Economía

Juegos del hambre "mode on": Perspectivas cambiarias 2017

El título con que arranca este artículo fue también el título que usé para mi presentación en el foro de Perspectivas de Ecoanalítica. Así que aquí brevemente ofreceré un resumen de lo que allí dije.

Publicidad
Por Asdrúbal Oliveros @aroliveros / Foto: AFP

Hablar del tema cambiario en Venezuela es hablar de un modelo de control político. Mi presentación arrancó con ese punto: la lógica del esquema cambiario es política, no económica. Es un esquema que persigue dos objetivos principalmente: someter a la sociedad en general y al sector privado en particular y darle estabilidad en el reparto de renta (divisas) a los grupos que conviven en el chavismo.
Más allá de las ineficiencias económicas que son evidentes, las ventajas políticas se imponen. Los grupos de poder tienen el control sobre las divisas, lo que permite al presidente Nicolás Maduro mantener cierta estabilidad y minimizar los quiebres y fracturas a lo interno.
El otro elemento clave es que el Ejecutivo sigue recortando las importaciones y restringiendo las divisas. Con la fuerte caída de 2016 -cuando las importaciones cayeron más de 40% y las liquidaciones al sector privado en más de 70%- se pensó que se había llegado a un punto de quiebre. Los números del primer trimestre demuestran que no es así. En los dos primeros meses del año, las importaciones han caído 29% en base interanual y para el primer trimestre las liquidaciones de divisas al sector privado se contrajeron 44% en base interanual.
Al cierre del primer cuatrimestre del año, otro hecho destaca: el Ejecutivo al parecer decidió mantener el Dipro intacto (10 Bs/USD). Este punto es clave pues en 2016, según estimaciones de Ecoanalítica, más del 60% de las importaciones se hicieron con dólares a Bs 10, aunque los precios reflejen otra cosa. Adicionalmente, mantener la tasa Dipro invariable pone más presión sobre el déficit de caja en bolívares del Estado venezolano, recurriendo al financiamiento monetario con sus consecuencias negativas en inflación, poder adquisitivo y tipo de cambio paralelo.
Al momento de escribir estas líneas, el Ejecutivo sigue sin dar a conocer los detalles de lo que será el nuevo esquema Dicom. A la luz del flujo de caja este nuevo modelo Dicom representará una etapa de restricción aguda de divisas, especialmente después de pagar la deuda externa correspondiente al primer cuatrimestre. Las liquidaciones serán limitadas, erráticas y con escasa (por no decir inexistente) oferta privada. Un cuento harto conocido en cuanto a esquemas cambiarios ensayados por el chavismo a lo largo de estos años.
Respecto al tipo de cambio paralelo, tampoco soy optimista. Habrá presión al alza en el tipo de cambio no oficial. De hecho, ya está subiendo. ¿Las razones? Monetización del déficit, más capacidad crediticia en la banca, restricción de divisas e incertidumbre en lo político.
El Ejecutivo se ha hecho la vista gorda con las importaciones financiadas con dólares propios, pero un alza desproporcionada del tipo de cambio paralelo amenaza con dejar fríos los inventarios.
El modelo de tipo de cambio elaborado por Ecoanalítica frente a un escenario caótico muestra una tasa de cambio paralela superior a los 10.000 Bs/USD al cierre de 2017. Pero la volatilidad en este mercado está a la orden del día, por su opacidad y escasa profundidad.
El punto no es adivinar la tasa de cambio paralela, sino que debe tomarse en cuenta la volatilidad del sistema cambiario y aprender a reconocer los disparadores automáticos del precio del mercado no oficial (como lo hemos dicho antes, aprovechar los momentos de retroceso en el indicador). Un punto clave para muchas empresas es un esquema de cobertura que contemple la adquisición de insumos por adelantado.
Frente a los próximos meses: esperamos una mayor depreciación de la tasa complementaria Dicom. En cuanto a las importaciones y qué proporción de ellas usa cuál tipo de cambio, tenemos que: el sector público importa el 65,0% del total, y de ese porcentaje, 75,3% son a la tasa Dipro y 24,7% a la tasa Dicom, quedando el promedio de las importaciones públicas a una tasa de VEF 325,3/USD.
Por otro lado, las importaciones que realiza el sector privado, las cuales se han visto desplazadas en gran magnitud por las importaciones públicas, representan el 35,0% del total de importaciones, del cual 14,3% se importa a Dicom, 8,9% a Dipro y para el resto, 11,8%, se usa la tasa de cambio no oficial, siendo la tasa promedio de las importaciones privadas de VEF 3.011/USD.
Dado los incentivos perversos a mantener el esquema de control cambiario, pensar en su desmontaje pasa necesariamente por un cambio político. Los incentivos del chavismo siempre serán realizar cambios cosméticos pero que mantengan intactos los esquemas de incentivos. Cambiar para que nada cambie como decía Giuseppe Tomasi di Lampedusa.]]>

Publicidad
Publicidad