El 30 de junio dos venezolanos se enfrentarán en las mesas electorales de la Universidad Central de Venezuela. Uno de ellos será el nuevo rector, después de 15 años sin elecciones en nuestra principal casa de estudios.
En asuntos electorales muchas veces hemos votado “por el menos malo” o “en contra de”. Esta oportunidad es diferente: cualquiera de los dos que gane será un lujo de rector. Los dos candidatos son aficionados a la música, la herramienta más poderosa para mejorar la salud física y mental, fomentar la creatividad, estimular el aprendizaje, mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Víctor Rago es arpista y Humberto Rojas es coralista.
Humberto Rojas es físico de la UCV, y en sus años de estudiante fue miembro del Cuerpo de Bomberos Voluntarios Universitarios. Tiene posgrado en Instrumentación de la misma UCV y un Doctorado en Física Atómica y Molecular de la Universidad de Manchester, Inglaterra. Todavía canta en “La parranda de Ciencias”, de la que fue fundador en 1983, un grupo que salió de la Coral de la Facultad de Ciencias y que se fundó “para alejarse un poco de la rigurosidad del canto académico” y disfrutar de las fiestas navideñas, tanto en parrandas en las calles, como participando en festivales. También juega básquetbol en el equipo de los profesores.
Víctor Rago es antropólogo de la UCV y Doctor en Lingüística de la Sorbonne, París. Hay una historia de cuando estudiaba en Francia: mientras Rago, que cargó con su arpa a través del océano, tocaba para relajarse, había un venezolano que había perdido su beca y como interpretaba muy bien el cuatro, eso se mantenía con eso. Un día le pidió a Rago que tocara con él en el Metro. La propuesta fue aceptada, pero le puso dos condiciones: la primera, que debían ensayar. La segunda, que tocarían una sola vez. El cuatrista accedió a ambas y llegó el día cuando los dos se apersonaron en una de las estaciones de Metro más grandes de París, Chatellet-Les Halles. Dieron su concierto y recogieron muchísimo dinero. Cuando el cuatrista fue a dividir las ganancias, Rago le dijo: “Quédate con todo, que tú lo necesitas más que yo”.
Quisimos ahondar en las propuestas, ideas y pensamientos de cada candidato, para lo que les formulamos las mismas preguntas. Aquí sus respuestas:
–¿Cuál fue la motivación principal para lanzarse a optar por el rectorado?
–Humberto Rojas: Diría que tiene que ver primero con mi historia como ucevista, luego, con la enorme preocupación que me causa ver el deterioro que ha sufrido nuestra casa de estudios producto de todas las circunstancias del país, la pretensión del Gobierno de implantar una única visión sobre todo en las universidades, que son los centros de estudios donde se forman las nuevas generaciones, el cerco presupuestario, los bajos salarios y ver durante mucho tiempo el sufrimiento de nuestros profesores, en particular, porque fui parte de la Asociación de Profesores y también el sufrimiento que he visto en el resto de nuestros trabajadores y estudiantes, producto de la situación de crisis que estamos pasando. Creo que es importante tener una universidad fortalecida para atender los aspectos que tienen que ver con la gente, para poder pensar entonces en que la academia tenga el espacio necesario para su desarrollo pleno.
–Víctor Rago: Contribuir a la recuperación de la universidad, que es una obligación que deben asumir responsablemente todos los ucevistas. Creo que puedo hacer una contribución modesta, sin dejar de ser importante, al esfuerzo por convertir a la universidad en una institución moderna, en una institución apta para cumplir plenamente con su función de proyecto social, para la formación de profesionales bien preparados y para jugar un papel activo en la configuración del mundo contemporáneo.
–Está claro que el equipo rectoral que cesa en sus funciones enfrentó todas las dificultades para renovarse. ¿Permanecerían en el puesto si no hay elecciones cuando se venza el período?
–Víctor Rago: Confío en que la celebración de estas elecciones abra de nuevo una época para la universidad en la que las elecciones puedan celebrarse en los ciclos correspondientes para la renovación de los cuadros directivos de la institución. Yo estaré al frente de la institución el tiempo que sea necesario, pero no aspiro superar los cuatro años que me corresponden, salvo que circunstancias excepcionales me obligaran a permanecer al frente del cargo. No vamos a abandonar a la institución, pero no creemos que sea conveniente para ella que los periodos se extiendan indefinidamente y procuraremos, si eso fuera consecuencia de la acción de circunstancias externas, combatir esas circunstancias tan enérgicamente como sea posible.
