Con el tiempo, múltiples personalidades del mundo tecnológico y financiero han hecho su predicción en cuanto a esta tendencia, pero no todos convergen. No obstante, son los países en crisis, como Venezuela, los que sirven de ejemplo para comprobar mejor esta hipótesis.
¿Qué son las criptomonedas?
Las criptomonedas, son divisas digitales que no se imprimen ni tienen respaldo físico y a su vez tienen el mismo fin que una moneda fiduciaria (servir como un activo de intercambio para adquirir bienes y servicios) con la particularidad de estar fuera del control directo de un banco central o de algún otro órgano regulador.
Las criptomonedas se emiten a través de una tecnología conocida como blockchain (cadena de bloques) que es lo que le otorga descentralización, aspecto que a su vez brinda transparencia y elimina la posibilidad de ser falsificadas. Características como un suministro finito de unidades o la particularidad de verificar las transacciones en un libro contable digital y distribuido, son ventajas de la criptoeconomía frente al dinero que maneja la banca tradicional.
Riesgo para la banca
Entusiastas y expertos convergen en que el respaldo de cualquier criptomoneda es la confianza, aspecto que las hace sumamente volátiles y les da una desventaja de cara a su uso en la economía tradicional y por lo tanto ante la banca tradicional y centralizada.
Al estar respaldadas en la confianza, se abre una larga lista de posibilidades por las cual el precio pueda subir o bajar. Una regulación demasiado estricta puede enviar el valor de cualquier criptomoneda a niveles sumamente bajos, así como una adopción generalizada hacerla subir de precio y estabilizarla.
En diciembre de 2017, la BBC News de Londres publicó una nota explicando los peligros de las criptomonedas para la banca tradicional acotando que la tecnología avanza tan rápido que hace casi impredecible lo que pueda pasar en el mundo financiero en la próxima década.
En 2015, Anthony Jenkins, ex CEO de Barclays, una compañía de servicios financieros, se atrevió a predecir el futuro de los próximos diez años, en donde la tecnología financiera va a causar un cambio bastante significativo en los sistemas bancarios y la industria banquera en todo el mundo.
Así como Jenkins, hay personas que fuera de la tecnología financiera, se sienten más seguras usando criptomonedas. Una de las razones principales de esto es el hecho de no estar reguladas por un ente centralizado. Esta premisa supone ciertas ventajas así como desventajas, pero es la razón principal por la que la banca puede estar en riesgo.
De hecho, por esta medida es que en Venezuela las criptomonedas han tenido una recepción positiva y elevada ya que la gente busca la manera de transar con monedas más estables que el propio bolívar soberano ya que este se devulúa día a día. Gestiones como las del Banco Central de Venezuela son la razón principal para que se abra la posibilidad de una transición de dinero fiat a dinero cripto.
En el caso de Venezuela, se trata de un banco central que carece de credibilidad, que no publica cifras desde hace años, que emite dinero sin respaldo, que impone regulaciones que afectan negativamente la economía y que ha sumergido al país en la peor crisis económica de su historia con una inflación anual proyectada para el 2019 de 10.000.000%, según el Fondo Monetario Internacional. Es por esto que los ciudadanos deciden migrar a monedas funcionales, bien sea el dólar o el euro, o las criptomonedas.
En un caso como Bitcoin (BTC), cuyo suministro único es de 21 millones de ejemplares, se eliminaría la posibilidad de que un ente centralizado decida emitir más unidades cuando lo necesite, una de las principales razones por la cual se deprecia el valor de una moneda y se produce un efecto inflacionario.
Incluso cuando el bitcoin cayó en un 82% durante el año pasado desde su punto máximo de 20.000 dólares en diciembre del 2o17, esta ha sido la opción para los venezolanos que no poseen cuenta en el extranjero y deciden tener su dinero en un instrumento que ofrece más confianza que el propio Banco Central, aun cuando el país padece de un control de cambio en el cual solo el estado puede vender divisas.
El escenario venezolano para las criptomonedas es quizá uno de los más particulares, porque los ciudadanos lejos de buscar sacar una ganancia con la volatilidad de los precios del mercado, lo que persiguen es proteger su dinero de la hiperinflación.
Esta hipótesis se apoya en el hecho de que el pasado 9 de febrero se registró el volumen de negociación de bitcoin más alto en la historia de LocalBitcoins, plataforma a través de la cual se vende y compra la mayoría de los BTCs en circulación dentro del país.
