Triunfo de la oposición desatará un "Juego de Tronos" en Venezuela

El inminente triunfo de la oposición en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, servirá de pivote para los cambios que se darán en ambos frentes y que calará en el ánimo de los venezolanos.

La economía es el principal problema político de este país y en consecuencia su impacto social, dijo Luis Salamanca, politólogo, durante su intervención en el Foro Proyecciones 2016 Cómo tomar decisiones inteligentes en el entorno político económico actual, organizado por El Interés.

«El voto se revela como una victoria estratégica de cara a una ruta de cambio político en 2016», aseguró el profesor universitario, quien advirtió que un triunfo electoral predice otra victoria electoral.

De acuerdo con los resultados de todas las encuestas, la oposición lograría un mínimo de 84 diputados, la mayoría absoluta con la que podría sancionar leyes. En este sentido, Salamanca indicó que el efecto de una victoria opositora daría una sensación de esperanza a la población, así como que la salida de este gobierno es por la vía democrática.

Se crearían expectativas favorables en los mercados internacionales, dijo el politólogo que advirtió sin embargo, que el resultado adverso al gobierno podría generar tensiones.

La primera de ellas es un posible juego de tronos, dijo, entre el poder legislativo y el ejecutivo. Pero existe la posibilidad de que se caiga en una guerra de desgaste. El triunfo opositor aceleraría los cambios políticos y se daría una recomposición de actores políticos y algunas alianzas.

La diferencia el 6D la dará no los 22 o 25 puntos que hasta ahora dan las encuestas al bloque de la MUD, sino cómo estén repartidos en todo el país. «El sistema electoral está hecho para beneficiar a la mayoría», dijo Luis Christiansen, presidente de Consultores 21, quien observa una alta posibilidad de que la oposición obtenga los 3/5 de los curules de la Asamblea Nacional.

«Del resultado dependerá la construcción del balance, del equilibrio de poderes y será una señal positiva para la economía», afirmó en su presentación ¿Qué hacer y hacia dónde van los negocios?

A pesar de la crisis económica de los años más recientes, en el último han nacido empresas y en los últimos 5 han crecido.

«La situación que vivimos es de crisis, esto es un ciclo. Y hay que poner las cosas en perspectivas para poder hacer negocios», indicó Christiansen.

Con todo ciclo, después de una época turbulenta y ejemplificó con el Caracazo, la intentona golpista de 1992, el juicio a Carlos Andrés Pérez en 1993 (todo en el período 1989-1992),  llega un cambio político importante. Esto sirvió para cerrar la puerta de la mal llamada cuarta república y abrió la de la quinta, sostuvo el directivo de Consultores 21.

Recordó que los venezolanos en los últimos 26 años «hemos pasado bastante más tiempo en el umbral del pesimismo que del optimismo. El optimismo estaba atado a Hugo Chávez y él ya no está».

En un momento turbulento como el de 2002 y 2003 y de pesimismo, el optimismo renació con los programas sociales de 2004.

Christiansen indicó que como todo comportamiento cíclico después de una recesión, viene una depresión, una recuperación y el auge. «Estamos en la antesala de la crisis, pero luego saldremos de ella y tendremos recuperación y auge».

La historia dice que los venezolanos han sabido disfrutar de los tiempos de la vacas gordas, pero no se preparan para las vacas flacas. Por eso exhortó a los participantes a hacerlo y a aprovechar las oportunidades que ofrecen estos tiempos de crisis económica como el crédito barato.

Los gobernantes no han aprendido la lección que deja la volatilidad de los precios del petróleo.

Sugirió a los empresarios no concentrarse en sobrevivir, como dijo lo hace el gobierno, que toma acciones inmediatas, sino hacer un esfuerzo para prepararse para los malos tiempos.

El reto es determinar a cuáles condiciones se les puede sacar provecho, como preguntarse si el mercado sigue siendo el mismo.

«La realidad objetiva es muy mala», indicó, pero hay que hacer un ejercicio para buscar un punto de equilibrio que es el que impulsará el cambio del pesimismo al emprendimiento. Y ajustarse de ser necesario.

Como punto de reflexión, Christiansen sugirió a las empresas poner de lado todo lo que hace ruido y enfocarse en lo importante: aprovechar las condiciones malas, entender cómo el entorno ha afectado al consumidor y qué puede ofrecerle, darle más importancia al plan de negocios que a los temores que se derivan de la incertidumbre y prepararse para el próximo ciclo.