–Humberto Rojas: El que no se hayan realizado elecciones en la UCV y la suspensión de esas elecciones ha sido un problema grave. Una de las cosas que hay que hacer es formular un nuevo reglamento electoral, ya no transitorio, sino que de alguna manera incorpore algunos de los elementos que tiene el actual, pero que sea acordado como el reglamento por el que haya que regirse los próximos años. De no darse las elecciones, tendría que seguir como rector, porque dejar los espacios no es una acción que favorezca de manera alguna el desarrollo de la universidad. Por el contrario, creo que este largo periodo sin elecciones fue una de las causas principales para que no hubiese el espacio para el contraste de ideas, la renovación, las propuestas, el diálogo… Se rompieron todos los vínculos internos en torno a los proyectos para la universidad y creo que es esencial que se produzcan elecciones de manera periódica. Este es un elemento por el que hay que luchar y buscar que todos estos procesos electorales se hagan de manera regular para que permitan esta dinámica de propuesta y de discusión, esta dinámica de acercamiento, que es parte de lo que enriquece la labor universitaria
–¿Qué opinan sobre el porcentaje de distribución de los votos para escoger las autoridades, tomando en consideración el sentido de pertenencia y permanencia?
Humberto Rojas: En cuanto a la distribución de los porcentajes, creo que, por supuesto, hay que considerarlos. Sin embargo, no creo que sean determinantes. A propósito del sentido de pertenencia de los distintos actores de la universidad, profesores, empleados, obreros, estudiantes y muchos egresados sienten ese arraigo, esa vinculación estrecha con la universidad, no es un elemento exclusivo de un sector. En el caso de la permanencia, por supuesto, los profesores, los empleados y obreros, los profesionales tienen un tránsito más prolongado por la institución y eso puede darles una visión distinta a aquella que tienen los estudiantes, que permanecen 5 años en principio, y que pueden tener una visión limitada durante ese período. Sin embargo, no es el elemento esencial. Los porcentajes tienen que ser asignados de acuerdo al carácter académico que debe tener la universidad, los aportes que hacen los sectores profesionales y estudiantiles en esa relación de aprendizaje y de generación de conocimiento. El aporte que hacen todos los demás sectores también es importante, sin embargo, la universidad es una institución donde debe prevalecer la meritocracia, por lo tanto, este es el elemento esencial para determinar cuáles deben ser los porcentajes. El de los docentes y los investigadores tiene que ser el mayor, ya que refleja el sentido académico de la universidad.
–Víctor Rago: El porcentaje mayoritario en el valor del voto debe corresponder a los profesores y, en segundo lugar, a los estudiantes. En ese sentido, no me pronuncio por el monto específico establecido en esta oportunidad, que en el caso de estudiantes y profesores es el mismo que contemplaba el reglamento del año 2007, todavía vigente. En el caso de los sectores que se incorporan en esta oportunidad al ejercicio del sufragio, deben tener un porcentaje menor, pero para mí el problema fundamental es que el establecimiento de esas proporciones de los diferentes sectores debe ser el resultado de un debate que no se ha producido en la universidad sobre el importantísimo tema de la democracia universitaria. Cuando ese debate haya tenido lugar, durante el tiempo que sea necesario hacerlo, y se hayan construido los consensos que debe producir el propio debate, estoy seguro de que va a poder dictarse un reglamento mucho mejor que el reglamento vigente actual y que el reglamento transitorio que expira 15 días después de la proclamación de los candidatos de estas elecciones.
–El régimen de Maduro, después de cortarle el presupuesto a la universidad, ahora tiene un pie adentro, reconstruyendo lo que ellos mismos dejaron dañar. ¿Cómo piensan manejar esa situación?
–Víctor Rago: Nosotros pretendemos establecer con el Gobierno un nuevo tipo de diálogo en el cual la claridad de las cosas que se le digan y la firmeza con la que se le digan esas cosas deben formar parte de un nuevo lenguaje. La universidad no necesita hacer concesiones para entenderse con el Gobierno, sino que debe procurar persuadirlo de que su relación, es decir, la relación del Gobierno con la institución académica, debe ser una relación entre instituciones del sector público para beneficio de la sociedad. Es verdad que ha debido entregarle a la universidad los recursos necesarios para el mantenimiento de la planta física, así como para otros fines vinculados al funcionamiento de la institución y no lo ha hecho. Ahora aspira a beneficiarse propagandísticamente en un proceso de recuperación física de la universidad que tocaba hacer a la propia institución si el gobierno le hubiera entregado oportunamente los recursos. Con el Gobierno nos entenderemos para decirle que no necesitamos su presencia en el campus universitario para el mantenimiento de los jardines, de la planta física y de las estructuras edificadas de la institución. Eso lo puede hacer perfectamente la universidad, que cuenta con los órganos técnicos competentes para ello, como el Consejo de Preservación y Desarrollo que está en condiciones de responder oportuna y eficazmente a las exigencias de la declaratoria de patrimonio mundial con el que La Unesco benefició a nuestra institución en el año 2000.
