Los agresivos cambios en la ley fiscal estadounidense anunciados esta semana contribuyeron a frenar el acuerdo. La fusión habría supuesto el traslado del domicilio fiscal de la farmacéutica Pfizer— pero no sus operaciones o su sede — a Irlanda, donde pagaría menos impuestos.
Pfizer Inc., con sede en Nueva York, acordó abonar 150 millones de dólares a Allergan PLC en concepto de gastos. La fusión habría supuesto un récord en cuanto a su importe, reseñó la agencia AP.
Se tenía previsto que la negociación entre el fabricante de Viagra, con sede en Estados Unidos, y el de los tratamientos antiarrugas Botox, con sede en Irlanda, finalizara en el segundo semestre de 2016.
En noviembre de 2015, fuentes cercanas a la operación dijeron a AFP que Pfizer buscaba evadir las nuevas medidas del Tesoro, que le hará difícil evitar una carga fiscal a las empresas estadounidenses que se domicilien en el extranjero a través de adquisiciones o “inversión de impuestos”.
La operación, anunciada el año pasado, suponía la primera y mayor fusión entre empresas farmacéuticas y la segunda más grande de la historia, después de la compra de la operadora de telefonía móvil alemana Mannesmann por la británica Vodafone por 172.000 millones de dólares en 1999.
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