La avenida Bolívar, otrora uno de los más concurridos puntos de compras en Punto Fijo, es ahora la muestra más evidente de la decadencia de la Zona Libre de Paraguaná, que el mes pasado cumplió 17 años. Cuando se observa el desfile de vidrieras vacías y santamarías abajo es fácil creer lo que afirman los representantes del sector comercial: en año y medio se ha reportado el cierre definitivo de 30% de los locales.
Desde agosto de 2014, los importadores que abastecen la zona libre no han visto un dólar oficial. De acuerdo con Fernando Martínez, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Paraguaná, las compras externas de la península han caído 90%. Los pocos productos en los anaqueles de los comercios autorizados exhiben altos precios y poca demanda.
“Tenemos que poner la última fecha de compra de todos los productos porque si no es un desastre, si viene la Sundde a inspeccionar tenemos que buscar el precio al que se compró y se enreda todo”, dijo el dependiente de una tienda señalando una tostadora adquirida, según la etiqueta, en junio de este año y que marcaba casi Bs 11.000.
Los televisores y los aires acondicionados son los productos más demandados y, por lo tanto, los más escasos. Un negocio de la avenida Bolívar tenía disponible un solo televisor de 12 pulgadas que vendían en Bs 95.000.
“Desde hace como año y medio aquí ya nada es igual. Mucha gente ha cerrado”, manifestó el encargado que prefirió no revelar su nombre.
Para Martínez, la zonas sujetas a regímenes especiales –Paraguaná y Margarita- han perdido su atractivo, que era básicamente el de comercializar productos exentos de impuestos. Sin embargo, para mantener los anaqueles medianamente surtidos, los empresarios han tenido que optar por abastecerse de artículos nacionalizados, que ya han pagado los tributos correspondientes y deben ser ofrecidos al consumidor a precios mucho más elevados.
Algunos destacan que la señal más notoria de la decadencia de la zona libre es la ausencia de los llamados “carrucheros”, que se encargaban de trasladar y cargar los electrodomésticos y equipos electrónicos adquiridos en los negocios locales a los vehículos de los consumidores. “Ahora ya no hay ni uno”, expresó el directivo. Los camiones de mudanzas también han desaparecido de las esquinas del centro de Punto Fijo.
“Los sábados en la tarde puedes caminar por la avenida Bolívar y no vas a ver un carro que te toque corneta”, añadió.
-Piedra de tranca-
Para el líder empresarial, la principal causa de la situación que vive el comercio y la industria en Paraguaná es el control de cambio, política que también hace que los empresarios vean con poco optimismo la concreción de la zona económica especial.
El sector privado no tiene acceso a los dólares oficiales. Con la creación del Sistema Marginal de Divisas (Simadi) mejoraron las expectativas, pero ninguno de los 450 afiliados a la Cámara de Comercio e Industrias de Paraguaná ha recibido divisas por esta vía.
Martínez considera que “para que no mueran las zonas de regímenes especiales” es necesario reformular el esquema cambiario. Reconoce como positiva la iniciativa propuesta por la Cámara de Comercio de Nueva Esparta de legalizar el dólar libre para las importaciones de la entidad, pero considera que no es viable. “En este momento es la única paridad que atenta contra la ley”, indicó.
Los comerciantes paraguaneros apoyan más bien la recomendación de establecer una paridad cambiaria única para los regímenes especiales. “Si en estos momentos se otorga Simadi a nivel nacional, los importadores de las zona libre van a solicitar dólares bajo este mecanismo pero la paridad es la misma a la que los van a solicitar los importadores del centro, del occidente y del oriente del país, entonces básicamente no hay incentivo”, sostuvo.
El dirigente gremial reconoce que esto tampoco es sencillo, pero ante la opción de legalizar el dólar paralelo prefiere la de pedir la eliminación del control de cambio.
Otro obstáculo para el comercio en la región es la Ley de Régimen de Equipaje, que establece que toda persona natural mayor a 14 años puede pasar por la aduana de Las Piedras mercancía por un valor de solo 100 unidades tributarias (la UT equivale a 150 bolívares).
“Hemos solicitado que se desmonte la paridad con la unidad tributaria y que se haga por unidades de compra”, señaló. No obstante, manifestó que si el gobierno insiste en mantener este régimen, es necesario elevar al menos a 1.000 unidades tributarias el valor máximo de los productos que las personas puedan trasladar desde la zona libre, dado los altos niveles de inflación.
-Zona no tan especial-
Paraguaná está amparada desde noviembre de 2014 por la Ley de Desarrollo y Promoción Territorial, que establece la región como una de las tres Zonas Económicas Especiales y de Desarrollo Estratégico. Esto implica una reactivación de lo que se denominó la zona franca, un espacio confinado que cuenta con una serie de condiciones e infraestructura adecuadas para la manufactura de productos meramente destinados a la exportación, con la finalidad de generar mayores ingresos en divisas para la nación.
“En estos momentos el presidente de la Corporación para la Zona Libre para el Fomento de la Inversión Turística de la Península de Paraguaná (Corpotulipa), José Luis Naranjos, se encuentra en China de visita porque este país sí tiene experiencia en lo que son las zonas especiales”, reveló. También informó que próximamente se establecerá en la península una sede del Banco de Comercio Exterior.
El directivo mencionó además dos reuniones con la gobernadora del estado Falcón, Stella Lugo. En la última participó el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, acompañado de 50 inversionistas, 3 de ellos internacionales. Algunos manifestaron su interés en intercambio turístico.
“Al final del día esto no es posible, simple y llanamente por el control cambiario. Cuando tienes una política cambiaria cuyo respaldo es una ley de ilícitos, no puedes llamar al intercambio turístico porque cuando la gente llega aquí con los dólares, ¿en dónde los nacionaliza? Si no hay una vía lícita y expedita para poder legalizar todas las divisas que entran es imposible que montes esta alternativa de negocios”, expresó.
En las reuniones se expusieron otras trabas vinculadas a los servicios en la región –electricidad y agua- que son deficientes para atender las necesidades de un parque industrial. Además, está el tema del acceso vía aérea a Paraguaná, que sigue siendo bastante limitado. En respuesta, el ministro manifestó que estos temas deben resolverse con los organismos competentes en la materia.
A este paso, y con tantas limitaciones, los empresarios de la zona siguen apostando a que el futuro traiga mejores condiciones para sus inversiones. Los paisajes naturales de Paraguaná son un atractivo que no caduca y que continúan atrayendo gente a la región, expuso Martínez. “Queremos turistas que vengan a hacer compras no compradores que vengan a hacer turismo. Pero ambas cosas no se puede divorciar”, concluyó.