Entrevista

Monik Bulé, una arquitecta que cree en la voluntad de la mujer para liderar organizaciones

Construir un futuro en el que las mujeres ocupen cargos gerenciales es una prioridad para la arquitecta Monik Bulé, una venezolana que los desafíos para crecer profesionalmente la han impulsado a marcar la diferencia y demostrar lo que el liderazgo femenino puede lograr

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Determinación y perseverancia para lograr sus objetivos son dos cualidades que caracterizan a Monik Bulé, una de las arquitectas detrás del Proyecto MAF y una mujer que se encuentra en la búsqueda constante de la igualdad de género.

En el vocabulario de Bulé no existe la palabra rendirse. Su camino profesional no solo se ha basado en crear un modelo de construcción más sostenible pensando en la arquitectura de manera ecológica, sino también en una organización que sea ejemplo de cómo se puede alcanzar el éxito a través del liderazgo femenino.

Sentarse en una ronda de negocios donde no siempre existe la equidad de género es un factor que está presente en su día a día; es por ello que entre sus objetivos se encuentra el ser una líder empresarial comprometida en ofrecer flexibilizaciones a sus empleados, para que los compromisos familiares no sean una limitante al momento de continuar creciendoprofesionalmente.

Durante una entrevista con El Estímulo, Bulé afirmó que es necesario crear espacios donde a los propios miembros de organizaciones se les ofrezca estadísticas con las ventajas rentables y competitivas de tener una cultura inclusiva.

En nuestro contexto las mujeres en puestos de liderazgo enfrentan múltiples desafíos, ¿cómo ha sido tu historia personal de emprendimiento para ascender y lograr estar en el lugar que ocupas actualmente?

Viene desde muy joven debido a que tenía muy claro lo que quería hacer profesionalmente y hacia dónde quería ir. Creo con firmeza que la perseverancia a pesar de las vicisitudes es el motor que nos permite llegar a donde queremos. Vengo de un lugar de escasos recursos y pude sortear los desafíos que implica labrando un camino a través del conocimiento, la inteligencia emocional y apalancándome a un equipo que se ha vuelto mi familia.

¿Consideras que aún existen sesgos de género en el ámbito laboral en el país? De ser así cómo se manifiestan

Sí, totalmente existen y se manifiestan muchísimo en el medio en el que me desenvuelvo: en la arquitectura, la construcción y en la falta de liderazgo femenino en las propias academias. Llegar a sentarse a una ronda de negocios donde no siempre hay variedad de oferentes y mucho menos en los contratantes de una licitación desde el punto de vista de género.

¿Cómo ves el liderazgo de las mujeres en las organizaciones venezolanas? ¿Estamos adelantados, atrasados o a la par de los niveles de liderazgo de otros países?

Muchas veces sentimos que estamos atrasados. Sin embargo, con las experiencias previas de vivir en otros países, pareciera que Venezuela goza de cierto margen de ventaja sobre países de latinoamérica. He visto más mujeres en roles gerenciales en mi país que en otros países de la región.

La desigual en la distribución en los trabajos domésticos se denuncia como una traba en el éxito de las mujeres. ¿Esta situación ha afectado tu proceso de crecimiento profesional?

En un momento de mi vida fue una traba muy profunda. Las empresas no contaban con estructuras para dar soporte a las cabezas de familia. Lo superé estirando mi tiempo y negociando con los propios miembros de mi familia. Desde que soy líder empresarial estoy comprometida en buscar siempre ofrecer un balance a mis empleados y dar flexibilizaciones.

Vivimos en un país y en un mundo en el que aún existen brechas laborales entre hombres y mujeres. ¿Qué se puede hacer y qué se está haciendo para cambiar eso?

Visibilizar la problemática pero no desde la queja, sino a través de las acciones. Crear espacios donde a los propios miembros de organizaciones se les ofrezca estadísticas con las ventajas rentables y competitivas de tener liderazgo femenino. Establecer contrataciones que condicionen las licitaciones a que haya igualdad de género.

¿Qué consejos o claves puedes darle a todas esas mujeres que te ven como referencia y quisieran emprender un camino empresarial?

Les puedo decir que el camino no es fácil, pero tampoco es imposible. Que mantengan una meta clara, sean constantes y se formen académicamente. Hay que seguir evolucionando profesionalmente. No olviden educarse e instruirse en temas de liderazgo y relacionamiento. A las posiciones gerenciales se llega a través de la empatía y la astucia, se mantiene en el tiempo a través del desarrollo cognitivo constante.

¿Hacia dónde crees que deben perfilarse las gestiones para lograr mayor inclusión de las mujeres en los puestos de liderazgo?

Levantar data y garantizar la igualdad en los programas de oportunidades de desarrollo en los puestos de trabajo. Generar una cultura inclusiva invirtiendo la pirámide, es decir, no siempre desde la base se va a alcanzar la punta. Más bien invertir y comenzar desde la propia junta directiva hacia las bases. Permitir la flexibilidad horaria y sobre todo promover los programas de coaching.

Háblanos de los principios WEPs, ¿cómo ves que pueden contribuir a la igualdad de género y a un mayor liderazgo de las mujeres en lo laboral?

Los principios WEPs son tan coherentes y necesarios para establecer la verdadera igualdad. Empezando desde la dirección de promoción la transparencia y la divulgación (dentro y fuera) de las organizaciones con el fin de que se sepa lo que se hace en materia de posicionamiento en cargos meritorios dentro de los escalafones. Al final el verdadero valor de las WEPs es la puesta en marcha para ofrecerles oportunidades de crecimiento y enseñanza real para todos.

Siendo parte de una empresa WEPs, ¿qué le dirías a otras empresas para que se unan?

Creo que es una responsabilidad siempre para una organización liderada por mujeres tratar de sumar constantemente empresas que tal vez no tienen esta estructura organizacional, pero pueden hacerlo. Nosotros contamos con siete mujeres que ocupan cargos de liderazgo. En contraposición, en el ejercicio cotidiano de nuestro rubro, que es el constructivo, nos encontramos siempre en manos de la población masculina. Sin embargo, esto no ha sido para nosotros un impedimento para establecer el liderazgo femenino. Esto lo que termina resultando es en negocios éticos e igualitarios que nos acercan, nos humanizan y nos evolucionan.

En tu rol de liderazgo, ¿qué te falta por hacer y cuál es tu próxima apuesta en tu carrera?

Abrir cada vez más campos y rubros que históricamente han sido dominados por hombres. No porque sea malo, sino porque creemos en la voluntad de la mujer para también hacerlo. La igualdad para mí nacerá en el momento en el que ambos podamos encontrarnos como seres humanos haciendo acciones que nos complementen. Después de 12 años hablando de sostenibilidad, el camino apenas empieza porque queremos internacionalizar lo que hacemos a través de MAF y abrir más oportunidades de educación. Ahora estamos migrando a generar modelos más rentables para que se puedan llevar a comunidades vulnerables. Sobre todo la diversificación de mi profesión y generar mayor apertura hacia las mujeres para lograr la sostenibilidad, esto se va a convertir completamente en mi agenda 2024.

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