El "milagro económico de Maduro” sólo llega a su élite

Luego de 9 años de caída económica, el gobierno chavista comienza a dejar de lado las estatizaciones y se apoya en sectores privados para recuperar las empresas quebradas. Jorge Rodríguez habla del “milagro económico” y Nicolás Maduro ofrece “un nuevo plan”. Detrás de ese aparente cambio opera una economía “negra” y Venezuela se encuentra en los últimos puestos del mundo en libertades humanas y democráticas

Publicidad
pobreza

Desde 2013 cuando se inició la mayor debacle económica de la historia del país, el nuevo mandatario y en adelante jefe de la revolución bolivariana Nicolás Maduro atribuía el abrupto descenso, las inmensas pérdidas de las empresas del Estado y la fuga de empresas internacionales, a lo que llamaron “la guerra económica”, un término que le dejó su mentor político Hugo Chávez antes de su muerte.

Para el recién estrenado heredero, la corrupción, los miles de millones que ya se registraban en los paraísos fiscales, el auge del narcotráfico y las bandas delictivas, no eran motivo de referencia. Dado que para la fecha (2013) las sanciones internacionales aún no estaban contempladas, la corrupción en el país siguió sin obstáculos, volvió multimillonarias a importantes figuras del entorno político, algunas de los cuales hoy son enjuiciadas en procesos internacionales; mientras otras siguen resguardadas en las fronteras nacionales.

Canaval
Nicolás Maduro y Cilia Flores, ajenos a la crisis generalizada Foto AP / Natacha Pisarenko

Desde 2017, cada año, Nicolás Maduro anunciaba la recuperación que vendría con adjetivos recurrentes como aquel de “seremos país potencia”. Este 2021, cuando el país ha perdido 80% de su Producto Interno Bruto (PIB), no ha sido la excepción. Ya anunció: “El Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad contempla acciones concretas para revertir los efectos de la economía criminal que se instaló en el país”.

Desde el Parlamento oficialista, Jorge Rodríguez, da como un hecho la recuperación y la celebra ya como “el milagro económico de Venezuela”.

"milagro económico"
Jorge Rodríguez ahora habla de «milagro económico».  A su lado, parte de la élite favorecida: su hermana Delcy Rodríguez y Tareck El Aissami. Foto de archivo

País en pobreza

El registro que realizó la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) con la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi 2021) que ubica la pobreza en Venezuela en 94,5% y la extrema en 76,6% es una referencia inexistente para las autoridades. Otros estudios internacionales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y del Orden Mundial (EOM) ubican la pobreza en 36% con estadísticas de un país cuyos organismos no publican estudios de su realidad desde hace muchos años.

21N
El hambre y la desnutrición agobian a la mitad de la población de Venezuela. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

El drama de Venezuela y de quienes manejan el Estado no es por seleccionar funcionarios inexpertos e ineficientes al frente de la política económica y de las empresas del Estado que, desde luego, han privilegiado la “lealtad” política por encima de la credenciales. Tampoco se trata de equivocaciones económicas a la hora de fijar metas y estrategias.

El modelo implantado eliminó las libertades, acumuló todo el poder económico en el Estado, expropió y estatificó las más importantes industrias y empresas privadas, dejó de reinvertir en las empresas, eliminó la separación de poderes y los contrapesos que limitan esos poderes y el país se llenó de megabandas.

Todos estos factores condujeron a la más alta corrupción registrada en la historia venezolana y llevaron a la mayoría de la población a la pobreza que hoy se ve en las calles, en los precarios servicios públicos y lo más dramático, en los sistemas de salud y educación.

Los últimos en el mundo

La Venezuela de Maduro y del chavismo hoy registra los peores índices de calidad de vida y libertades económicas. También  de inseguridad jurídica y personal, en donde, incluso, los principales socios y aliados internacionales han puesto condiciones extremas para traer capitales.

Según el índice 2018 de The Human Freedom Index (HFI), del Cato Institute, Venezuela ocupa uno de los últimos lugares en libertades humanas. Está en el puesto 160 de 162 países, sólo acompañado en las últimas tres posiciones por Siria y Sudán. El HFI es el índice de libertad más completo creado hasta ahora.

