Tras ocho años de caída económica, parece que 2022 será el año en el que finalmente Venezuela vea su producción crecer. Varios informes y proyecciones de empresas y organismos lo estiman así, aunque esto no implique de ningún modo que los venezolanos vuelvan a vivir como antes de la crisis, ni siquiera como antes del periodo pre pandemia.
El economista y analista jefe de Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas, lo dejó muy claro en su participación en el evento Prospectiva 2022, realizado por la Ucab. Es probable que Venezuela salga de la hiperinflación, pero esto no quiere decir que el bolívar tome fuerza. En el 2022, el país va a crecer económicamente, pero esto es ínfimo si tomamos en cuenta la caída total de la economía en la etapa de recesión. Hay personas que van a vivir mejor, sin embargo aún el consumo será selectivo porque no hay demasiado dinero como para planificar viajes, remodelaciones y fiestas.
Entonces, 2022 es un año importante porque «es un antes y después para la economía», según el representante de Ecoanalítica, pero no podemos decir que Venezuela se arregló.
PIB crece, pero Venezuela no se ha arreglado
El Producto Interno Bruto empezará a recuperarse en 2022, según los datos que maneja Ecoanalítica. Mientras al cierre de 2021 la empresa de análisis económico estima que el PIB culminará con una caída de 0,5%, para 2022 se podría recuperar alrededor de 6,9%.
Parece un gran logro, no obstante este crecimiento se empequeñece si se toma en cuenta que Venezuela sufrió una contracción de 80%, por lo que el país ya no es el mismo y su tamaño es sumamente inferior, señaló Bárcenas.
Además, en esta ocasión, el impulso del crecimiento económico vendrá impulsado por el sector privado, en contraposición del sector público que continúa cayendo.
«Aunque la economía va a caer 0,5% en 2021, el sector privado crecerá 3,1%, mientras que el público se va a contraer -5,4%», señala Bárcenas.
¿Los ganadores? Los sectores de salud, servicios profesionales, alimentos, comercio minorista y tecnología.
Hiperinflación: ¿un adiós o un hasta luego?
Si hablamos de inflación, la situación es similar. Ecoanalítica pronostica una inflación entre 200 y 300% para el próximo año, lo cual podría representar el fin de la hiperinflación de cuatro años, con inflaciones mensuales incluso por debajo de 10%.
«Pero si nos comparamos con nuestros pares regionales como Colombia y Chile, que están viviendo procesos inflacionarios, resulta que la inflación mensual de Venezuela no llegará a ser ni siquiera su inflación en todo el año», señala el economista.
Además de esto, también señala que no se puede asegurar que esta sea la muerte de la hiperinflación, porque para salir realmente de ella hay que tener un clima de confianza en la moneda local, lo cual no existe.
«Si a usted le pagan $100 en bolívares, ¿qué hace? ¿Lo guarda, lo gasta rápidamente o lo cambia a dólares? Mientras la respuesta sea cambiarlo o gastarlo, entonces vamos a seguir viviendo en inflación porque no hay confianza en la moneda», asegura.
Dolarización continúa, a medias
Respecto al tipo de cambio, Ecoanalítica proyecta para el próximo año que el tipo de cambio se ubicará entre 12 y 15 bolívares por dólar, y cerrará este 2021 en menos de 6 bolívares por dólar. Este incremento es menor si se compara con el aumento del tipo de cambio paralelo a lo largo de los últimos años.
Para el economista, el Gobierno de Venezuela ha logrado contener el tipo de cambio debido a una política restrictiva del gasto y a una mayor inyección de divisas en la banca, lo que también ha hecho que el precio del dólar sea menor al que debería y que en Venezuela el dólar valga menos.
Sobre la dolarización, el dólar seguirá siendo la moneda de cambio y en Ecoanalítica ven cómo algo probable que financieramente también se manejen los créditos en dólares que impulsaría aún más la economía. Sin embargo, para el economista, al Gobierno de Maduro no le conviene que el bolívar desaparezca por completo, porque este sigue siendo un mecanismo de control.
Esta estrategia de mantener al bolívar vivo, hace que las transacciones comerciales en dólares no vayan a subir más allá del 70%, señalan los estudios de Ecoanalítica.
Petróleo, una industria pequeña
Pdvsa, con sanciones o sin sanciones, no logrará despegar completamente. Los análisis señalan que a pesar del aumento del precio del petróleo, la industria petrolera venezolana no verá esos precios trasladados a sus cuentas por varias razones: uno, por las sanciones el precio del petróleo es más barato, y dos, la producción aún no termina de arrancar.
«En el mejor escenario, incluso sin sanciones, Venezuela no podrá superar el millón de barriles de petróleo al día», asegura.
Los ingresos petroleros para 2022 se estiman en 12,9 mil millones de dólares, un nivel mucho más bajo que en prepandemia (2019) cuando incluso las sanciones ya estaban activas. En ese año los ingresos petroleros fueron de 22,4 mil millones de dólares.
El gobierno en déficit, pero con una economía negra
Con unos ingresos petroleros disminuidos, pero con un gasto público también muy restringido, el déficit del gobierno para 2022 se estima en 2,3 mil millones de dólares. Sin embargo, las rentas anuales por actividades ilícitas oxigenan al flujo de caja del Gobierno.
En 2020, Ecoanalítica estima que la economía negra generó 8,3 mil millones de dólares, los cuales provinieron del contrabando de oro, tráfico de estupefacientes, sobrefacturación y extorsión.