Empresas y Negocios

Farmatodo: inédito viaje al corazón de la mayor red de tiendas de Venezuela

Muy poca gente fuera de Farmatodo ha visto esta enorme estructura que es el verdadero corazón y cerebro de la red de comercio al detal más famosa de Venezuela. Una privilegiada visita a este sistema de relojería consagrado a manejar inventarios y reponer los surtidos de estas farmacias y tiendas de conveniencia.

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Farmatodo por dentro

En un país donde no funcionan ni los semáforos, el Centro Nacional de Distribución de Farmatodo resalta como si estuviera en el primer mundo. Es como conocer las entrañas de un gigantesco robot, o de una máquina de enormes dimensiones de donde salen cada día los productos que abastecen esta red de tiendas que se ha vuelto una experiencia y una marca presente en grandes y pequeñas ciudades de toda Venezuela.

Es también una oportunidad poco común el conocer cómo funciona una empresa de este tamaño y como se mueven los inventarios y la distribución de miles de productos de consumo diario en muchos hogares de un país tan complicado como Venezuela.

Ya las cifras por sí mismas son de asombro y dan una idea de lo que significa este centro de distribución único en Venezuela y uno de los más avanzados de toda América Latina:

  • Ocupa 43.000 metros cuadrados de área total.
  • Prepara y moviliza por día 9.000 cestas con mercancía al detal hasta 20 kilos cada una, de productos clasificados en 15.000 códigos distintos, desde medicinas hasta cuidado personal, y algunos alimentos que vende esta red de farmacias y tiendas de conveniencia en todo el país. Además prepara y despacha bultos originales, según la naturaleza del producto y los volúmenes de venta de cada farmacia.

«Todos esos elementos los tomamos en cuenta con mucho cuidado para poder despachar mercancía de gran calidad que al final del camino va a llegar a manos de cada uno de nosotros como clientes».

Alejandro Fermín, gerente del Centro de Distribución de Farmatodo.
  • Estas cestas se desplazan internamente a través de siete kilómetros de cintas transportadoras movidas con aire comprimido. Rodillos de acero desplazan las cajas y las llevan hasta las puertas de carga de los camiones.
  • Despacha a las 177 tiendas en 22 estados, atendidas en 55 rutas de camiones que cumplen en total 581 visitas por semana.
  • Esos camiones por mes hacen un recorrido conjunto sumado de 625.000 kilómetros, lo que equivale a 15 veces la circunferencia de la Tierra.
  • Recibe a 60 proveedores por día.
  • Trabajan 17 horas al día, todos los días menos el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 1 de mayo.

Esta compleja instalación en los Valles del Tuy, en los suburbios de Caracas, emplea a más de 500 trabajadores, la mayoría de las zonas adyacentes.

Números y principios de calidad

Farmatodo decidió mostrar esta semana a un selecto grupo de medios de comunicación los detalles de este centro nacional (el único), en funcionamiento desde 2009. Esos 43.000 metros cuadrados equivalen a más de cuatro manzanas de una ciudad. Allí hay una capacidad de 25.000 metros cúbicos de almacenamiento bajo un techo que está a 15 metros de altura.

Hay procesos propios para productos que deben mantenerse en una cadena de fríos en cada viaje y en cada entrega. También hay rigurosos controles y procesos separados de despacho para medicinas y drogas especiales, de acuerdo a la legislación vigente.

Entra principal del Centro de Distribución, CENDIS, de Farmatodo, en Charallave. Foto: Jimmy Villalta.

Tiempo y espacio en Farmatodo

Hay dos palabras clave en el manejo de este sofisticado centro que trabaja con la precisión de un mecanismo como de relojería digital: tiempo y espacio.

Todo está cronometrado y sincronizado. El sistema es gobernado por un software central que determina casi sin intervención humana la reposición de inventarios en cada una de las tiendas de la cadena.

Estos establecimientos no tienen espacios propios para almacenar mercancías, por eso es este centro el que lo tiene y como logística en la cadena de suministros tiene que encargarse de entregarla «justo a tiempo, en el momento preciso en que la farmacia lo necesite», explica Fermín.

«Todo comienza en una cesta», señala la información oficial de Farmatodo para describir el denominador común de todo el proceso: unas cestas de plástico, azul oscuras, que son los contenedores con sofisticados códigos de barras y seriales individuales que viajan en los rieles internos para ser llenadas, hasta ser puestas a las puertas de los camiones que las transportan y distribuyen por todo el país.

El riguroso sistema de codificación y etiquetado de cada caja permite cumplir con los pedidos con una precisión matemática, y un margen de error inferior al 1%¡, según los voceros.

«Hay un equilibrio entre la ocupación de la cesta y el trabajo del equipo de la tienda», explica el ingeniero Fermín.

