Froilán Barrios: "El gobierno ha declarado el trabajo forzoso"
El presidente del Frente Autónomo para la Defensa del Empleo, Froilán Barrios, aseguró que la resolución 9.855 que obliga a las empresas a ceder a sus trabajadores de manera temporal al sector agroalimentario, atropella los derechos de los trabajadores.
Barrios señaló que la medida también desestimula las inversiones en el país: “El instrumento violenta los convenios laborales, tanto nacionales como internacionales al establecer la condición de obligatoriedad”.
Froilán Barrios, Secretario General del Movimiento Laborista aseguró que lo grave en la crisis actual es la tragedia que viven trabajadores venezolanos en el sector público o privado, debido a la diferencia entre el poder adquisitivo y lo que se percibe nominalmente. Aseguró que en Venezuela estamos en el inframundo de la pobreza y Nicolás Maduro no hace nada para cambiarlo.
Es inevitable hacer comparaciones cuando de tiranías se trata. Al momento de conocer las atrocidades que a diario se cometen en nuestro país, ante el estupor de gobiernos e instituciones internacionales, quienes a pesar de afrontar realidades extremas en el terreno de la diplomacia, no dudan en calificar de barbarie al asesinato reciente del Capitán de corbeta Rafael Acosta o la agresión contra el joven Rufo Chacón a quien le destruyeron sus ojos a punta de perdigonazos por participar en una protesta en Táriba por bombonas de gas para el consumo domestico.
La transición ya comenzó y parece ser que nadie se ha dado cuenta. No quieren aceptarla, aferrados a las formalidades, y malinterpretan el mantra anunciado por Guaidó desde enero pasado, ignorando que es una guía y no un dogma o receta, por lo que los invocados tres pasos en su dimensión deben orientar las iniciativas de los sectores políticos, sociales y económicos, que empujen el barco opositor y ciudadano hacia el derrumbe de la dictadura. Ello no implica esconder las divergencias y las dudas en un contexto difícil, donde las acusaciones, la desconfianza, el brollo y las descalificaciones son lamentablemente el escenario protagónico y privilegiado de nuestras tradiciones políticas, acentuadas hoy por el prolongado desenlace y desconcierto.