Yván Gil, el vicepresidente para la Seguridad y la Soberanía Alimentaria, señaló que las 15 plantas procesadoras de harina de maíz en manos del Estado aspiran a cubrir la mitad de la demanda venezolana en el corto plazo. “Estamos en crecimiento para ocupar 50% del consumo nacional y contrarrestar a aquellos capitalistas que dicen que el producto debe aumentar” aseguró.
Empresas Polar solicitó a comienzos de semana que el paquete de un kilo de harina de maíz pase a Bs. 24,50 como mínimo. Eso implica que se duplique el precio del producto que ahora está regulado en Bs. 12,40. En la última reunión entre los representantes de la empresa privada que domina 49% de la producción nacional y el gobierno se discutió el aumento, pero todavía no llegan a un ningún acuerdo.
Gil hizo su declaración en medio de la inspección a la planta Bravo Cacique en el estado Yaracuy, a donde acudió acompañado por Yván Bello, el nuevo ministro de Alimentación. La meta del gobierno es que esa planta doble su capacidad de producción al pasar de 600 a 1.200 toneladas mensuales de harina de maíz precocida.
Yván Bello apuntó, además, que los silos gubernamentales recibieron ya 7.000 toneladas del maíz. La producción viene de la cosecha de este año de los estados Portuguesa, Barinas y Yaracuy.