La salud mental, la flexibilidad de los horarios y el crecimiento profesional son tres aspectos que llegaron a la dinámica laboral para quedarse gracias a la pandemia del Covid-19 y las nuevas prioridades de los colaboradores
¿El trabajo remoto terminó junto a la pandemia? Con la llegada inesperada del Covid-19 a la sociedad, se implementó el home office como una medida para lograr la supervivencia de las empresas. Ahora bien, lo que no se esperaba era que los colaboradores encontraran un nuevo modo de relacionarse con sus trabajos, a la vez que buscan más equilibrio en su vida.
De acuerdo a Bloomberg, una investigación realizada por la consultora Mercer arrojó que el 60% de los empleados “solo permanecerá o se unirá a una organización en donde se pueda trabajar de forma remota o en un entorno híbrido”.
Según Bloomberg, esto es posible en el 70% de las empresas argentinas gracias a que plantean el concepto de “workation”, una modalidad que le permite a los trabajadores “cumplir con sus responsabilidades laborales mientras recargan energías en entornos de turismo y networking”.
Esta tendencia se inscribe en el contexto del “salario emocional”, que incluye beneficios no monetarios ofrecidos por las empresas.
Los espacios de trabajo tradicionales con contratos a largo plazo están disminuyendo, puesto que una de las grandes tendencias del mercado es el desarrollo de las personas desde cualquier espacio. Además, los colaboradores no buscan solo seguridad y estabilidad, sino también crecimiento personal.
Es así como entra al juego el modelo “Hub & Spoke”, un nuevo método implementado por las organizaciones en el que la alta dirección está en un lugar principal, mientras que los empleados en otras ubicaciones más pequeñas y flexibles trabajan de forma remota.
Si bien el trabajo híbrido es una gran oportunidad de innovación, una gran preocupación para los ejecutivos es cómo lidiar con una posible brecha digital que puede presentarse entre los miembros de un equipo.
Para evitarlo es indispensable que se brinde un espacio de trabajo digital compartido en el que todos tengan acceso uniforme a aplicaciones y recursos. Esto garantizará su acceso a las mismas oportunidades y permitirá su contribución para lograr los objetivos.
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