Economía

Consumo de alimentos per cápita cayó 60% en cinco años

Mientras laboratorios farmacéuticos han recibido solo 10% de sus necesidades de divisas, los autopartistas advierten que el sector está al borde de desaparecer ante la caída de la producción de autos.

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Foto: RONALDO SCHEMIDT | AFP

La cifra de caída del consumo de alimentos es alarmante. Según datos manejados por la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), desde 2011 la ingesta por habitante pasó de 32,3 kilos mensuales a 13 kilos este año, lo que supone que en promedio cada venezolano consume hoy 40% de lo que comía apenas cinco años atrás.

El presidente de Cavidea, Manuel Felipe Larrazábal, destacó que ya en 2015 el consumo había descendido a 20 kilos por habitante/año. Sin embargo, la caída de siete kilos entre el año pasado y este año supone el mayor descenso visto en el período analizado.

De acuerdo con los datos del organismo privado, el promedio de consumo diario de alimentos por persona se ubica en 433 gramos, cantidad bastante alejada del indicador mundial que estipula el consumo de un kilo de alimentos al día.

Y los malos números no terminan allí. Durante su participación en el foro ‘Perspectivas Económicas 2017’ organizado por Conindustria, Larrazábal destacó que el indicador de producción de Cavidea cerró en octubre con una caída de entre 25% y 30% respecto al mismo período del año anterior, lo que supone haber superado el piso de junio pasado, cuando el procesamiento de nutrientes había descendido 25%.

Larrazábal señaló que en julio, agosto y septiembre la producción se había recuperado, pero que en octubre volvió a descender de forma importante por la falta de material prima. Dijo además que la deuda total de la industria con sus proveedores internacionales supera ya los $1.600 millones, razón por la cual muchos han suspendido los despachos a Venezuela.

“La insuficiencia de divisas para importar materia prima es la razón principal de esta caída”, dijo el vocero, precisando que la industria no exige la entrega de divisas subsidiadas sino la tener acceso a divisas a cualquier precio.
– De mal en peor –

Durante su participación en el foro organizado por Conindustria, Tito López, presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar), precisó que el sector apenas ha recibido 10% de las divisas necesarias para cancelar la deuda con los proveedores nacionales, quienes se niegan a reanudar los despachos de materia prima hasta tanto no se cancele la deuda.

“Desde 2014 nuestras liquidaciones de divisas disminuyeron 61%”, dijo López, recordando que la cantidad asignada, más de 60% ha ido a los laboratorios con unidades de producción en el país, mientras que el restante capital se destinó a los importadores de medicamentos para enfermedades de alto riesgo.

Esta situación ha provocado que la producción local de fármacos cayera 34% medida en unidades, y aunque la industria trabaja a menos de 50% de su capacidad, López aseguró que hasta el momento ningún laboratorio se ha ido del país. “Han reducido su nóminas y empresas que tenía 150 trabajadores apenas dejaron 5 o 6 personas.

Recordó que la duda de Cifar raya los $780 millones, mientras que el acumulado de la industria supera los $5.800 millones.

López destacó que si bien en la mayoría de fármacos se observa una gran escasez que oscila entre 50% y 70%, hay géneros totalmente desaparecidos, entre ellos algunos tipos de antihipertensivos, anticonvulsionantes y medicamentos especiales.

– Autopartistas en cero –

José Luis Hernández, presidente de la Cámara Venezolana de Fabricantes de Productos Automotores (Favenpa), destacó que el sector ensamblador de vehículos está en el umbral de la desaparición, ello consecuencia de la caída de 91% de la producción de autos, lo que pone en riesgo la estabilidad del segmento que representa.

“Estamos trabajando a 30% de la capacidad y solo 5% de esa producción es para equipo original (autos nuevos)”, dijo Hernández, quien recordó que 60% de la plantilla laboral del sector permanece cesante con pago de sueldo y beneficios.

Es de destacar que en mejores tiempos, cerca de 50% de la producción de autopartes tenía como destino el mercado de reposición, mientras que el resto era destinado a repuestos –un área que ha caído 30% este año respecto a 2015- y exportaciones, segmento que llegó a suponer el ingreso de más de $260 millones en ventas al exterior.

“Estamos a punto del colapso total”, dijo el vocero, recordando que actualmente la deuda total con proveedores internacional ronda los $408 millones, deuda que al igual que en otros sectores es el principal obstáculo para que los suplidores suspendieran los despachos de mercancía.

A su vez, el presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química (Asoquim), Francisco Acevedo, destacó que la ese sector labora a cerca de 35% de su capacidad debido a la escasez de materia prima. Peso a ello, aseguró que el sector puede responder de forma muy rápida ante la recuperación.

“Podemos reactivar la industria entre 60% y 70% en apenas seis o siete meses y en un año estaríamos a 100% de capacidad”, dijo Acevedo.

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