Economía

La activación comercial en la frontera será gradual y favorecerá a Colombia

Hay expectativas e incertidumbre sobre la anunciada reactivación del intercambio comercial con el país vecino, una vez que asuma la presidencia Gustavo Petro el 7 de agosto. La única certeza en Táchira es que no será un proceso rápido

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Fotos: Cortesía Rosalinda Hernández
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Habitantes de la zona fronteriza, expertos en el tema de aduanas, comercio exterior, transporte e integración coinciden en afirmar que al contrario de lo que se cree o del rumor que se ha generado, la reactivación del paso de mercancías entre el estado Táchira y su vecino colombiano, Norte de Santander, no se hará de manera inmediata el próximo lunes 8 de agosto.

Francisco Sánchez, docente e investigador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración de la Universidad de Los Andes, aseguró que la apertura que se produzca en la frontera de Táchira y Norte de Santander será gradual e irá acompañada del restablecimiento de relaciones diplomáticas y consulares.

“Será gradual, lo han dicho funcionarios de Venezuela y Colombia. Y antes de que lo anunciaran, expertos y analistas de la situación lo expresamos. Una frontera que ha estado cerrada desde el año 2015 por parte del gobierno venezolano, además con ruptura de relaciones diplomáticas y consulares desde el año 2019, cuya decisión también la tomó Venezuela, es más difícil de abrir abruptamente que de cerrar abruptamente como lo hicieron”, agregó.

En cuanto a la reactivación del transporte de carga binacional e intrafronterizo, el especialista explicó que es necesario que los sistemas aduanales de ambos países, el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria en Venezuela y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales en Colombia, estén interconectados y la información se pueda consultar y transmitir de uno a otro lado.

“Igualmente, se intercambia la información referente al chofer del transporte de mercancías y los ayudantes que la transportan de un lado a otro de la frontera”.

¿Y la seguridad jurídica?

El investigador del CEFI, precisó que la seguridad jurídica y económica es un elemento que se debe tener en cuenta para que la reapertura fronteriza no solo sea un hecho, sino que se mantenga en el tiempo y sea beneficiosa para todos.

“Hay temor e incertidumbre no expresados públicamente, pero existen en cuanto a la seguridad jurídica en Venezuela. Es algo que todos los estudios hechos lo han arrojado: en Venezuela no hay seguridad jurídica, tampoco económica. Mientras que en Colomba sí la hay, siendo esta una ventaja para los venezolanos que exportan y para los transportistas”.

En Colombia, ante cualquier inconveniente o incumplimiento de contratos, la estructura legal y económica del país no cambia y cualquier variación si no es conveniente o está en contra de las leyes puede resolverse por la vía jurisdiccional, de no existir acuerdo entre particulares.

En el caso de Venezuela esta situación no es posible porque el Estado constantemente cambia las normas (ni siquiera las leyes) que rigen las relaciones económicas y comerciales. Esta situación genera inseguridad jurídica y por ende preocupación en los empresarios colombianos.

Sánchez aconsejó guardar calma y esperar si se produce la reapertura para saber de qué manera se permite el transporte internacional y transfronterizo, si pasará como siempre por los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander o el puente La Unión, mientras se habilita el puente internacional Tienditas que aún no está concluido.

El paso de personas está solo permitido de manera peatonal: “¿Significa que las personas deben transitar por las aceras aledañas a donde transitan los camiones o gandolas?”, se preguntó el especialista.

Cerrada no está

Por su parte, el expresidente de Fedecámaras Táchira y expresidente de la Cámara de Comercio de San Antonio del Táchira, José Rozo, afirmó que “la frontera no está cerrada, lo que están cerrados son los puentes internacionales para el paso vehicular”.

Tampoco es cierto que va a reactivarse el comercio entre Venezuela y Colombia porque, a juicio de Rozo, nunca ha estado cerrado, lo que están rotas son las relaciones diplomáticas y consulares: “Hecho que se dio cuando el régimen expulsó al cuerpo diplomático colombiano y sacó, prácticamente a patadas, a centenares de familias de colombianos habitantes de San Antonio del Táchira, marcando sus viviendas, imágenes que le dieron la vuelta al mundo”.

