Estados Unidos y China avanzan hacia la finalización de su guerra comercial. Esta vez, con un acuerdo que incluya la retirada gradual de los aranceles que ambas partes se han ido imponiendo durante el conflicto económico.
La noticia la adelantó primero el Gobierno chino, que señaló hoy que se han llegado a «consensos» tras las conversaciones «extensas, constructivas y serias» de las últimas semanas entre ambas partes.
«Las dos partes han acordado eliminar los aranceles a medida que se vayan haciendo progresos. Si China y Estados Unidos llegan a un acuerdo en la ‘primera fase’, las dos partes deberían eliminar los aranceles simultáneamente y en la misma proporción», dijo Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio, en una rueda de prensa.
Poco después, fuentes conocedoras de las conversaciones en Washington confirmaban a Efe que este repliegue en los gravámenes comerciales es parte de la «fase uno» del acuerdo.
Como consecuencia, los mercados recibieron las informaciones sobre el posible acuerdo con optimismo. En ese momento, Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, registraba un ascenso de 0,93% una hora antes del cierre de la jornada.
¿Dónde se firmará la paz?
Resta por decidir el lugar donde el presidente estadounidense, Donald Trump, y el chino Xi Jinping, fumen la pipa de la paz.
Trump afirmó la pasada semana que anunciará «pronto» un nuevo lugar para la firma de la «primera fase» del acuerdo comercial con China.
«China y EE UU están trabajando para seleccionar un nuevo lugar para la firma de la Fase Uno del Acuerdo Comercial, en torno a 60 % del total, después de la APEC en Chile fuese cancelada por circunstancias no relacionadas», indicó Trump en su cuenta de Twitter.
«El presidente Xi y el presidente Trump estamparán sus firmas», agregó después de aclarar que luego se anunciaría el lugar del encuentro.
Escasos detalles, varias fases
El mandatario describió el pacto como la «primera fase» en un proceso que puede desarrollarse en hasta tres etapas, y dejó de lado sus planes de subir los aranceles a las importaciones del gigante asiático a finales de año. Todo esto con la intención de acabar con la guerra comercial.
Por su parte, China se comprometió a aumentar sus compras de productos agrícolas estadounidenses hasta llegar a entre 40.000 y 50.000 millones de dólares. Esta cifra, según Trump, está entre «2,5 y 3 veces superior» a lo que Pekín «había comprado hasta ahora en su punto más álgido», cuando rozó los 17.000 millones de dólares.
Ninguno de los dos Gobiernos ha publicado hasta el momento detalles del acuerdo.
Trump solo indicó que incluye algunas medidas relativas a la devaluación de la divisa china y temas de propiedad intelectual. Sin embargo, no trata la transferencia forzada de tecnología en China, un tema que se discutirá «en la segunda fase».
Respiro para la economía global
La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo han afectado la actividad global, con especial incidencia en las cadenas de suministro internacionales.
En concreto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó en octubre las previsiones de crecimiento tanto de EE UU como de China para este año y el próximo. De la misma manera, la entidad redujo también las perspectivas de crecimiento mundial ante la creciente incertidumbre.
Para este año, el organismo proyecto que la expansión económica global sea solo un 3 %, su menor ritmo desde la crisis financiera.