Economía

Ya no va la venta de carros en dólares y Ford podría cerrar en 2016

Aunque el acuerdo fue firmado en abril, el Ejecutivo no autorizó la venta de carros en dólares. De no reanudarse el suministro de material de ensamblaje, la automotriz podría cerrar a principios de 2016.

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El experimento no funcionó. Frustrado el proyecto de vender vehículos en dólares a fin de generar sus propias divisas para la importación de partes de ensamblaje, Ford Motor anunció a sus trabajadores que de no alcanzarse una pronta solución a la sequía de inventarios, podría cerrar definitivamente su planta de Valencia, Carabobo, el próximo año.

“El presidente de Ford le anunció a los trabajadores que si esto sigue así, introducirá un pliego ante la Inspectoría del Trabajo para cerrar la planta el próximo año”, informó Christian Pereira, presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Autopartistas y Conexos (Futaac).

En marzo pasado, Ford Motor Venezuela alcanzó un acuerdo con el gobierno nacional a través del cual se le autorizó a negociar algunos de sus modelos (los de mayor precio) en dólares. El material para el ensamblaje de estos vehículos sería adquirido con recursos propios de la empresa y lo aportado por los concesionarios, que recuperarían su inversión una vez vendidos los autos.

Pero, aunque la productora importó material bajo esta modalidad, el gobierno nunca autorizó la venta de los vehículos en moneda extranjera, por lo que siguen sin poder colocar las unidades ensambladas.

“Ellos se adelantaron a vender carros en dólares y el gobierno no aguantó la presión porque eso sería dolarizar esta rama económica, por lo que después echó para atrás el acuerdo”, señaló Pereira, quien precisó que ya Ford Motor había adquirido cierta cantidad de material de ensamblaje con recursos propios, lo que significará elevar la pesada deuda que arrastra la filial venezolana de la automotriz estadounidense.

Ni dirigentes sindicales ni de la directiva de Ford Venezuela estuvieron disponibles para ofrecer declaraciones al respecto.

Cabe recordar que este año Ford Motor Company decidió desvincular las operaciones de su filial venezolana, como medida de evitar que la deuda acumulada (estimada en más de 800 millones de dólares) arrastrara el balance financiero de la empresa. Eso significa echar a pérdida ese monto y podría significar el paso previo para el cierre de la operación en Venezuela.

– Y las demás también –

Pero la situación no compete solo a la marca del óvalo azul. Según Pereira, General Motors Venezolana (GMV) y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) de Venezuela podría correr la misma suerte por la imposibilidad de adquirir material de ensamblaje, situación que de momento obligará al cierre de las operaciones en el último trimestre del año.

“Sin insumos las empresas van a cerrar. El gobierno tiene que intervenir porque son más de 100.000 puestos de trabajo los que se perderían”, dijo el presidente de la Futaac, quien precisó que son ya varias las propuestas que han presentado a la consideración de las autoridades sin que ninguna haya sido atendida.

“Hemos propuesto que así como se le permite a un particular traer vehículos terminados con recursos propios, que esos particulares traigan el kit de ensamblaje para que se produzca aquí. Eso sería una salida transitoria mientras dura la crisis”, acotó Pereira.

Es oportuno destacar que MMC Automotriz, ensambladora de las marcas Fuso y Mitsubishi, se vio obligada a cerrar operaciones hace dos semanas tras agotar su material de ensamblaje, y aunque prevé reabrir en septiembre, aun no cuenta con recursos para la compra de insumos.

GMV, por su parte, enviará a sus 2.300 trabajadores de vacaciones adelantadas a partir del 14 de agosto y aun no tiene previsto la fecha de reinicio de actividades.

Por lo pronto, los trabajadores de las tres automotrices valencianas y colegas de empresas productoras de autopartes se concentrarán este jueves en Caracas, para depositar ante los ministerios de Trabajo e Industrias unos documentos donde solicitan al intervención del Ejecutivo a fin de preservar los miles de puestos de trabajo que dependen de ese sector.

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