Rozo señaló que el comercio entre ambas naciones ha fluido de manera ininterrumpida por vía marítima y vía terrestre por Paraguachón. Por la frontera de San Antonio del Táchira, el intercambio ha sucedido “por la trocha la Ponderosa, (paso ilegal) por donde nunca ha parado el paso de grandes mercancías”.

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Se ha tratado de crear en la opinión pública la idea de que con la apertura de los puentes se van a solucionar todos los problemas económicos. Y no es así: «El problema económico de Venezuela, depende exclusivamente de políticas internas, nacionales, que van mucho más allá de abrir el paso vehicular por esta frontera», explicó.

Colombia gana

Para el empresario, lo que sí se avizora es que Colombia, “viene con todo y por todo”.

El recién electo presidente de ese país Gustavo Petro, ha dicho que esperan vender a Venezuela el equivalente a 10 mil millones de dólares y generar con ello un millón de nuevos empleos en su país. Mientras tanto, los venezolanos no tienen o tienen muy poco qué vender por vía de exportaciones tradicionales a Colombia: “Porque las exportaciones están empobrecidas a causa de las políticas ruinosas del régimen de Caracas”, apuntó Rozo.

Mientras que Colombia tiene una estrategia geopolítica y binacional, Venezuela carece de poder de producción industrial interna para afrontar las amenazas comerciales vecinas como en este caso, señaló el especialista y advirtió que aún no hay una información clara de cómo será la reapertura comercial fronteriza.

Euforia colectiva

El ex gerente de la Aduana Principal de San Antonio del Táchira y comerciante Jorge Valenzuela, dijo a El Estímulo que el anuncio de reapertura ha generado una serie de expectativas en los sectores económicos de ambas naciones.

Cada sector opina positivamente del futuro promisorio de emprendimiento y desarrollo que se generará a partir de esa reapertura, sostuvo Valenzuela.

Sin embargo, señaló que en medio de la euforia colectiva existen escollos que ambos países deben sortear con inteligencia y cooperación para poner en marcha los procesos necesarios y transitar nuevamente rutas ciertas y con bases firmes hacia la integración comercial: “El mismo gobernador Freddy Bernal señaló como debilidades de la apertura de frontera el pésimo estado de la infraestructura vial, los deficientes servicios públicos y de telefonía, fallas de internet y falencias de la banca pública y privada las cuales se deben atender inmediatamente para adaptarse a la reapertura de manera competitiva”.

Algunos sectores de ambas naciones se aventuran a anunciar cifras económicas que generan expectativas: “Han llegado a decir que en poco tiempo se recobrarán las cifras del pasado y que de nuevo será la frontera tachirense el primer puerto terrestre de Latinoamérica por el volumen del intercambio comercial en términos económicos”, cuestionó.

“Han señalado cifras producto del intercambio para lo que queda del año que van desde los 800 millones hasta los 1.200 millones de dólares”.

Coincide con José Rozo en afirmar que los más favorecidos con la reactivación comercial serán los empresarios colombianos, sabiendo que en este momento Colombia es un país con gran desarrollo en el área industrial, agroindustrial y de servicios, necesitados de potenciales mercados para poner sus productos.

Mientras que del lado venezolano existen necesidades a cubrir por la vía de la importación, sobre todo en alimentos con exenciones de gravámenes aduaneros y tributarios para paliar la escasez interna.

Desbalance

Hasta la llegada de Hugo Chávez al poder el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia sobrepasó los 7 mil 200 millones de dólares, para ese momento la balanza comercial era favorable a Venezuela en un monto cercano al 75%, luego hacia el año 2008 los niveles del intercambio se mantuvieron cercanos a los 7 mil millones, pero con la desventaja de que se invirtió la balanza comercial favoreciendo a Colombia, explicó Valenzuela.

“Colombia llegó a exportar hacia Venezuela mercaderías por un monto cercano a los 6 mil millones de dólares y de Venezuela se importaron alrededor de mil millones. Fue la época de las expropiaciones, situación que generó desconfianza y carencias en el mercado interno. Esta época se recuerda como la ‘economía de puertos’ porque había dinero a montón para traer de afuera y así castigar a los llamados oligarcas con la excusa de que ponían precios de usura a los comerciantes”.