En el Índice de Libertad Humana, referido a 2018, Venezuela obtuvo 4,81. Este índice va en una escala de 0 a 10, donde 10 representa más libertad. La calificación promedio de libertad humana para 162 países en 2018 fue 6,93.

Este índice pone a Venezuela en el último lugar en América Latina y el Caribe, por debajo de Nicaragua y Haití.

Sin libertad económica

En cuanto al índice de “Libertad Económica” para 2021, Venezuela se ubica en el penúltimo lugar en el mundo. Comparte  ese triste sitial con la dictadura comunista de Corea del Norte. Este índice fue creado por The Wall Street Journal y la Fundación Heritage para medir el grado de libertad económica en cada país del mundo. Es decir, el nivel de economía de mercado que admite.

Igualmente Venezuela fue el país peor evaluado en el Índice de Libertad Económica internacional (EFW), elaborado por el Fraser Institute de Canadá, al ubicarse en 2020 en el último puesto de 162 países examinados en la última edición.

Este índice evalúa cinco componentes: tamaño del gobierno; sistema legal y derechos de propiedad; existencia de una moneda sana; libertad de comercio internacional y regulaciones crediticias, laborales y de negocios.

cuentas en dólares reconversión
Durante el chavismo se le han quitado 14 ceros al bolívar. Foto EFE/RAYNER PEÑA

En todos ellos Venezuela sale mal calificado. De todos estos aspectos, la peor puntuación la recibió en el apartado de “moneda sana”, con 0,98/10.

Sin derecho a la propiedad

Venezuela se ubicó en el puesto 127 entre 129 países en el Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2020 (IPRI). Esto  la situó como la segunda nación de Latinoamérica y el Caribe que menos respeta este derecho humano, esencial para la actividad económica y la vida humana. El único país en peor posición fue Haití.

El IPRI 2020 fue presentado por la Alianza Internacional de Derechos de Propiedad (Property Rights Alliance) de la cual forma parte el venezolano Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) .

En el índice Democracy Index 2020, Venezuela se encuentra en uno de los últimos rangos en el mundo con entre 2.0-3.0 que lideran países como Canadá, Taiwan, Suiza, Alemania con 9.0-100. En Latinoamérica lo ostenta Uruguay con 8.0-9.0. Este ranking establece el nivel de las prácticas democráticas y sus instituciones.

El Banco Mundial, en sus estimaciones para 2021, ubicó a Venezuela en el último puesto en ingreso promedio por habitante, incluso por debajo de Haití con un promedio de $1,5.

Recuperación incipiente

Algunos analistas y páginas especializadas comienzan a hablar de una recuperación económica que comenzaría a registrarse en 2022, aunque se resalta que esa recuperación será muy pequeña frente al tamaño de la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 80% que se ha registrado desde 2013. Es decir, no será ni remotamente un «milagro económico».

Aunque los voceros gubernamentales no lo exponen abiertamente, esta leve recuperación estará fundamentalmente en manos del sector privado y por la incidencia eventual que podrían tener las privatizaciones que se están dando en algunas de las empresas del Estado. Además de continuar la libertad cambiaria, flexibilización de controles, permitir la dolarización y la participación privada en las grandes industrias quebradas o paralizadas.

Vivir de la economía “negra”

Un aspecto de lo que no se habla abiertamente es la existencia de una “economía negra”. Es decir, “ilegal”, que es, junto a la libre circulación del dólar, la que está movilizando gran parte de esa ligera recuperación.

Según el economista Asdrúbal Oliveros, esta «recuperación» es más grande que muchos sectores económicos del país, como la industria petrolera.

Según expuso el director de la firma Ecoanalítica, en su intervención en el foro Ecomaratón 2021, la permanencia de Nicolás Maduro en la presidencia depende del oro, petróleo y minerales. Resalta que los ingresos formales dejaron de ser el único financiamiento y que las rentas por actividades ilícitas provenientes del contrabando del oro, gasolina, tráfico de estupefacientes, subsidio cambiario, y sobrefacturación han venido tomando fuerza en los últimos años.

A juicio del economista Oliveros, esa nueva dinámica política ha alimentado la economía ilegal convirtiéndola en una parte intrínseca de la sostenibilidad del sistema. Eso, difícilmente, va a cambiar a corto plazo. Ecoanalítica estima que por esta vía se generó 8,3 mil millones del PIB. También sostiene que las sanciones financieras internacionales son un estímulo para la economía negra.