–Humberto Rojas: La presencia de la comisión presidencial que está en el proceso de intervención de la Ciudad Universitaria de Caracas es una situación que requiere que se entienda cuál ha sido el desarrollo del proceso de declaración de Patrimonio Mundial, donde participan tres entes: la UNESCO; el Gobierno nacional como Estado miembro de la ONU y un tercer elemento que ha sido dejado de lado, que es el Consejo de Preservación y Desarrollo (COPRED) de la UCV, que tiene como función velar por todo el desarrollo de la ejecución de cualquier obra o intervención que se realice en la Ciudad Universitaria, para preservar el carácter patrimonial de estas instalaciones. Como se ha dejado de lado este elemento, pensamos reclamar la participación del COPRED en las decisiones que tienen que ver con la intervención la Ciudad Universitaria y reclamarla ante la UNESCO para tener esa presencia, porque no se trata de un proceso de mantenimiento, no se trata de un proceso de restauración, se trata de un proceso de preservación del carácter patrimonial de nuestras instalaciones.
En este momento se están sustituyendo piezas de valor patrimonial. Por ejemplo, en la Facultad de Humanidades han sido sustituidas platinas de bronce por latón. Si bien funcionalmente pueden cumplir con el objetivo, se pierde el carácter patrimonial y quitan el valor agregado de esas piezas. También tiene que haber un equilibrio con la parte funcional. Hay espacios que han sido remodelados para cumplir funciones distintas a las que originalmente cumplían. Esta relación tiene que ser armónica entre los entes que determinan el carácter patrimonial, las que preservan ese carácter y los que supervisan las obras y conocen cómo adaptar esas instalaciones a las necesidades actuales de la universidad. Esto de ninguna manera quiere decir que nos negaremos a la presencia del Gobierno en la restauración o la intervención dentro de la universidad, pero no son ellos los que exclusivamente pueden determinar cuáles son las obras y cómo se realizan dentro la universidad. También hay que señalar que deben regirse por las mismas condiciones que se nos exige en cuanto a licitaciones públicas, transparencia en el uso de los recursos y que no es posible que intervengan en funciones que van más allá de las tareas que tienen asignadas. No deben intervenir en la seguridad, ni en la limpieza y mucho menos pretender influir en la autonomía académica de la universidad.
–En cuanto al presupuesto y la zona rental. El déficit presupuestario es cada vez mayor en la UCV. Ha habido iniciativas para recaudar fondos entre egresados y fondos internacionales. ¿Qué piensan hacer al respecto?
Humberto Rojas: La universidad tiene que vincularse necesariamente con su entorno, se debe a la sociedad y debe profundizar su responsabilidad social universitaria, actuar e influir sobre las políticas públicas. Debe vincularse a las ONG, a los sectores productivos del país, pero también debe servir de ejemplo en el manejo de los recursos que pueda generar. Tiene que haber transparencia, la gente tiene derecho a saber cómo se generan los ingresos, cómo se administran y participar en la decisión sobre el uso que se le dan a los recursos que se puedan generar y hay que, de manera diligente y eficiente, ofrecer la información a toda la comunidad. Para esto pueden ayudar de manera significativa las nuevas tecnologías. Hay que combatir, efectivamente, una serie de de actos de corrupción, no solamente externa, sino interna. Tenemos grandes índices de corrupción en el país e internamente no somos ajenos a este flagelo. Tenemos que llegar a evaluar cuál es la situación, como el cobro por cupos, cobro por gestiones dentro de la universidad y la desviación de recursos a personas o entes que no tienen que ver con la función universitaria. Todo recurso que se genere dentro de la universidad tiene que tener como objetivo mejorar las condiciones académicas de la institución, atender docencia, investigación y extensión. Es necesario costear una educación que es costosa y que requiere de recursos, y aparte de reclamarle los recursos al Estado, debemos generarlos también para evitar la excesiva dependencia de los aportes del Estado a la universidad. Hay que mejorar la comunicación interna para que sean visibles los distintos procesos, tiene que haber una contraloría activa por parte de los distintos actores y los convocaremos a que puedan participar como contralores de todos los procesos que se realicen y corregir en donde se esté fallando.
