Economía

Aumento salarial pierde la carrera contra los nuevos precios acordados

“Corregir las distorsiones”. Bajo esa premisa, el presidente Nicolás Maduro anunció el 29 de noviembre un aumento en el valor del petro, con incidencia directa sobre el salario mínimo, el cual pasó de 1.800 bolívares soberanos a 4.500; no obstante, la acción trajo consigo el alza de precios acordados entre el Ejecutivo y el sector agroindustrial.

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Fotografía: EFE

Este lunes, una lista de 21 rubros fueron publicados con nuevos costos en Gaceta Oficial, obligando a sacar cuentas de cómo se establecieron dichos valores y si la medida tan estudiada por el gobierno 100 días después del pasado ajuste tenía sentido.

Pero como lo ha marcado el pasado reciente y convirtiéndose en un patrón común, el afán desde Miraflores de acabar con la “guerra económica” solo fue un discurso que no tuvo mayor coherencia con los hechos.

Los precios acordados el 22 de agosto, tomando los 21 alimentos actualizados el día 3 del mes en curso, sumaban bsS 1.027, 773 soberanos menos que el salario de aquel entonces. Pese a que el balance resulta favorable, los ítems no se acercan a la totalidad de la canasta básica, llevando a números rojos la cuenta con la que debe contar una familia cada mes.

Pero la situación empeoró con los nuevos precios.

Esos 21 artículos hoy suman bsS 5.484, representando un 533.9% más que el establecido hace 100 días, cifra que eclipsa por completo el aumento salarial del 150%.

Mientras 500 gramos de café, por ejemplo, marcaba bsS 60, hoy es seis veces más costoso, con un precio de bsS 360. Mientras, el alimento que mayor variación sufrió fue el frijol, con un alza del 916% al pasar de bsS 24 a 220.

Asimismo, las denuncias desde el lado de los empresarios es repetitiva, quienes reclaman la falta de atención por parte de las autoridades al momento de brindarles apertura al momento de adquirir divisas para la óptima producción.

En medio de una crisis económica sin precedentes, Venezuela se hunde mientras Nicolás Maduro y su equipo de expertos miran hacia un lado y se vuelven recurrentes en la dinámica del aumento salarial, con seis en lo que va de año, medidas que se vuelven estériles frente a una fuerte hiperinflación que desde noviembre de 2017 golpea con aún más fuerza el bolsillo del venezolano.

La canasta básica marcha a una velocidad de récord mientras que los pies pesados del sueldo apenas es capaz de ver la marca en el asfalto que esta deja, oscureciendo más el día a día del venezolano.

Esas distorsiones de las que Maduro habló y que todavía busca corregir, en el presente siguen latentes y más fuertes por las propias acciones del que quiere ser verdugo pero que alimenta el problema con sus supuestas soluciones.

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