, cuatro años después de perder contra Suecia en eliminatoria de ida y vuelta (0-1, 0-0) y quedarse fuera del Mundial.
Un ‘apocalipsis’ para un país que se perdía así su primer Mundial desde 1958. Y como recuerdo de aquel fiasco, los nueve jugadores que sobreviven de aquel equipo en la actual selección: Bonucci, Chiellini, Immobile, Belotti, Verratti, Insigne, Jorginho, Florenzi y Bernardeschi.
«Es comprensible que se piense en ello, pero tenemos que pensar sobre todo en los más reciente, en la victoria en la Eurocopa», declaró Mancini para insuflar confianza.
«Quizá no deberíamos encontrarnos en esta situación, pero así es el fútbol», añadió el seleccionador, que se muestra «confiado» en sus jugadores, que hace menos de un año obtuvieron «una victoria en la que nadie, absolutamente nadie creía».
Mancini no está preocupado por el estado psicológico de Gianluigi Donnarumma, cuyo error en el partido de vuelta contra el Real Madrid posibilitó la remontada blanca y la eliminación de su equipo, el París SG, ni por el físico de sus viejos guerreros, Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci, en fase de recuperación y a los que se les espera en una eventual final.
Pero más allá de la seguridad en defensa, el equipo de Mancini deberá recuperar su frescura en ataque, aunque lo deberá hacer sin Federico Chiesa, lesionado en la rodilla para toda la temporada, y sobre todo marcar goles.
Para ello cuenta con Ciro Immobile, que por fin parece brillar con la selección, con el trío del Sassuolo Berardi-Scamacca-Raspadori, o con Joao Pedro, el delantero del Cagliari nacido en Brasil hace 30 años y que ha sido convocado por primera vez, prefiriéndolo Mancini a Mario Balotelli.
Italia deberá desconfiar de Macedonia del Norte, capaz de dar la sorpresa pese a no contar ya con su ‘héroe’ Goran Pandev, retirado de la selección: el pequeño país balcánico de apenas 2 millones de habitantes ya dio la campanada en la fase de grupos al batir hace un año a Alemania (2-1), asegurando la segunda plaza del grupo por delante de Rumanía e Islandia.
El centrocampista del Nápoles Eljif Elmas, autor del gol decisivo contra Alemania, está suspendido para el jueves, pero el seleccionador Blagoja Milevski, igual de confiado que Mancini, le ha convocado para una disputar la eventual final.
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