La situación condujo al cierre y quiebra de empresas que no soportaron la competencia desleal por parte del gobierno que importaba de todo y no pagaba ningún tipo de impuestos, agregó el ex gerente aduanero.

“Hoy, con una economía paralizada y luchando por sobrevivir en medio de las dificultades, con ausencia de productos y materias primas, somos los venezolanos los mayores interesados en la futura reapertura fronteriza, porque, aunque sea gradual e incluso aunque favorezca económicamente más a Colombia, para Venezuela representa un oasis que aliviará la sed en medio del desierto”.

La reapertura no traerá mejoras a las poblaciones de frontera, que continuarán siendo actores mudos de la reactivación, cuyos beneficios económicos serán muy escasos, pues la mayoría de lo que fue un pujante comercio en San Antonio y Ureña, está cerrado y no hay nada que ofrecer a los eventuales compradores colombianos. Los comerciantes que aún subsisten lo hacen vendiendo la misma mercancía traída de Colombia, sentenció el comerciante.

¡Listos y preparados!

Para el director de Comercio Exterior y Fronteras en la Cámara Social de Transporte y Carga, Vladimir Tovar, la realidad es otra y la reactivación comercial está lista y esperando fecha para concretarse.

“Estamos listos y preparados para que en el momento en que se reactive el intercambio comercial se comiencen a desarrollar todas las operaciones de comercio internacional y se active toda la logística que existe a ambos lados de la frontera, tanto en Norte Santander como en Táchira”.

Agentes de aduana, almacenadoras y depósitos aduaneros, transporte de carga internacional y operadores logísticos venezolanos juntos con los pares de Norte de Santander, han desarrollado una serie de actividades de revisión del marco normativo, y en ese particular Venezuela y Colombia mantienen vigente el acuerdo de alcance parcial donde se sostiene todo lo que significan las normativas en materia de comercio de mercancías, informó.

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“Esta misma normativa viene rigiendo igual las operaciones de importación y de exportación que entre ambos países se desarrollan en la frontera del sur (Paraguachón) y el departamento de La Guajira”.

El representante de la Cámara Social de Transporte, indicó que toda la normativa aduanera se ha mantenido tanto por el lado de Colombia, como por Venezuela y no existen cambios en las legislaciones que requieran alguna adaptación a los procesos aduaneros.

Los procedimientos siguen siendo los mismos, en el caso de Venezuela, se ha implementado a nivel de la plataforma electrónica establecida para las instalaciones de aduanas, el conocido como el Sinudea World, destacó. En junio se desarrollaron actividades de formación y capacitación para el sector aduanero y de auxiliares aduaneros para el manejo de esta plataforma que ya está operando desde hace un tiempo en los puertos nacionales y otras aduanas terrestres del país.

“En este momento, la Aduana Principal de San Antonio y todos los servicios que forman parte de la estructura de la plataforma: agencia de aduanas, almacenadoras y transportes de carga están totalmente interconectados, articulados y apalancados para iniciar todos los procesos de declaración de aduana conforme a la legislación venezolana”.

En cuanto al transporte de carga internacional, se ha establecido con los homólogos de Norte de Santander agrupados en la Federación Colombiana de Carga (Colfecar), darle al sector un tratamiento especial -avalado por la gobernación de Táchira- para poder operar bajo una excepción de lo que sería mantener los permisos que están vencidos a nivel de transporte internacional y extender su vigencia por un mínimo de seis meses a partir de la fecha que se inicie el paso de carga.

Pero, con todo, no es posible establecer ahora mismo una fecha para la reactivación comercial. Precisó Vladimir Tovar que después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países que se dará el próximo 7 de agosto, se activarán todos los protocolos relacionados al proceso de designación de embajadores y la parte de consular.

“La agenda en materia de información que incluye el restablecimiento de cruces fronterizos entre Norte de Santander y Táchira, estimamos que sea un proceso que pueda durar alrededor de 10 a 15 días y que probablemente, para después del 15 de agosto se pueda estar iniciado formalmente la reactivación”.

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