Economía

The Economist sobre default de Venezuela: "Rezando para pagar"

Un artículo publicado en la edición impresa de la revista The Economist considera las alternativas que tiene Venezuela para honrar su deuda externa este año, en medio de una fuerte caída de los precios del petróleo. Asevera que ante la ausencia de un plan concreto, al país no le queda otro remedio que rezar por la recuperación del crudo.

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Dolares

«El default se está convirtiendo en algo difícil de evitar», señaló la publicación, citando alarmantes cifras sobre el déficit de divisas producto de la abrupta caída de los precios el petróleo, su principal fuente de recursos en moneda dura. Indica que si la cotización se mantiene cercana a la actual por el resto del año, Venezuela obtendrá solo $22 mil millones por exportación petrolera.

Esto deja un hueco de $30 mil millones en la balanza de pagos de la nación. Bajo las actuales condiciones, en palabras de Russ Dallen, analista de la firma de inversión Latinvest, «la cuestión no es si el país caerá en default, sino cuándo».

El texto detalla que los $52 mil millones que Venezuela posee en activos susceptibles de liquidación se están contrayendo rápidamente. «Un pesado pedazo de sus reservas está en la forma de oro resguardado en las bóvedas del banco central (…) Chávez, en un gesto nacionalista, trajo de vuelta 160 toneladas que estaban almacenadas en el exterior. Ahora, se piensa que al menos 27 toneladas han sido expatriadas para servir la deuda».

El análisis también explica que para Pdvsa sería mucho más costoso no pagar que para la República. La contratos de deuda soberana tienen cláusulas de acción colectiva, lo que implica que si un grupo acordado de acreedores está dispuesto a aceptar una reestructuración, estas condiciones aplicarían para el resto de los tenedores.

No es así en el caso de la petrolera estatal, cuyas emisiones no están protegidas por estas cláusulas. Esto significa que si algunos de sus acreedores no están satisfechos con el programa de refinanciamiento ofrecido, podrían tratar de confiscar importantes activos que la empresa tiene en el exterior, como la refinería Citgo, en EEUU, diseñada para procesar el petróleo extrapesado venezolano.

Es conclusión, si Pdvsa quiere postergar los pagos debe conseguir que todos los inversionistas estén de acuerdo.

Otro problema es que, en medio de la inestabilidad política, el presidente Nicolás Maduro no ha puesto en marcha un plan creíble de ajuste económico. The Economist hace referencia a la decisión de aumentar 60 veces el precio de la gasolina de 95 octanos y a las modificaciones en el esquema cambiario, que pasó de tres tasas a dos.

Considera que pese al aumento decretado, la gasolina en Venezuela sigue siendo la más barata del mundo y el sistema cambiario todavía presenta una brecha gigantesca entre el tipo de cambio más bajo y el mercado paralelo.

«Esto deja a Venezuela sin un plan para pagar su deuda, además de rezar por una recuperación de los precios del petróleo. En 2007, Venezuela dejó de cooperar con el Fondo Monetario Internacional, una de las posibles fuentes de asistencia. Podría recurrir a China, que ya le ha prestado más de $50 mil millones y acepta que le paguen en petróleo. Existe especulación sobre la posibilidad de que Venezuela busque retrasar los pagos en crudo. China podría aceptar, a cambio de acceso al petróleo y minerales del país en términos favorables», sostiene el artículo.

Para la revista, con la ayuda del gigante asiático y un mercado petrolero más benigno, es posible que Venezuela logre evitar el impago de su deuda. «Pero la ayuda podría venir a un alto costo», concluye.

Para consultar el texto en su idioma original, haga click aquí.

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