Consumo

Cae 35% la venta de boletos aéreos a destinos internacionales en 2016

En lo que va de año, la venta de boletos a destinos internacionales ha mantenido una caída sostenida. El problema es que esa contracción del mercado extranjero no se traduce en un impulso a la industria turística nacional, cuya oferta de asientos aéreos se ha reducido a la mitad.

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Aeropuerto de Maiquetía

La ausencia del incentivo del cupo viajero, que este año se ha profundizado, aunada a los altos costos y la disminución de las rutas, ha mermado las ventas de pasajes al extranjero. Julio Arnaldes, director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turística y ex presidente de Conseturismo, aseveró que la caída en la boletería internacional ha sido de 35% este año, y que en 3 años ya acumula una contracción de entre 60% y 65%.

En el marco de la feria anual de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), el directivo explicó que el argumento de que la caída del turismo internacional favorece a los destinos locales es falsa, y esto se ilustra fácilmente con la merma en la boletería doméstica. De acuerdo con sus cálculos, la emisión de pasajes nacionales se ha reducido entre 58% y 60% en comparación con el año pasado.

Esto también afectó la comercialización de paquetes turísticos, que mostró un decrecimiento de entre 25% y 35% en el mismo período. Peor aún, los paquetes para el exterior han caído casi 80%, debido a las restricciones en el acceso a las divisas para viajeros.

El panorama luce aún más duro si se toma en cuenta la reciente salida de Lufthansa y Latam del país. El venezolano que tenga que viajar lo hará a través de conexiones; la verdadera pérdida se observa en la captación de turistas y en la potencialidad de convertir al país en una estación o un hub para la región. «Cuando ocurren esas cosas se abren (rutas hacia) otras ciudades y aprovechan esas oportunidades. Estamos regalándole el dinero a otros países en impuestos», dijo.

– Luchando contra la corriente –

Las tarifas y los costos operativos de las líneas aéreas con destinos nacionales hacen del negocio algo casi inviable. Incluso si un vuelo despega totalmente lleno, las pérdidas por esa operación ascienden a 64%, explicó el presidente de la Cámara de Empresas Venezolanas de Transporte Aéreo, el capitán Jorge Álvarez.

Esto se debe principalmente al congelamiento de las tarifas de los vuelos nacionales, las cuales, según el directivo, no están acordes a la realidad económica. En este sentido, asevera que el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil ha sido muy receptivo a sus reclamos y se están haciendo los esfuerzos para solventar algunos de los principales escollos.

Entre ellos se encuentra el compromiso de la Organización de Aviación Civil Internacional con la ONU de reducir 50% las emisiones de gas invernadero. En el caso venezolano, cumplir este acuerdo se hace cuesta arriba, debido a que no se tienen los recursos ni la tecnología para mejorar la eficiencia de las aeronaves.

«Para lograrlo se debe tener acceso a nueva y mejor tecnología, se está haciendo el esfuerzo y el estudio de factibilidad, pero sabemos que las circunstancias no son las mejores», dijo.

Otro de los problemas está relacionado con el contrato aeronáutico, el cual, sostiene Álvarez, debe sincerarse. «Si se demora un avión, la empresa sufre una sanción que en muchos casos alcanza hasta 5 veces el valor del boleto. Pero también debería haber una ley que obligue al pasajero a cancelar la reserva oportunamente», indicó.

Sobre la escasez de personal calificado, afirmó que las aerolíneas están haciendo todo lo posible para retener al personal. Sin embargo, es muy difícil competir con las empresas extranjeras que ofrecen contratos en dólares. Enfatizó que la tripulación que opera actualmente los vuelos nacionales está muy bien calificada. «Una de las preocupaciones, que no es solo mía sino también de la IATA, es que los pilotos están escaseando en el mundo. Es muy costoso formarlos, está por el orden de los $100.000», reveló.

Todos estos factores juntos, sumados a la falta de repuestos y la paralización de una porción del parque aeronáutico, traen la consecuencia de la caída de la oferta de asientos. Álvarez señaló que de los 600.000 asientos que se ofrecían al mes, solo 48% de esa cantidad está disponible. 

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