Citando datos de Ecoanalítica, el banco de inversión revela que la asignación a través del Simadi es 93% más baja que la de su predecesor. Indica que la oferta de divisas del sistema es de apenas $2,4 millones diarios, en promedio.
Añade que la inmensa demanda de divisas, producto de una inflación extraoficial de tres dígitos, hace que la tasa de Bs 200 por dólar del Simadi sea cuestionable. «Ninguna oferta a través de este sistema pudiera justificar los precios actuales», señaló.
Lo mismo ocurre con los otros esquemas cambiarios al comparar su desempeño con respecto a 2014. En lo que va de año, el mecanismo de subastas del Sicad ha ofrecido $500 millones, cuando durante el mismo período de 2014 entregó $4,4 mil millones. Esto implica una reducción de 88,6%.
El Cencoex, si continúa su tendencia de liquidar un promedio de $44 millones diarios durante lo que queda de año, a finales de 2015 habrá entregado 22% menos divisas que en 2014.
La firma estima que la asignación de divisas a través de los tres mecanismos oficiales cayó 54,2% el primer semestre con respecto al mismo período del año pasado.
-¿Para cuándo el default?-
La firma sostiene que si todo se mantiene invariable, tanto Pdvsa como la República podrían quedarse sin dinero para pagar los vencimientos de Pdvsa16 y Pdvsa17 el año que viene.
Incluso si el país mantiene el financiamiento alternativo (China), continúa con el proceso de conversión y venta de activos, y profundiza el recorte de las importaciones para cubrir el déficit de efectivo, el Banco Central de Venezuela todavía tendría que liquidar más de $6,5 mil millones de las reservas internacionales para cerrar la brecha. «Al final, se evitaría un evento crediticio (default) a un costo muy alto», señala el texto.
La firma asignó un porcentaje de 20% a la probabilidad de una cesación de pagos durante el primer semestre de 2016, y de 40% a la posibilidad de que ocurra durante el segundo semestre.
Detalla que de aquí al diciembre de 2016, sin considerar financiamiento adicional, conversión de activos, reformas de políticas públicas o liquidación de las reservas internacionales, el país tendría que cubrir un hueco de $15.000 millones para evitar un impago de deuda externa.