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La Vinotinto y su nuevo reto: ganarle a Bolivia en un estadio que está a más de cuatro mil metros de altura

El choque ante los del altiplano se hará en el Municipal El Alto, sede del club Always Ready que ha vencido en todos sus juegos como local, en la Copa Sudamericana

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El reinicio de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026 comienza la primera semana de septiembre con seis partidos, por cada selección, que se extenderán hasta noviembre.

La Vinotinto enfrentará a Bolivia y Uruguay, entre el 5 y 10 de septiembre en localidades totalmente opuestas, respecto al clima, temperatura, entre otros elementos que pueden incidir en el resultado.

De acuerdo a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) el choque que su seleccionado tendrá contra Venezuela será en el Estadio Municipal El Alto, ubicado a 4150 metros sobre el nivel del mar (msnm), con el objetivo de sacarle provecho a la altura.

Este elemento es importante para el nuevo técnico de Bolivia, el boliviano Oscar Villegas, quien será el tercer entrenador que se hace cargo de La Verde, en los últimos dos años, luego de los fallidos intentos de Gustavo Costas y Carlos Zago.

Villegas fue técnico de Always Ready, equipo que juega en ese gramado y que ha tenido una excelente actuación en ese recinto. El DT también llega con experiencia en las selecciones nacionales Sub 17 y Sub 20.

El estadio El Alto será la sede del partido Bolivia-Venezuela. Foto: AFP

“Estamos preparando el partido contra Venezuela y lo queremos ganar”, dijo Villegas en julio, cuando fue presentado como nuevo timonel del equipo altiplano.

La urgencia de La Verde, es tratar de ganarle a Venezuela, rival directo en la lucha por la clasificación y salir del penúltimo lugar en el que se encuentra.

La Vinotinto y su nuevo reto: ganarle a Bolivia en un estadio que está a más de cuatro mil metros de altura

Villegas también pensó en la ventaja de jugar en El Alto, la cual fue aprobada por la Fifa y Conmebol, cuestión que hace más de una década no se dio.

Antes de comenzar las eliminatorias mundialistas, cada equipo coloca sus opciones de sedes para disputar los partidos. Algunas como Colombia, Bolivia, Uruguay y Ecuador las tienen fijas, pero otras como Brasil y Argentina prefieren rotarlas.

Cuando se pensaba que Bolivia seguiría en el estadio Hernando Siles de La Paz (3500 msnm), la nueva dirección técnica prefiere desgastar a La Vinotinto 600 metros más arriba.

Hasta ahora no se sabe cuál será el plan de Venezuela para este juego, ni de qué manera podrá sortear la altitud.

Tampoco está claro el día de su concentración y dónde lo hará, tomando en cuenta que apenas termine este choque, debe pensar en el careo ante Uruguay, cuatro días después en el estadio Monumental de Maturín, territorio de mucho calor y completamente plano.

La Vinotinto podría concentrar en el CNAR de Margarita, al nivel del mar, tal como lo ha hecho en los anteriores partidos, para después jugar en la altura y bajar para el choque ante los uruguayos.

La Vinotinto y la adversidad que le presenta Bolivia

La idea de los bolivianos tiene su sustento en cómo le ha ido al equipo local, Always Ready, en las copas Libertadores y Sudamericana, durante este año.

Sacando provecho a la altura, Always Ready ganó los cinco juegos que disputó en los dos torneos, con saldo de 14-1 en goles, incluyendo goleadas 6-1 ante Sporting Cristal y 3-0 frente a Defensa y Justicia.

Sin ser un ultra equipo (ha perdido la mayoría de juegos como visitante) Always Ready hizo del estadio Municipal El Paso un bunker que ahora la selección de Bolivia quiere imitar.

Las otras victorias fueron 2-0 ante Universidad César Vallejo, 2-0 frente a Independiente de Medellín y 1-0 ante Nacional de Montevideo en la Fase 3 de la Libertadores.

La última vez que Venezuela enfrentó a Bolivia, en La Paz, perdió 3-1 bajo la tutela de José Peseiro, en las eliminatorias pasadas.

En ese momento, La Vinotinto entrenó en Caracas, viajó a Santa Cruz de la Sierra para entrenar un día y subir esa noche, previa al partido, para jugar en el Hernando Siles.

Tras el partido, regresó esa misma noche a Caracas, para enfrentar al Uruguay de Oscar Tabárez con el que empató 0-0.

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