A finales de 2015, el francés Hervé Falciani fue sentenciado a cinco años de prisión por espionaje económico. Un tribunal suizo lo condenó también por obtención ilegal de datos y por violar la confidencialidad comercial y el secreto bancario.
Sin embargo, para muchos Falciani es un confidente clave cuyos más de 100.000 registros de destacados clientes de HSBC Private Bank (Suisse) SA provocaron una oleada de investigaciones por evasión fiscal en todo el mundo.
Falciani, ex empleado de tecnología de la firma, entregó los datos al fisco francés en 2008 luego de que parte de la información fuese publicada en prensa. Francia los compartió con otros gobiernos, incluido el español y, a consecuencia de esto, la filial suiza de HSBC ha sido investigada en varias naciones por ayudar supuestamente a ricos de todo el mundo a evadir impuestos.
Falciani se mudó a España, donde cooperó con las autoridades españolas en algunas de esas pesquisas. Fue detenido en Barcelona en 2012, pero la Audiencia Nacional denegó su extradición a Suiza alegando que violar las leyes de confidencialidad no es un delito en España.
La detención del miércoles se produjo casi dos años después de la ratificación de la condena a Falciani en Suiza, y en un momento en que España busca la extradición desde el país centroeuropeo de la política catalana Marta Rovira, considerada una pieza clave en el movimiento independentista de la región.
Marc Henzelin, el abogado que representa a Falciani en Suiza, explicó que la posición legal de su cliente es más favorable ahora que tras su condena, y dijo que “no tengo motivos para creer que las autoridades españolas aceptarán la extradición”. Suiza emitió su petición el 21 de marzo, mucho tiempo después de haber sido sentenciado, agregó.
Henzelin se hizo eco de una «hipótesis», que no pudo confirmar pero que fue barajada por otros, de que la detención podría estar relacionado con “algún tipo de trato” entre España y Suiza para su intercambio por las políticas secesionistas catalanas buscadas por la justicia española y que están en territorio suizo.
«No puedo verificar eso pero, francamente, si este fuese el caso, lo consideraría bastante detestable”, dijo Henzelin. «En la tradición de la justicia suiza no cabe este tipo de negociaciones. Me parece que más un hábito de Rusia y de países así”.
X.net, una plataforma de activistas de internet que cooperó con Falciani en algunas investigaciones de corrupción, criticó el arresto.
«Los alertadores de corrupción como moneda de cambio. ¿Qué justicia es esta?”, dijo la plataforma en Twitter.
El departamento federal de Justicia de Suiza no respondió de inmediato a las llamadas telefónicas y correos electrónicos pidiendo comentarios. Las cortes suizas aún deben fallar sobre la extradición de Rovira.]]>