Rodríguez alertó al diario regional El Carabobeño que en abril comienzan las lluvias y se detiene la zafra. “Necesitamos sacar las cañas que están ahí paradas”.
Solo cuatro centrales del sector privado están operativas, las otras dos están por arrancar, pero en su conjunto solo muelen alrededor de 20% de la caña. El resto depende de las públicas que recibieron 2016 con sus líneas de producción apagadas, reseñó el medio.
En lo que va de 2016 se han molido solamente 170.000 toneladas, que equivalen a 30.000 toneladas de azúcar refinada, una disminución de 96,25% con respecto a las 800.000 toneladas que ya habían entrado a las centrales para la misma fecha en 2015 y que se tradujeron en 185.000 toneladas del producto terminado.
Rodríguez detalló a El Carabobeño que de 10 cosechadoras con las que cuentan en la entidad solo una está operativa, de 45 camiones funcionan 10, y de 25 tractores solo uno está habilitado para las faenas diarias debido a la falta de repuestos, situación que se ha agravado aún más por el deficiente suministro de insumos, para el que únicamente está autorizado en el país la estatal Agropatria.
Por ello, desde el año 2006 hasta la fecha la cosecha en Carabobo se ha desplomado 80% al pasar de 300.000 toneladas a 60.000.
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