Laboral

Centrales obreras no logran consenso para ir a una huelga general

La convocatoria hecha por la Unión Nacional de Trabajadores sigue sin tener repercusión en otras centrales sindicales, mientras que sectores claves para el éxito de la protesta aseguran que no están ganados a una paralización cuyo fin es eminentemente político.

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Paro cívico 2017
Foto: Antonio Hernández | El Estímulo

El tiempo se acorta y el consenso para convocar una huelga general en el país sigue siendo materia pendiente. Ante la inminente elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), diferentes sectores sindicales venezolanos mantienen posiciones divergentes y hasta encontradas sobre la propuesta, que debería ser convocada para la próxima semana.
Anunciado la semana pasada por la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), Marcela Máspero, coordinadora nacional de la central, afirma que la huelga sería el paso definitivo para presionar la suspensión de la ANC y el restablecimiento de la democracia en Venezuela. “Es una propuesta que venimos trabajando desde hace dos meses y es nuestra voz de protesta contra las violaciones de todo tipo de derechos por parte del gobierno”, dijo.
Según Máspero, la propuesta cuenta con el apoyo de las bases de sectores estratégicos como petróleo, empresas básicas, electricidad, telecomunicaciones, transporte, empleados públicos y sector privado, “Son los mismos trabajadores quienes han pedido que se convoque a esta huelga para exigir la restitución de la democracia en el país”, afirma.
También tendría el respaldo de los estudiantes y dirigentes políticos. Entre los primeros, algunos dirigentes señalaron que el trancazo convocado el pasado miércoles 18 de julio era “un preámbulo” para la huelga general; mientras que entre los segundos se cuenta a la líder del partido Vente Venezuela, María Corina Machado.
Máspero añade que el llamado a huelga general es avalado por cuatro de las siete centrales sindicales que hacen vida en el país (Unete, CGT, CTV y Codesa), Máspero asegura que el apoyo real proviene de las bases sindicales. “Creemos que va a ser un éxito”.
Afirma además que el llamado a huelga ya fue notificado a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instancia que en días pasado comunicó al gobierno venezolano la intención de sectores laborales de hacer la convocatoria, paso que según Máspero protege a los trabajadores ante cualquier represalia del gobierno contra quienes lo apoyen.
Sí pero no –
Pero las opiniones de algunos dirigentes sectoriales no concuerdan con su afirmación. “Por estatutos ese tema debe ser llevado a asamblea general y en ningún momento se ha planteado. No puede venir nadie a convocar una huelga de un momento a otro y esperar un apoyo inmediato”, afirma Ángel Navas, presidente de la Federación de Trabajadores Eléctricos (Fetraelec).
Recuerda que por tratarse de un sector altamente estratégico, los trabajadores eléctricos están sometidos a una normativa muy rígida. “No podemos ir a una huelga así por así porque es poner en riesgo a nuestros compañeros”, apunta.
El comentario de Erick Zuleta, presidente de la Federación Nacional de Transporte, transcurre en este mismo sentido al señalar que la propuesta fue hecha y ha sido planteada en el seno del gremio, pero aún no ha se ha tomado decisión alguna.
“Como presidente yo escucho propuestas y las planteo a los compañeros, pero no puedo decidir por ellos”, dijo, recordando que el gremio está en paro nacional para exigir el ajuste de la tarifa; paro que de no tener una respuesta positiva se extenderá y podría coincidir con un llamado a huelga general, aunque ello no significa que la apoyen. “Nuestra protesta es por una reivindicación laboral, la huelga es un tema político. Son cosas distintas”, aclara.
Un dirigente de base que sí respalda el llamado a huelga es el secretario general del sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón, Iván Freites, quien sostiene que por tratarse de una acción que busca restablecer el hilo constitucional, debe ser respaldada por cada uno de los trabajadores del sector.
“El artículo 333 de la Constitución nos obliga a respaldar esta propuesta, así que queda en la conciencia de cada trabajador hacerlo”, dice.
– De eso no se habla –
En las centrales sindicales la huelga es vista con mucho cuidado y hasta con resquemores. “Es un tema muy grande y delicado pues no se trata de un paro sino de una huelga. Ya tenemos experiencias previas (diciembre 2002) y sabemos las consecuencias que tuvo”, dice José Elías Torres, secretario general encargado de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV).
Al recordar que por estatutos pueden apoyar un paro general como el convocado por la oposición este 20 de julio, Torres dice que no se trataría de una huelga en una empresa, lo que significa mucha consulta y coordinación pues se debe tener plena seguridad del apoyo general so pena de fracaso y sus consecuencias.
“Debemos hacer una revisión de todos los puntos a tomar en cuenta aguas adentro de la CTV, y aunque ya hemos hecho algunos acercamientos no hay nada concreto ni decidido”, dijo.
A su vez, el directivo de Codesa y miembro del gremio de transporte público de Caracas, Plácido Mundaraín, afirma que en esa central no se ha tomado ninguna decisión respecto al llamado a huelga. “Es algo que se está discutiendo”, dice.
“Como central no estamos convocando a huelga alguna. Eso requiere de una consulta muy amplia y que se cumplan algunos parámetros, entre ellos violaciones graves a los derechos laborales. Sino es un paro con tintes políticos”, afirma Marcela León, secretaria general de la central ASIVenezuela, otra de las centrales que hacen vida en el país.
Al asegurar que la huelga es un riesgo para los trabajadores si no se cumplen las medidas legales, León afirma que hasta ahora la central que representa no ha analizado esta posibilidad.
“No es tan folklórico llamar a una huelga general y ninguna de las centrales se puede abrogar la representatividad de la masa laboral en general”, comenta, al tiempo de asegurar que una huelga debe cumplir con los siguientes pasos:
-Consulta con trabajadores
-Asambleas o secretariados en cada federación
– Asamblea de cada central sindical y convocatoria a huelga
-Informe al Ministerio del Trabajo
– Dejar transcurrir 120 horas antes de iniciar la protesta
– Inicio de la huelga
– Informe a la OIT
– Seguid el ejemplo… –
Aunque no se trató de una huelga general, la huelga petrolera de 1936 es sin lugar a dudas el mejor ejemplo de la contundencia alcanzado por el movimiento sindical venezolano.
De carácter meramente reivindicativo, la huelga se inició el 14 de diciembre de 1936 y finalizó 47 días después, involucrando básicamente a unos 10.000 trabajadores zulianos y falconianos que exigían un aumento salarial y la provisión de agua potable fría en los campos petroleros.
Apoyada por buena parte de la sociedad zuliana de entonces, la huelga logró parte de sus cometidos: las compañías subieron en Bs 1 el salario e iniciaron el suministro de agua y hielo a los trabajadores. Sin embargo, sus implicaciones fueron mucho mayores, pues a partir de entonces las empresas se vieron obligadas a discutir mejoras laborales con cada contrato colectivo hasta llevar a los trabajadores del área a tener las mejores condiciones de sector económico alguno; condiciones que se perdieron tras el ascenso del chavismo a la directiva sindical.
Asimismo, marcó dos importantes hitos en la historia laboral venezolana: la promulgación de la primera Ley del Trabajo y la creación de la Confederación de Trabajadores de Venezuela.

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