Víctor Rago: Eso que usted ha mencionado es cierto: la universidad debe volverse una institución más productiva, pero para que la universidad pueda obtener beneficios, pueda obtener recursos complementarios de su producción, tiene que desarrollar las capacidades que le permitan establecer nuevas relaciones para negociar con los sectores interesados del mundo extra universitario. Esa oferta que la universidad debe hacerle a los sectores productivos es posible, siempre que la universidad formule las políticas necesarias que permitan acoger las iniciativas que surjan en el seno de la propia institución y al mismo tiempo, promover el movimiento en dirección de esos sectores, para que reciban la producción de la universidad, que consiste fundamentalmente en conocimientos y bienes y servicios derivados de esos conocimientos.
–La autonomía universitaria es un tema que preocupa. Los enemigos de la autonomía universitaria incluyen al Gobierno y otros factores externos que intentan interferir en la gestión de la universidad, grupos políticos que buscan influir en la investigación o la enseñanza, y la corrupción interna o externa que puede socavar la independencia y objetividad de la universidad. ¿Cuáles son sus planes para evitarlo?
–Víctor Rago: No hay la menor duda de que el Gobierno es enemigo de la autonomía universitaria y que ha impulsado políticas que, o bien conculcan aspectos de esa autonomía, o bien le impiden a la universidad ejercerla, poner en práctica el principio autonómico con eficacia. Pero la autonomía tiene enemigos internos también. La autonomía es un concepto complejo y debe ser entendida no solamente como un medio de preservación de la institución y de la indebida injerencia externa, sino también como un instrumento de la transformación de la institución. Propulsar cambios y transformaciones institucionales es una forma perfectamente digna de ejercer la autonomía. Vamos a reclamarle al Gobierno la restitución de los aspectos conculcados de la autonomía universitaria, especialmente en la esferas financiera y administrativa. Para esto necesario la participación activa, la incorporación a la defensa de la universidad de toda la comunidad universitaria. Nuestro propósito es restituir al principio autonómico en su máxima escala, a plenitud, para que la universidad pueda cumplir con sus altos fines en relación con la sociedad.
–Humberto Rojas: La autonomía tiene que ser un tema central de cualquier gestión, no solamente la autonomía administrativa y de los espacios, sino, sobre todo, la autonomía académica. La universidad tiene que tener una función clara como ente del Estado que tiene que ver con orientación del país sobre los grandes problemas que presenta, servir de faro para orientar sobre la resolución de estos problemas, pero tiene que tener la autonomía suficiente para que en sus espacios se desarrollen las distintas corrientes del pensamiento, que los problemas se enfoquen desde distintas perspectivas y eso requiere tener esa libertad de acción que no debe ser influída por entes externos. La autonomía es un elemento esencial, que hay que defender a toda costa. La autonomía académica es la libertad de pensamiento y no podemos permitir de ninguna manera que factores externos incidan sobre las decisiones ni sobre las visiones o las discusiones que deben darse en el centro del ámbito universitario, con las reglas propias de la universidad: el respeto, la consideración hacia los otros, para formar al universitario que tanto requerimos para el país de hoy en día.
–Tras ganar las elecciones, ¿tiene alguna propuesta estratégica para hacerle al otro candidato?
–Humberto Rojas: No solamente al otro candidato, aquí deben incorporarse todos los candidatos que han participado en esta contienda para autoridades centrales y también quienes optaron a los distintos decanatos. Hay ideas y propuestas sumamente interesantes e importantes que también tienen que ser analizadas e incorporadas a la propuesta global. Que toda la comunidad se sienta identificada para que podamos entonces construir equipos con los distintos actores, profesores, empleados, profesionales, estudiantes, obreros para llevar la universidad del “antes” y ubicarla definitivamente en el siglo XXI. Tenemos que incorporar también a nuestros egresados, a la diáspora, a los sectores productivos. Crear toda una dinámica de integración y sinergia para poder acometer la inmensa tarea que nos toca y que se extenderá, necesariamente, más allá del periodo de cuatro años que dura el ejercicio del cargo de las autoridades centrales. En este sentido, lo primero entonces es un llamado a la participación para crear los espacios de diálogo que permitan encontrarnos una vez que culmine este proceso electoral.
–Víctor Rago: Aunque estamos seguros de que tenemos un programa amplio y nutrido de buenas propuestas, también sabemos que en los programas de los otros candidatos hay planteamientos interesantes. Nosotros vamos a procurar tomar de los programas de nuestros colegas que ya no están en la carrera electoral y del colega que sí lo está todavía, aquellos aspectos que puedan complementarse con los planteamientos que hacemos en el nuestro. Y vamos a invitar a participar en la reconstrucción y revitalización de la universidad a todos aquellos universitarios, cualquiera que haya sido su compromiso con las diferentes opciones rectorales que han tomado parte en este proceso, para que convirtamos de nuevo a nuestra universidad en una institución de vanguardia, en una institución moderna, en una institución capaz de contribuir decisivamente al desarrollo nacional.