Aunque no hay cifras oficiales sobre el desempeño del sector agrícola, los estudios más pesimistas arrojan que la producción nacional de alimentos cubre apenas 30% del consumo, mientras que otros más optimistas indican que abarca 50%, explicó Aquiles Hopkins, vicepresidente de Fedeagro.
Tras su intervención en un foro organizado por Cedice y el Programa País de Propietarios, Hopkins aclaró a la prensa que sí se puede hablar concretamente de la cobertura en algunos rubros. «En el caso de la carne, estamos abasteciendo entre 40% y 50%; en el del café, 30%; y en el del azúcar, también 30%», dijo.
El productor agropecuario explicó que el punto de quiebre de la agricultura venezolana se dio en 2007, año con cifras récord en producción de alimentos como consecuencia de un clima favorable y una serie de inversiones que se hicieron en el sector, pese a las continuas expropiaciones de tierras. «Ahi comenzó una caída que no hemos logrado revertir», dijo.
No obstante, fue con el colapso de los precios del petróleo que este declive en la producción agropecuaria nacional comenzó a hacerse evidente, ya que disminuyó la cantidad de recursos que permitían cubrir el vacío de la producción local.
Ante la situación, el gobierno ha promovido una nueva iniciativa de acercamiento al sector privado, creando un Consejo Nacional de Economía Productiva, que lleva una semana en funciones. «Lo que se nos ha transmitido en las reuniones del Consejo es que se van a tomar decisiones de manera inmediata. Confiamos en que esto no sea un escenario más de reuniones, sino de soluciones. Veamos 20% al pasado, para ver cuál fue el problema, y 80% al futuro, para que no se cometan los mismos errores», declaró.
Hasta el momento no se han materializado propuestas concretas.
-El Niño y la Niña-
El fenómeno climático El Niño, que en Venezuela se traduce en fuertes sequías y evaporación de embalses, volverá a afectar el ciclo más importante para el campo venezolano, el de invierno, en el cual se inician muchos de los cultivos de los rubros de alto consumo.
Hopkins explicó que se calcula que este fenómeno empezará a ceder en abril, pero los efectos positivos no empezarán a verse sino hasta septiembre, momento en el cual se completaría la transición al fenómeno de la Niña, que se manifiesta con fuertes precipitaciones.
«No va dar tiempo de que la transición del fenómeno del Niño al de la Niña beneficie al ciclo de invierno», señaló. Asegura que hay formas de prepararse mediante mecanismos como sistemas de riego y excavación de pozos, pero eso requiere de tecnología y acción inmediata. «Esto hay que anticiparlo. No en todos los rubros pero hay que hacerlo», expresó.
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