Luis Vicente León: Hoy los productos en Caracas son más caros que en Miami

«La economía completa tendió a dolarizarse. Una persona que quiere comprar hoy un kilo de arroz, que no lo puede conseguir en las siete u ocho horas de cola, que no tiene acceso a un CLAP, tiene que pagar en el mercado negro al menos 2.000 bolívares, esos son 2 dólares en el mercado negro, cuando en un Publix en Miami cuesta un dólar, el kilo de azúcar hoy en Caracas vale 3.500 bolívares, eso es el triple de lo que cuesta en Estados Unidos», precisó en Circuitos Éxitos.

Explicó que la única manera de detener esa situación es a través de subsidios directos dirigidos a la población más pobre del país.

«No hay productos suficientes y el mercado negro está sufriendo desabastecimiento. La diferencia entre el precio regulado y el mercado negro es de 80 a 100 veces, le agregaste un cero a la brecha de precios», precisó.

El especialista aseguró que el segundo semestre de 2016 será un lapso marcado por un fuerte empobrecimiento, alta inflación y escasez. “Incluso si (las cosas) se estuviesen haciendo bien, este sería el período de ajuste, el cual siempre es terriblemente costoso en materia económica y política”, manifestó.

Para León, el país está pasando por un proceso de transición económica y política, en donde ve muy poco probable que Venezuela se mantenga permanentemente por un tiempo largo como está hoy. «Esto no quiere decir que mañana habrá un cambio pero sí quiere decir que no nos imaginamos un país como el que tenemos hoy dentro de tres años. Eso no va a ocurrir», aseguró.

En el corto plazo, el segundo semestre de 2016, dijo que en materia económica es absolutamente inadecuado lo que ha planteado el gobierno de que en estos seis meses que quedan para culminar el año el pueblo venezolano apreciará mejoras en el proceso económico del país.

«Nosotros podemos ver unas mejoras en Venezuela en el mediano y largo plazo, pero no las vamos a ver este año», afirmó.

El presidente de Datanálisis señaló que lo que ha llevado al país a la crisis ha sido el modelo intervencionista que ha manejado el gobierno desde su inicio, la hostilidad frente al sector privado, los controles de cambio y precios. «Si eso lo vas a cambiar, lo celebramos. Y podemos decir que en el futuro la economía del país cambiará», agregó.

Como otros economistas, subrayó que Venezuela necesita apoyo financiero internacional para subsidiar a la población más pobre que recibirá los embates inevitables del ajuste.

«La situación es muy grave, dramática. El problema principal hoy no es que la economía está desajustada, el problema principal es que se metió en la casa de la gente», expresó.

Según León, lo que se está desencadenando en la sociedad venezolana empobrecida hoy en día apenas es el inicio.

«Lo que se está viendo apenas es la punta del iceberg (…) lo que yo llamaría la rebelión de los bachaqueros, es decir, la primera chispa que estamos viendo no es a la señora que bajó de su barrio o que se vino de su pueblo porque está desesperada porque no tiene comida y salió a la calle a protestar, las protestas que estamos viendo son de las personas que hacían siete horas de cola y que al final de esa fila tenía una cajita feliz porque compraba algo que le servía para su casa o para revender en el mercado negro», detalló.

En ese sentido, puntualizó que el gobierno ha confundido el verdadero foco de la problemática.

«Ellos creen que el problema son los bachaqueros, cuando ellos no son más que el resultado de sus medidas. El problema es que el gobierno expropió las cementeras, Sidor, (entre otras empresas). El gobierno generó las distorsiones y un problema llamado por los economistas como arbitraje, compra barato y vende caro, y quieren acabarlo atacando el resultado y no lo controlará así«, explicó.

Sobre los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), dijo que estos solo son una estrategia política perversa que busca hacer dependiente a la población más pobre de una bolsa de comida que la reparte un actor de la llamada revolución «y que la intenta chantajear diciendo si tú protestas, si tú firmas, no te doy la bolsa».

«El gobierno cree que repartirá mejor los productos a través de los CLAP y que le quitará los productos a los bachaqueros. ¿Qué ocurre cuando el gobierno desvía un camión? Obliga a una empresa a que agarre su camión y se lo lleve al CLAP, ese camión le está pasando por las narices a un montón de gente que está en la calle haciendo cola esperando esa mercancía y que está dispuesta a saquearlo», manifestó.