La semana del 9 de febrero se negociaron 2.454 unidades de bitcoin en Venezuela, según muestran los datos de CoinDance a un precio aproximado de $3.500, dato que implica un volumen de gasto cercano a los 8.5 millones de dólares.
Pese a la baja, los venezolanos siguen usando más que nunca las criptomonedas mientras que en otros países muchos inversionistas se apegan a una estrategia de buy and hold (comprar y esperar) para así sacar una ganancia en repunte a mediano plazo.
El economista y especialista en criptomonedas Aaron Olmos, argumentó en una conferencia que el boom de las criptomonedas en Venezuela se debe al panorama político y económico que el país atraviesa, aspecto que en conjunto con el emprendimiento ha gestado incluso proyectos de criptomoneda nacionales que también han tenido un buen recibimiento para el poco tiempo que tienen en el ecosistema.
Dentro de Venezuela existen criptmonedas como BolivarCoin, OnixCoin, ArepaCoin, RKLCoin, entre otras, las cuales cuentan con diferentes respaldos, bien sea el estar listadas en varios exchanges o tener un puesto dentro de los indices de CoinMarketCap.
En esta conferencia, en la que además del señor Olmos hubo representantes de varios proyectos de criptomoneda venezolanos, quedó muy en claro que si hay cabida para una criptoeconomía en un país como este que atraviesa su peor crisis económica de la historia.
Aun así, dentro de los proyectos venezolanos, no destaca el petro debido a la falta de credibilidad que este posee. Expertos han catalogado al petro como un intento fallido del gobierno de democratizar la economía al mismo tiempo que intenta desprenderse del dólar.
Por otro lado, no todos los bancos a nivel institucional han sido muy abiertos con las criptomonedas, alegando que podrían causar una gran crisis como lo hizo en su momento la burbuja de las puntocom, argumentando que se trata de un ecosistema demasiado inestable como para sustituir a la economía que conocemos.
Hay quienes sostienen que por su naturaleza inmutable, la información financiera registrada en una blokchain la hace más segura que cualquier ente bancario argumentando que nadie puede ver o saber que están haciendo con la información. Además, en un libro distribuido como el que provee la tecnología financiera, la información registrada puede estar al alcance de todo el mundo.
En un ejemplo similar, la BBC escribe:
“Esa información es extremadamente valiosa. Muchas empresas pueden saber si gastas mucho en gasolina y que, por tanto, un auto es fundamental en tu vida o si cada mes sufres recargos en tu tarjeta porque no tienes fondos en tu cuenta.”
Para Mick McAteer, del Centro Financiero de Inclusión de Reino Unido (The Financial Inclusion Centre, en inglés), un grupo que se denomina como “tanque de pensamiento” sin fines de lucro, asevera que esta idea de que todo el mundo tenga acceso a esta información implica riesgos.
“Los consumidores serán bombardeados con marketing confuso y cederán fácilmente sus datos perdiendo el control de su información personal con tan solo un beneficiario: el empresario tecnológico,” opina el experto.
En este contexto, el experto se refiere a que a raíz de esta información se podrían generar anuncios de publicidad en base a nuestros gastos, así como ya se hace con los motores de búsqueda y bases de datos al navegar en internet.
También, existe el riesgo de las Ofertas Iniciales de Moneda (ICOs), el cual ha sido advertido por múltiples entidades regulatorias en todo el mundo por el riesgo que estas implican.
Algunas instituciones como la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, el Banco Popular de China, y la Comisión de Bolsa y Valores de Japón, se han pronunciado al respecto declarando que implican un riesgo muy alto para los inversionistas.
El índice de ICOs fraudulentas es tan alto que entre 2017 y 2018, redes como Twitter, Facebook y Youtube decidieron prohibir cualquier anuncio publicitario en torno las criptomonedas para evitar difundir el fraude.
No obstante, muchos entusiastas se mantienen neutrales, admitiendo que Blockchain y las criptomonedas tienen mucho potencial pero antes de eso debe haber un proceso de maduración para corregir errores y fallas que se puedan presentar. Una vez sucedido esto, es que se puede suscitar la posibilidad real de una adopción más global.
El reconocimiento del potencial de la tecnología blockchain es tan alto en el mundo financiero que el propio Banco Central de Brasil implementó una plataforma de este tipo para el intercambio de información entre organismos financieros bajo su regulación.
También, pese al temor de una posible sustitución del sector bancario, el banco estadounidense JP Morgan Chase, uno de los más importantes de ese país, anunció esta la creación de su propia criptomoneda anclada al dolar con el objetivo de liquidar instantáneamente pagos internacionales entre sus clientes.