El gobierno venezolano ha incrementado sus colocaciones de bonos de deuda interna a través de sus organismos públicos, siendo el Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes) uno de los principales emisores.
Analistas financieros resaltan que actualmente los sectores bancario y asegurador del país no pueden diversificar sus inversiones, porque se redujo significativamente la diversidad de instrumentos financieros públicos. Mientras, el Ejecutivo intensificó el uso del financiamiento por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) para obtener recursos fuera de la ley de endeudamiento anual.
De acuerdo al cronograma publicado por el BCV, una emisión por 15 billones de bolívares a una tasa anual de 10% por parte del Bandes será ofrecida a la banca pública y privada a partir del 2 de abril de 2018. El pago de los intereses será semestral (182 días) y la emisión será colocada en seis porciones de Bs 2,5 billones, la última culminará el 30 septiembre de 2024.
Los recursos que se levanten por la emisión pública de valores financieros del Bandes serán destinados al «financiamiento de proyectos estratégicos en los sectores definidos en la Agenda Económica Bolivariana», según señala el texto.
Para esta convocatoria el Bandes incrementó el monto de la oferta cuando en las anteriores emisiones fueron de Bs 2,5 billones en 2017 y Bs 600.000 millones en 2015.
Un total de 30 entidades bancarias están autorizadas para participar en la convocatoria.
El gobierno ha disminuido desde el año 2010 sus emisiones de bonos de Deuda Pública Nacional (DPN), que son ofertas ejecutadas por la República, mientras ha colocado mucho más títulos de deuda de manera indirecta a través de sus entes estatales Bandes y el Fondo Nacional de Desarrollo (Fonden).
Desde 2012 el Fonden ha actuado como emisor financiero, tras colocar ese año Bs 7.000 millones en una oferta pública de obligaciones al portador.
Otros bancos estatales además han emitido títulos de deuda que han sido adquiridos por otros entes gubernamentales.
La directora de la consultora Síntesis Financiera, Tamara Herrera, explica que la baja en la emisión de los DPN obedece al plan del Ejecutivo de reducir los costos financieros de la gestión fiscal, debido a que los títulos de deuda directa ofrecen cupones sustancialmente más elevados que los papeles de entes del sector público.
«Además de bajar los costos del Fisco vía endeudamiento interno, el gobierno optó por utilizar un sustituto de mayor tamaño como lo es el financiamiento del BCV», dijo.
Acotó igualmente que la ausencia de emisiones de deuda pública interna ha generado inconvenientes a los sectores bancario y de seguros porque desaparece un activo de inversión que ayuda a complementar las deficiencias del crédito en una economía en recesión y que no ha dejado de empequeñecerse desde hace cuatro años.
«Cuando el gobierno ha decidido emitir algunos títulos lo ha hecho por la vía del Bandes porque no está sujeto al límite de la ley de endeudamiento anual. Los bonos del Bandes no forman parte de la deuda garantizada por la República, es decir, esos son del banco estatal», destacó.
Sostiene que estos sectores no cuentan hoy en día con una diversidad de instrumentos financieros para su portafolio de inversiones, debido a la política del gobierno de reducir esta diversidad la cual es cónsona con «la óptica ideológica restringida, involucionante y subdesarrollada» con la que se maneja la política económica del país.
Herrera explica que esta estrategia financiera también obedece a que el monto aprobado en la ley de endeudamiento anual es tan bajo, que si se emite toda la deuda estatal para recoger recursos para financiar algún proyecto, se consume en poco tiempo.
Todos los bancos públicos y privados han acudido a estas convocatorias y han adquirido en distintas proporciones los papeles, a pesar de la advertencia que hizo al sector la Asamblea Nacional bajo la presidencia del diputado Julio Borges en 2017, de que no se reconocerá deuda del gobierno sin la aprobación parlamentaria.
La directora de Síntesis Financiera señala que al contrario de los bonos de deuda pública en moneda extranjera, los títulos en moneda nacional son de menor riesgo, de plazos menores y «aunque muchos bancos tuvieron el dilema de comprarlos sí han operado con ellos».]]>