Las democracias pierden terreno

Andrés Oppenheimer, en su pasada columna semanal, advirtió que la democracia está perdiendo terreno rápidamente en todo el mundo, incluyendo a Estados Unidos.

Apuntó que “China y Rusia están exportando sus avances tecnológicos en reconocimiento facial y censura de Internet, y los aspirantes a autócratas en América Latina, África y Asia los están comprando felices de la vida. Rusia continúa difundiendo campañas de noticias falsas para debilitar la confianza en las instituciones en países democráticos, y polarizar aún más nuestras sociedades, como lo hemos visto en la campaña presidencial de Estados Unidos en 2016”.

Oppenheimer indicó que el ranking de las democracias mundiales de Freedom House registra que 73 países sufrieron una disminución en las libertades democráticas el año pasado, mientras que solo 28 registraron avances.

El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), con sede en Suecia, dice en su informe de 2021 que “el número de países que experimentan un “retroceso democrático” nunca ha sido tan alto como en la última década”. Y cita a Brasil, India y Estados Unidos como ejemplos.

Alerta de Vargas Llosa

No solamente Venezuela ha pasado a ser uno de los países que ha perdido su democracia. Junto a Nicaragua es ahora un referente que se une a Cuba, como los países del continente en donde se han suprimido las libertades y los derechos públicos. Además, son factores importantes en la estrategia de penetración en el continente que lideran China, Rusia e Irán.

El premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, participante en el cierre del seminario internacional La relación entre Estados Unidos e Iberoamérica: perspectivas políticas y económicas, realizado por la Fundación Internacional para la Libertad, advierte que podríamos estar perdiendo a América Latina. Alerta que la extrema izquierda avanza de una manera sistemática y considera que todo el continente está amenazado.

Entre los países a los que hizo referencia Vargas Llosa, habló de México como una nación en retroceso pues “votó mal” y eligió a un presidente populista que acaba con todas las libertades. Dijo que, desgraciadamente, es uno de los países que retrocede más en América Latina.

El escritor señaló que “acabamos de ver lo ocurrido en Nicaragua, que probablemente en la historia del continente latinoamericano no se ha visto una cosa parecida, donde el militar Daniel Ortega, para hacerse elegir, eliminó a todos sus rivales y los mandó a la cárcel. Y allí están él y su esposa triunfando y la pobre Nicaragua en una situación sumamente crítica. ¿Qué va a pasar en Colombia? ¿Qué va a pasar si gana Gustavo Petro las elecciones? Bueno, esa es la catástrofe de América Latina”.

Nicaragua
Foto INTI OCON / AFP

De Perú, su país natal, expresó que la situación no puede ser más dramática. “Un personaje que no tiene las más mínimas condiciones para gobernar ha sido elegido por los peruanos y ahora va en la dirección de Venezuela, de Nicaragua y de Cuba. Y si miramos más abajo: ¿qué va a ocurrir en Chile si gana la extrema izquierda?».

A Bolivia la calificó como una dictadura y como un país que está retrocediendo sistemáticamente. Sobre Brasil destacó el desastroso gobierno de Jair Bolsonaro y que podría volver al poder Lula Da Silva, “un corrupto” juzgado en su país.

Entre todo ese panorama oscuro latinoamericano, destacó a Uruguay como el país que representa el verdadero progreso y la buena dirección.

Un mal referente

Si bien con Nicolás Maduro y su presunto «milagro económico»,  el chavismo pareciera orientarse hacia una economía en manos privadas, este proceso privilegia a sectores alineados al poder, mantiene como aliado al sector militar y profundiza sus lazos con China, Rusia e Irán, entregándoles áreas importantes de la producción.

En este nuevo esquema no se contempla la separación de poderes. La participación de sectores políticos opositores seguirá con muy poco margen para actuar dentro de las instituciones controladas por el chavismo.

El avance de las autocracias mundiales está asentando bases no solo en Latinoamérica sino en Europa y Estados Unidos. El poder económico es hoy un instrumento clave para lograr aliados internos y promover corrientes políticas que caminen en esa dirección.

Publicidad
Publicidad