Cuando estos despachos llegan a cada sede de Farmatodo donde ha sido solicitados, ya está codificado hasta el espacio en los estantes finales donde cada producto entregado quedará expuesto al consumidor, ya sea en Caracas, o en una remota sede de los estados del sur.

También hay «una ventana de tiempo» específica, detalla Fermín. Es de dos horas en cada tienda, para no causar quiebras de inventarios. Cuando en una de las tiendas falta algo, el propio software lo registra y solicita el pedido a este gran almacén central. «Todo tiene que estar milimétricamente organizado».

La necesidad de cada sucursal depende de la venta del período anterior. Se hace un corte de venta y eso va a reflejar la necesidad de reposición de inventario. Todo es de manera automática, «nadie tiene necesidad de revisar lo que hace falta en cada tienda, el software avanzado y muy complejo permite manejar la información de manera transparente», detalla Fermín.

cada uno d eestos establecimentos.

son 15000 cpodigos d eproductos., hay algunos que por su volumen de ventas y fisicos necesitas ocupar más posiciones….

En las sucursales más lejanas tienen que llegar en el momento preciso para que ese cliente interno pueda estar abastecido hasta la próxima visita. En cambio, en algunas sedes de Caracas, que están entre las más concurridas, como la de Las Mercedes, avenida Río de Janeiro, las entregas son a diario.

Cestas como pequeños vagones

Uno de los principios de todo este sistema de clasificación, despacho y envíos es que en la punta de la cadena la experiencia de usuario sea la misma en cada una de las tiendas, explica Fermín, anfitrión junto a su equipo más cercano en esta visita con un recorrido de dos kilómetros caminando por las vías internas y que solo alcanzó la mitad de la estructura.

Farmatodo por dentro

La correderas en constante movimiento recuerdan las que en los aeropuertos con más tráfico mueven maletas en un proceso sincronizado en dirección a los andenes. Es que aquí, las cestas azules viajan por varios niveles hasta terminar su periplo interno y llegar cargadas a una de las puertas de embarque, donde las esperan los camiones de la flota propia para llevar la valiosa mercancía en dirección a la sucursal que lo solicita.

Cada pasillo de una tienda de Farmatodo tiene una categoría especifica de productos: cosméticos, cuidado personal, del hogar, infantiles. La diagramación es estándar en cada una de las tiendas y la preparación de la cestas, con cada una de su categoría de productos, está diseñada y hecha para que vaya específicamente a ese pasillo. Esto significa además «salvaguardar la integridad de productos», pues hay categorías que no pueden convivir en el mismo viaje ni en el destino final, por buenas practicas y por normativas, cuenta Fermín.

(Se trata que) «nuestro servicio a ese cliente (la tienda) sea el más expedito posible. Y el proceso de reposición de anaqueles más rapido porque el propósito es maximizar la experiencia de usuario», agrega.

Tiendas que en buena parte tienen nombres femeninos: Albita, Daysi, Corina, Perla, Roxana, Elizabeth, Marta. Algunas son menos sugestivas, como Tobogán, Tepuy, Joya. Van impresos en las etiquetas finales que identifican el lugar de destino.

Aparte de lo que les llega por este riguroso sistema, entre 9% y 10% del surtido de cada tienda es entregado directamente de otros proveedores. Se trata en su mayoría de los productos más perecederos y frescos que se encuentran en algunos establecimientos, desde flores hasta ciertos dulces artesanales.

Las cestas de Farmatodo
Las cestas, pequeños contenedores, viajan sellados, en camiones, hasta su destino final. Foto: Cortesía

El viaje de estos camiones ya debe suponer un desafío en este país de carreteras malogradas y oscuras, y remotas localidades donde escasea la gasolina. Desde la salida del Centro hay un riguroso control del combustible necesario para cada unidad según su recorrido (algunos camiones que van más lejos tienen adaptaciones especiales). Cuentan con cooperación de las autoridades, para que no ocurra un quiebre de esa cadena de distribución y dada la importancia de estos envíos.

Farmatodo tiene una fuerte presencia en el mercado venezolano, y según sus portavoces, entre ellos el director de Relaciones Corporativas, William Paz Castillo, entre 2,5 y tres de cada 10 medicamentos que se venden en los mercados regulares del país son expedidos por la cadena.

Se trabaja siempre para mantener una variada oferta y opciones al consumidor, señaló.

Entre sus promociones, en alianza con los laboratorios fabricantes, la red ofrece todos los domingos descuentos especiales en medicamentos destinados a tratar patologías crónicas, destaca Paz Castillo al final de la visita.

Desde que se inició la crisis de la pandemia del covid 19 llevan contabilizadas más de 450.000 dosis de la vacuna, aplicadas gratuitamente, desde el año 2021, cuando lograron autorización para convertirse en centros de vacunación contra el virus que sacudió al mundo.

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