Tusk: Europa quiere ayudar a Grecia, pero no contra su "voluntad"
"Europa quiere ayudar a Grecia. Pero no puede ayudar a nadie en contra de su propia voluntad", señaló.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó este miércoles que la Unión Europea (UE) sigue deseando prestar apoyo a Grecia, aunque advirtió de que esto no es posible si el propio país no quiere, por lo que llamó a esperar al resultado del referéndum convocado para el próximo domingo.
«Europa quiere ayudar a Grecia. Pero no puede ayudar a nadie en contra de su propia voluntad. Esperemos a los resultados del referéndum griego», señaló Tusk en un mensaje en su perfil de la red social Twitter.
Tusk publicó este mensaje aproximadamente una hora después de que finalizara el discurso televisado del primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, en el que confirmó que mantiene la consulta convocada el próximo domingo sobre las últimas propuestas puestas encima de la mesa por sus socios y acreedores.
Tsipras ha mantenido su consejo a los griegos de que voten ‘no’, y subrayó que éste no se plantea la salida del euro, pues el Gobierno tiene la «firme» intención de llegar a un acuerdo con los socios.
El líder de Syriza ha enviado dos misivas a sus socios en las últimas horas, en la segunda de las cuales se mostraría dispuesto a aceptar, con algunos «cambios menores», las condiciones planteadas por los acreedores, según el diario británico Financial Times (FT).
En la primera carta, Tsipras pedía una extensión de última hora del rescate que expiró en la medianoche del martes, que fue rechazada por el Eurogrupo por la falta de tiempo para acometerla.
También solicitó un tercer «préstamo» de dos años en el que participaría el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate permanente de la eurozona, pero sin mencionar al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Eurogrupo ha celebrado una segunda teleconferencia hoy para abordar la situación griega tras el fin del rescate, de la que aún no se conocen detalles.
El país está, además, en su tercera jornada de corralito bancario y en atraso de pagos con el Fondo Monetario Internacional, al que debía haber abonado 1.500 millones de euros en la pasada medianoche.
