Economía

Francisco Rodríguez: Venezuela necesita salir del dólar a “precio artificial”

El economista del Bank of America insistió en que la unificación cambiaria en una tasa a Bs. 30 es el siguiente paso que debería adoptar el gobierno nacional.

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El Estímulo | Archivo

Octubre y el pago de 4.500 millones de dólares por servicios de la deuda de la República está a la vuelta a la esquina. Algunos economistas como Ricardo Haussman y Miguel Ángel Santos pronostican que el gobierno no cuenta con el efectivo para cancelar a tiempo, pero el Bank of America cree que el riesgo de default está muy lejos para Venezuela. Para el banco de inversión, en cambio, el problema es que el dólar siga con esas tasas de cambio de Bs. 6,30 y Bs. 11,20, como se vende en Cencoex y Sicad I respectivamente.

“Lo que falta es que el Estado comiencen a cobrar lo que cuesta el dólar. Lo que hay que hacer no es devaluar sino sincerar el tipo de cambio. Unificar el tipo de cambio en Bs. 30, no se puede llamar devaluación sino una sinceración” afirmó Francisco Rodríguez, el economista jefe para América Latina del banco.

En su participación en el programa “Análisis situacional” transmitido por Globovisión, el economista insistió en que la escasez de alimentos y medicinas se explica porque la producción nacional cayó a los niveles más bajos de la última década. “El fenómeno de la escasez se genera siempre que tienes un precio artificialmente bajo del dólar” expuso Rodríguez.

Una tasa de cambio única en Bs. 30 como se propone desde marzo pasado era la opción económica que impulsaba Rafael Ramírez, quien salió de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de la vicepresidencia económica a comienzos de septiembre. Sin embargo, ese precio ahora representa 70% menos que el valor de la moneda estadounidense en el mercado negro.

El exdirector de la Oficina de Asesoría Económica de la Asamblea Nacional aseguró, además, que la desconfianza de los mercados internacionales por la economía venezolana se impulsan por dos razones diferentes: la falta de encuentros directos con el gobierno y la ausencia de información transparente sobre los ingresos. Por ejemplo, el monto total de la cuenta corriente, el dinero en efectivo del que dispone el país, no se conoce oficialmente desde octubre del año pasado.

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