Luego de la reestructuración de la Misión Alimentación anunciada por el presidente Nicolás Maduro, en cadena nacional de radio y TV, las 13 organizaciones sindicales agrupadas en la Federación de Sindicatos de la Red de Abastos Bicentenario (Fetracomercio), se reunieron el jueves para decidir las acciones a tomar.
La movilización inició en algunas entidades del país, en la que empleados llevaron pancartas manifestando su descontento con los ataques y la decisión de convertir a la red pública de comercialización en un centro de acopio.
Jorge Luis Lastra, vicepresidente de Fetracomercio, dijo a El Estímulo que mantendrán las protestas hasta que el presidente Maduro los reciba y atienda sus inquietudes. «No queremos más intermediarios, ni presidentes de la cadena ni ministros».
Son más de 9 mil trabajadores que integran la red del Estado y que ahora se mantienen en incertidumbre por cuanto desconocen qué ocurrirá con ellos en el proceso de reestructuración.
Un grupo de los empleados se presentó la mañana del viernes a las afueras de la sede administrativa del parlamento, donde solicitaban ser atendidos por los diputados.
«Debe haber un malentendido. El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional se está llevando detenido al personal sin pruebas y sin respetar el debido proceso», dijo Lastra.
«Los trabajadores no tomamos las decisiones en los establecimientos, lo hacen los directivos, la gerencia de comercialización. Nosotros no podemos ordenar el desvío de un camión y tampoco mantener mercancía en los depósitos», precisó.
Los representantes sindicales van más allá. Sospechan que detrás de la Operación Ataque al Gorgojo, como el gobierno denominó el operativo que pretendía desmontar la corrupción en Abastos Bicentenario, hay algo más. «Es todo un montaje para ocultar algo que no sabemos», dijo.
Señaló que desde que el gobierno comenzó a señalar a empleados de Bicentenario como corruptos, los usuarios se han puesto en contra del personal.
Con la excepción de las dos tiendas que permanecen cerradas desde Carnaval y la de Cumaná, que cerró por la detención de sus trabajadores, los establecimientos están trabajando con normalidad.
Maduro, durante su alocución el miércoles, indicó que la reestructuración será un proceso paulatino, «esto no es de la noche a la mañana», dijo.