Economía

Gobierno da la espalda a la grave crisis de insumos médicos

En medio de una crisis hospitalaria ocasionada por la falta de insumos médicos, que tiene paralizadas las cirugías cardiovasculares en distintos centros de salud del país, los importadores se ven de manos atadas por la falta de divisas y la desconfianza tanto de los proveedores internacionales como del gobierno.

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El juego está trancado. Los recursos que el gobierno autorizó a los importadores de insumos y equipos médicos este año nunca fueron liquidados. Los inventarios están agotados en casi todos los renglones y, ahora, el Centro Nacional de Comercio Exterior duda de la veracidad de la deuda.

La semana pasada, miembros de la directiva de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorio y Afines (Avedem) asistieron a una reunión a la que esperaban ver, al menos, a la vicepresidenta del organismo cambiario. En vez, fueron atendidos por funcionarios de menor rango quienes se encargaron de informarles que no reconocerían la deuda porque sospechaban del uso dado a los recursos autorizados, dijo uno de los asistentes.

El gobierno permitió compras a través del sistema de asignación de divisas del Estado por $85 millones a los importadores de equipos e insumos médicos este año. El requerimiento anual, según han afirmado distintos representantes del gremio, es de $1.000 millones.

No obstante, la asignación permitió a los empresarios negociar nuevos despachos con los proveedores internacionales. Estos recursos nunca fueron pagados, afirmó un directivo a Elestimulo.com.

«Se comprometieron a pagar las importaciones nuevas y la mitad de la deuda vieja. Esto no se cumplió, y ahora dudan de la deuda, dicen que no es verdadera», dijo.

El sector mantiene compromisos con empresas extranjeras por $275 millones. Algunos pagos corresponden a 2013.

«La deuda vieja no se va a reconocer», expresó.

Lo que sí es evidente es la creciente escasez de insumos básicos en el sistema de salud, tanto público como privado. El consultado afirmó que los inventarios están en cero en casi todas las categorías y que el área cardiovascular no es la única afectada. Recordó que las clínicas han venido paralizando las cirugías electivas y, más recientemente, algunos procedimientos traumatológicos.

Esta situación tampoco es nueva. En agosto de 2014, Avedem envió un informe a la Asamblea Nacional donde detallaban los niveles de inventario por área de especialidad. En el caso de la medicina nuclear –tratamiento de cáncer–, cardiología intervencionista y hemodiálisis las fallas eran más graves: 70% y 80% de productos se habían agotado.

Entre los más escasos se encontraban balones coronarios, stents, sondas, catéteres, entre otros. Esto hace más de un año. Pero no fue sino hasta hace un poco más de una semana que la situación alcanzó su punto más álgido, con la suspensión definitiva de los procedimientos en algunas clínicas privadas por la ausencia de estos dispositivos.

Los repuestos para los aparatos y equipamiento médico de las clínicas tampoco se consiguen, dijo el directivo. Indicó que 60% de la base instalada del país se encuentra paralizada por falta de partes y piezas.

-¿Alternativas?-

Ante la pregunta de si las clínicas pueden actuar como importadores directos, el consultado afirmó que esto no es posible. «Las clínicas están obligadas a comprar a empresas o distribuidores que ya cuenten con el registro sanitario de los productos que requieren», explicó.

Lo que sí se recomienda a los pacientes, dijo, es comprar sus propios insumos fuera del país. No obstante, en el área de cardiología es complicado, ya que la complejidad de algunos artículos determina los controles y definiciones por país. Traer un marcapasos de Estados Unidos, por ejemplo, no se puede hacer sin la documentación y especificaciones requeridas.

«El paciente tendría que acudir a mercados alternativos, como Argentina o Colombia», señaló.

A esto se añade el hecho de que este tipo de insumos son costosos. Los stents o endoprótesis vasculares pueden ir de los $150 a los $1.000, dependiendo de su complejidad.

En la reunión, el gobierno propuso definir una matriz de productos para determinar una lista de aquellos que se pueden importar a la tasa de referencia del Sistema Cambiario Alternativo de Divisas (Simadi). Sin embargo, tampoco así garantizarían el pago.

Los empresarios del sector no ven posible que esta situación se solucione si no hay un cambio de actitud por parte del gobierno y un castigo a las compañías que realmente han incurrido en ilícitos cambiarios utilizando para ello la compra de insumos del sector salud.

Avedem denunció a 6 empresas en 2014, cuando Alejandro Fleming era presidente del organismo cambiario, pero no se tomaron acciones. «Ni siquiera conocemos al nuevo presidente de Cencoex», dijo el directivo.

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