Aerolíneas

Conectividad aérea: ¿cómo queda Venezuela si se rompen relaciones con España?

Aunque todavía no hay una decisión sobre lo que ocurrirá con las relaciones entre España y Venezuela, el temor se siente en el sector aéreo porque la conectividad del país con otros países podría disminuir más del 60%. ¿Cuál es el panorama? Aquí lo explicamos

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venezuela españa

La posibilidad está ahí, a la espera de una decisión. El gobierno de Nicolás Maduro podría romper en cualquier momento sus relaciones con España y así sumar otra nación a una larga lista de países con los que no tiene ningún vínculo comercial, aéreo, diplomático o consular.

Detrás de esa posibilidad, que quedó en manos de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional luego de que el Congreso español reconociera a Edmundo González como presidente electo, hay múltiples consecuencias para los venezolanos.

Si pasa, no podrían viajar de forma directa a España. Los precios de los pasajes aumentarían porque los aviones deberían hacer escala o buscar conexiones. Quienes trabajan con las aerolíneas que operan en Venezuela pueden entrar en suspensión laboral. Y los que emigraron no dispondrían de un canal consular para atender una emergencia.

Las consecuencias ya se ven

Reconocer la situación es fácil porque ya está pasando: el 30 de julio la Cancillería de Venezuela rompió relaciones comerciales y diplomáticas con República Dominicana, Panamá y Perú, tres países claves para la movilidad aérea del país por ser puntos de conexión con otros destinos. El cambio no parece llegar pronto, pues la medida se renovó en septiembre.

La decisión elevó precios y obligó a pasajeros y aerolíneas a reprogramar viajes y reembolsar dinero. Marisela de Loaiza, presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), explicó en una entrevista realizada en Televen que la medida generó la pérdida de 98 vuelos semanales, que se traducen en 15 mil pasajeros que entran y salen del país.

De Loaiza ha dicho que se trata de una pérdida del 54% de la conexión aérea de Venezuela con el mundo: «Se perdieron la mitad de los vuelos internacionales que operaban en Venezuela. Ha sido complicado y un golpe muy fuerte para las aerolíneas venezolanas, eran rutas buenas para ellas, sobre todo a Santo Domingo y Punta Cana».

Colombia no se da abasto

Claro que quedan opciones para salir y entrar a Venezuela por vía aérea, pero el precio (en tiempo y dinero) es alto. Por ejemplo, un venezolano que necesite ir a Estados Unidos u otro país de América podría hacer escala en Curazao, pero las restricciones son mayores en caso de alguna emergencia porque requiere de una visa o no es un país de escala frecuente o cómodo.

La mejor opción es el Aeropuerto El Dorado de Bogotá, pero no es tan sencillo encontrar conexión o disponibilidad.

Marisela de Loaiza explica la razón: «El tema con Bogotá es que es un aeropuerto sumamente ocupado. Para conseguir un horario de llegada y salida de conexión tiene una capacidad finita».

A esto hay que sumar otro factor: el precio de los pasajes se ha duplicado. En julio, comprar un boleto de ida y vuelta podía costar entre 100 o 180 dólares con la aerolínea Wingo incluso pagando con dos meses de antelación, pero ahora supera los 350 dólares.

Si bien Loaiza aclara que se trata de un tema de oferta y demanda, el cambio afecta a decenas de personas que ya tenían algún viaje planificado y tuvieron que reprogramar.

En todo caso, las aerolíneas que conectan a Venezuela con Colombia siguen siendo pocas para cubrir la demanda: Wingo, Avior, Avianca, Latam y Laser Airlines.

Un golpe a un sector que venía agarrando vuelo

Hace dos años, apenas saliendo de las restricciones de la pandemia, la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela veía con esperanza los cambios y negociaciones para posibilitar la reincorporación de aerolíneas en Venezuela. En 2022, el cambio fue evidente, pues se hablaba de abrirle espacios a Aerolíneas Argentinas, Avianca, Air France, Iberia y GOL.

De ese grupo, algunas ya operan y el resto quedó en negociación. Sin embargo, ese cambio pequeño fue positivo y se notó en cifras: en 2023, por ejemplo, el crecimiento del sector aéreo fue de 60% y solo entre enero y agosto de ese año entraron al país 624.000 visitantes.

Esa activación fue producto de lo que hoy el gobierno de Nicolás Maduro decidió echar hacia atrás al cortar vínculos con Panamá, Perú y República Dominicana: flexibilización de restricciones, expansión aérea, más ofertas y diversificación de aeropuertos (posibilidad de salir desde otros estados del país).

¿Qué se puede esperar?

La postura del gobierno de Maduro no parece que cambiará en el corto plazo porque ha sido reiterativo con que no aceptarán ningún tipo de injerencia sobre los asuntos políticos del país. Sin embargo, De Loaiza ha sido enfática: «Esto es una medida que no beneficia a nadie».

«No es que los aviones están parados esperando que Venezuela abra, esos aviones están yendo a otras rutas«, resaltó en una entrevista con Banca y Negocios.

Por eso el temor persiste: Si Maduro decide romper relaciones comerciales y diplomáticas con España, la conexión con Europa se queda corta, pues las aerolíneas que quedarían operando en el país son TAP Portugal y Turkish Airlines.

Hay que verlo seriamente porque la conectividad aérea con la actividad económica de un país, sobre todo uno como Venezuela, que percibía un cambio interno en destinos turísticos como Margarita, Los Roques y Canaima, donde todo depende del movimiento de los turistas: «Los eventos, los compromisos deportivos, los viajes familiares, los negocios, todo eso se ve muy afectado».

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